Mis Mejores Milagros

Capitulo 10

ISABEL

Usted está embarazada. Usted está embarazada. Usted está embarazada... Se repite una y otra vez en mi cabeza las palabras del doctor. Sin poderlo creer, me quedo en shock.

—hola, ya estamos aquí... Perdón por tardar, es que había mucho tráfico— dice mi suegra. 

—¿qué pasa?— pregunta Moisés, al ver nuestros rostros. No tengo la menor idea de que expresión tengo, pero estoy segura que debe ser una muy épica.

Esto es algo completamente loco. En todo este tiempo que eh estado yendo a la iglesia eh aprendido muchas cosas. Como que Dios sana pero no es lo mismo saber que sana a estarlo viviendo. Es algo muy, muy loco.

—bueno, como ya les dije, no sabemos cómo explicárnoslo. Solo pudo haber sido un milagro, si es que creen en ellos... Bueno, yo me retiro porque aquí no hay ninguna operación que hacer, que pasen buen día. Oh e Isabel, si quieres puedo verte por aquí en unos... ¿Diez u once meses? Ya que te recuperes.— y sin más, se va el doctor Rafael, sonriendo.

—¿qué paso hija? ¿Hijo? ¿A qué se refiere el doctor?—

—¿porque no hay operación?— pregunta Moisés, igual de preocupado y confuso. Sin embargo, las palabras no salen de mi garganta.

De repente siento que se empieza a formar una pequeña sonrisa involuntaria en mis labios. Pero... ¿Y si Jacob no quería ningún bebe, o si no está listo? Cuando logró salir de mi shock miro a Jacob con la vista perdida. Y no estoy segura pero creo ver un poco llorosos sus ojos, mas no estoy segura.

—estoy embarazada— digo en un susurro —no me pueden operar porque estoy embarazada— digo con un poco mas de fuerza. Agustina se cubre la boca con sus dos manos muy feliz y sorprendida. Le da su bolso a Moisés y se dirige a mí para abrazarme.

—oh, gracias Dios, gracias, sabía que ibas hacer el milagro...— sin soltarme y besando mi frente dice lo suficientemente fuerte para que oigamos perfectamente —Felicidades, estoy segura que van a ser grandes padres ¿escuchaste Moisés? Voy a tener a mi tercer nieto-

—bendito sea Dios. Pues felicidades— dice acercándose y dándome un fuerte abrazo de igual forma. Mis suegros se dirigen a Jacob, que este apenas y se mueve, solo palmea sus espaldas con una mano. Yo tomo su mano que no ah movido para nada y se la aprieto, él dirige su vista hacia mí, se inclina y me da un beso en el cabello.

—vamos a ser papás— dice en un susurro, mas para él mismo que para mí. Yo le sonrió

—así es mi amor, papás—

§~§~§~§~§~§~§~§~§~§~§~§~§~§~§~§

—¡yo quiero que sea niño, para jugar con él!— dice muy emocionado, gritando.

—no lo saben a un pequeño—

—¿quién quieres que sea un niño?— pregunta Beatriz, bajando las escaleras de la casa de sus padres con Elizabeth en los brazos y Alberto detrás de ellas.

—voy a orar mucho a Dios para que sea un niño— dice Eliazar, muy entusiasmado, saliendo al patio para jugar.

—hola a todos ¿de qué habla Eliazar?— pregunta saludando a Jacob y después a mí, sin embargo conmigo se detiene más de lo normal, me abraza fuertemente y me sonríe antes de irse a sentar. —esperen un momento... ¿Porque están todos aquí? ¿No era hoy que te operaban?— pregunta entrecerrando los ojos y mirando entre Jacob y yo —si era hoy, de eso estoy muy segura. De hecho por eso nosotros estamos aquí.... entonces ¿porque están aquí?—.

Todavía no me lo puedo creer. No porque no crea que Dios es poderoso y Él puede hacer milagros, sino porque...porque estoy todavía en shock y emocionada. Si, es por eso. ¡GRACIAS DIOS! ¡GRACIAS DIOS! ¡GRACIAS DIOS! Lo repito una y otra vez en mi cabeza. Como estaba en shock no había podido agradecerle y eso me hizo sentir un poco mal.