Cora Thalassinos. escapa de Grecia tratando de darle un cambio a su lujosa vida viaja a Sidney. Cora , no es la típica chica rica, aunque lo ha tenido todo quiere ver la vida fuera de la Torre de cristal que han construido para ella. extrovertida y...
Voy camino a la empresa. Llevo dos semanas trabajando para Khaled, aunque es un pesadito he aprendido a llevarme con él y por supuesto no cometer errores para que no se moleste más de la cuenta. Eso no quiere decir que dejó de ser el mismo Iceberg de siempre.
Pero vamos, soy Cora Thalassinos, puedo manejarlo
Con David, el apuesto tío del supermercado he iniciado una gran amistad. Es director de un hospital y también ejerce su profesión de cirujano. Tiene 30 años, sin embargo está muy bueno.
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Que sea mi amigo no me hace ignorar la realidad de los hechos. Hemos salido a comer un par de veces y de paseo, algunas veces salimos con Zahid y Abby, quienes tienen una aventura pasional.
Zahid es todo lo contrario a Khaled, parece un adolescente. Es divertido y travieso. Me imagino que Khaled no tolera mucho su presencia con esa actitud de Iceberg que se carga.
Llego a la empresa y saludo al portero para luego ingresar. Una vez en mi oficina dejo mi cartera, salgo con la tableta y mi celular en mano en dirección a la oficina de Khaled. Toco antes de entrar.
- Buenos días. - que sexy y ronca voz tiene.
- Buenos días jefecito.- se me escapa. Su ceño fruncido y su mirada de irritación me indican que cometí un pequeño error.
- Cora... - parece querer decir algo pero se detiene.
- Si señor ?- pregunto curiosa.
- Contacte al señor Hickling el ingeniero a cargo de la nueva edificación, quiero verlo aquí antes del medio día... -
Así comienza a darme instrucciones. Una vez en mi oficina contacto al Señor Hickling, citandolo a la oficina de Khaled. Continuo trabajando hasta que el teléfono suena.
- ¿ Si ?- contesto.
- Venga a mi oficina. Estoy esperando por usted.-
Camino a su oficina y entro. Frente a él está un hombre, ambos me miran. Khaled me indica que me acerque, se nota estresado. Una vez estoy a su lado, habla.
- Le presento al señor Hickling.- el susodicho me dedica una mirada lujuriosa. Asqueroso.
Ese hombre no me inspira confianza, mi padre me inculcó su habilidad de leer a las personas. Es un hombre mayor, tal ves unos 50 y podría decirse que es un pervertido de primera.
Luego de un par de horas discutiendo el proyecto de la construcción de un hotel pide más dinero, usando la excusa de que el presupuesto anterior no fue correcto. Khaled está cabreado, todo su cuerpo está tenso, así que decido intervenir.
- No hay más dinero, Señor Hickling, este proyecto fue analizado por mucho tiempo, no puede tener errores y menos el presupuesto.- digo firme.
No quiero adelantarme a los hechos pero creo que este hombre está robandole.
- Retirese. - Khaled habla y su voz sale cargada de rabia.
Antes de salir me dedica una mirada de desprecio.
- Está bien ?- le pregunto a Khaled una vez las puertas están cerradas.
- Si. - le dedico una sonrisa amable.
- Seguiré trabajando. - intento salir pero su voz me detiene.
- Puede tomarse lo que resta del día, tengo que salir.- le miro dudosa pero termino asintiendo.
Recojo mis cosas, salgo de la empresa y tomo un taxi. Llevo conmigo los papeles del nuevo proyecto para analizar sus cuentas.
Una vez en casa me pongo cómoda y destapo una funda de Takis. Comienzo a revisar los documentos y luego de horas analizando todo me doy cuenta de que hay algo que no cuadra. Estoy segura de que Khaled estará muy interesado en ver esto.
Tendré que esperar a mañana.
*****
Una vez terminado todo estoy realmente agotada. Me encamino al baño para tomar una ducha, mientras estoy desvistiendome suena mi celular.
David.
- Hola. - contesto siguiendo en lo que estaba.
- ¿ Estás ocupada ?- pregunta con timidez.
- Estoy apunto de tomar una ducha. ¿pasa algo ?- respondo confusa.
- Bueno... quería saber si te gustaría cenar conmigo esta noche.? - pregunta dudoso.
Umm, no tengo nada que hacer así que...
- Si, está bien. Formal o informal ?- él sabe a lo que me refiero.
- Formal. Paso por ti a las 8.- sonrío.
Miro la hora y faltan dos horas, así que puedo tomar un baño en la tina para desestresarme un poco.
La lleno de esencias y mucha espuma para sumergirme.
He investigado más a fondo a Khaled Abujatum y trabajando para él no se me hace tan difícil, aunque si fuera por él sólo sabría lo mínimo.
Es el dueño de todo un imperio petrolero en Abu Dhabi, también posee diversas empresas alrededor del mundo. Hace poco tiempo adquirió la constructora. Supongo que una vez termine el nuevo proyecto se marchará.
La idea me provoca una sensación rara, creo que también sería tiempo de regresar a casa. Tengo que hacerme cargo de las empresas. Si Khaled regresa a su país perderé mi trabajo.
El agua se está enfriando por lo que decido salir y comenzar arreglarme. Elijo un vestido negro elegante.
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Hago vueltas en mi cabello que no está tan rebelde.
El timbre suena. Me doy una última mirada en el espejo, tomo mi bolso de mano y salgo para abrir la puerta encontrandome con un David trajeado.
Me escanea con la mirada.
- ¡Wow!, estás hermosa.- me sonrojo.
- Gracias.- sonrío
- Nos Vamos? - asiento.
Una vez fuera me conduce hasta su coche abriendo la puerta para mi, luego que nos adentramos en el auto y David lo pone en marcha.
