Capítulo 7

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Max

Aún sigo sin entender por qué Ariana se puso así. Solo fue un comentario; no era como si le fuera a pedir que nos besáramos o saliéramos. Debía sacarme a Samantha de encima.

—Ahora bien, ¿me explicas qué fue eso? —preguntó Cami haciendo una mueca algo molesta.

—Lo siento, ¿está bien? Hablaré con ella y se lo explicaré —alegué, intentando evadirla.

Camila se fue, y aún me quedaban algunas cosas que hacer. Marcos, por su parte, había comenzado a limpiar junto con Paulina. No sé qué se traen ellos, pero me importa muy poco.

Después de terminar todo en la cafetería, me fui directo hacia el edificio. Me sentía cansado y sin ganas ni de respirar.

Llegué y me duché; Luke había salido, pero habían comprado ramen y me había dejado un poco, así que no tenía que pensar en cocinarle algo. Gracias al universo.

Cuando acabé de comer, limpié todo y me propuse ir a descansar, pero antes de eso, revisé el celular. Cuando venía, sonaron algunos mensajes que no contesté porque venía algo distraído.

Cami:
—#número de Ariana
Ahí te dejo el número de Ariana para que te disculpes, espero y lo hagas.

—He reflexionado un poco y siento que es innecesario hacer esto, ella ya lo habrá olvidado —confesé.

—No me importa, hazlo.

Así continuamos un rato, Cami y yo debatiendo sobre llamarla o no. Supongo que debe estar durmiendo o haciendo algo. Accedí a llamarla; imaginé que no contestaría mensajes de números desconocidos. Era más fácil solo llamarla y salir de eso rápidamente.

Marqué y comenzó a sonar hasta colgarse la llamada. Intenté una vez más y, para mi "buena suerte", atendieron.

—Hola, ¿sí? —se oyó del otro lado.

—Hablas con Max —traté de sonar bastante calmado.

—¿Qué necesitas? —pronunció con brusquedad.

—Nada, pensándolo bien, esto es absurdo —ya estaba algo de mal humor.

—¿Eres estúpido o algo así?

Y aquí vamos.

—¿Quieres comprobarlo? Imagino lo encantada que estarías de hacerlo —reté.

—No sé en qué momento pasó por mi mente pensar que eras un poco simpático.

—¿Por qué sería simpático contigo? —finalicé colgando la llamada.

No sé cómo Camila y ella son amigas; ella es muy irritante. Yo sabía que quizás fue una pendejada de mi parte decirle a Samantha que ella era mi novia, pero ya iba a disculparme. No tenía que ser tan grosera. Más sin embargo, se me es tan satisfactorio hacerla enojar.

Tenía que relajarme, así que iba a salir un rato a fumar y pensar, un buen plan para joderme la mente.

Y entonces suena mi celular; veo la pantalla "Camila".

—Mierdaaaaa —me quejé.

Contesté y solo debía decirle que sí.

—¿Te disculpaste? —preguntó.

—Claro, ella dijo que entendía.

Diciendo eso, me despedí y salí de mi cuarto, apagué todo y bajé.

Habían aún unos chicos jugando, y ahí estaba Luke junto con ellos. Lo ignoré y salí a sentarme.

Saqué el mechero y encendí el primero, y así seguimos hasta que ya llevaba 3. Sabía que estaba cansado y debería estar durmiendo, pero no puedo concentrarme en dormir.

Sin poder evitarlo, sencillamente volvía el recordatorio de Ariana, y me jode que siga mi mente con eso. No comprendo por qué sigo dándole vueltas a eso.

Es una estupidez, y yo que ando todo estúpido —pensé en voz alta.

Miré a los lados a ver si nadie me había escuchado; genial, no había nadie.

Su mirada y la forma en que me miraba sin disimular me hacía sentir un poco intimidado. Era absurdo; casi nunca me sentía así, más sin embargo, no le demostraba eso.

Max, por favor, ya para, deja de ser tan imbécil. Me tienes harto con el tema.

Me dije a mí mismo tratando de fumar y solo terminarlo.

Minutos más tarde, vi a Marcos llegar. Venía muy feliz. Y esperaba rotundamente que no se me acercara. Llevaba todo el día hablándome de Paulina; es molesto.

Para mi mala suerte, sí me vio.

—Maxxxxx —gritó.

Lo ignoré y miré hacia otro lado. A él no le importó y caminó hacia mí.

—¿Qué haces aquí solo? —comentó acercándose.

—Buscando métodos efectivos para suicidarme, ¿y tú? —le dije sarcásticamente.

—¡Qué buen plan, yo estaba con Paulina!

Creo que ni siquiera me escuchó. Él comenzó a hablar y hablar de todo lo que habían hecho. No entiendo por qué cree que tengo ganas de escucharlo.

En ese instante, mi celular comenzó a sonar; era un mensaje.

Número desconocido:
—Por qué le mentiste a Camila?

Ya sabía quién era: Ariana.

Muchísimas gracias por todo su apoyo, y espero y sea de su agrado. ❤️

Mi vuelta al solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora