Capitulo 11

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No me imaginaba que tan dulces y suaves podrían llegar a ser los labios de Sarah hasta el momento en que decidí besarla de nuevo. Estaba ebrio, si quizás, pero aún así logré sentirlos completamente, su textura, su grosor, incluso la forma en la que estaban dibujados en su rostro, todo. Algo dentro de mí no me dejaba parar de besarla, mis labios se sentía como si esa fuese su casa; cómodos. Mis manos seguían detrás de su cuello y en su cintura, pero no había deseo de llevarla a la cama. Ese beso fue algo distinto a un beso de pasión y locura, lo que sentí con ella no lo había sentido con nadie más, era como si hubiésemos formado una conexión más allá del cuerpo.

Lastimosamente, dicen que lo bueno dura poco, y no seria la excepción de este beso. El timbre de la puerta sonó y nos tomó por sorpresa, ambos brincamos del susto.

Están tocando... — dijo ella con su respiración entre cortada.

Lo sé... ignóralo, y se irán — sonreí volviendo a besarla.

El timbre sonó una vez más.

Quizás sea algo importante.— me empujo suavemente de ella— deberías de abrir.

Me levanté como pude, y arreglé un poco mi cabello, no quería dar ideas erróneas, no me gustaría darle una mala reputación. Abrí la puerta, y no creía lo que mis ojos miraban. Estaba frente a mí... la chica que me dejó, Paulina.

¿Qué haces aquí? — pregunté mirándola confundido.

¡Amor! — me abraza a ella con la misma energía de siempre.— he vuelto para quedarme y no volver a irme.

No... ya te lo había dicho. — bufé — no quiero estar en una montaña rusa contigo, Paulina. — la separé de mí dejándola afuera.— No quiero nada más contigo.

¡No te creo! — río. — venga, que esto es una broma ¿cierto? Hasta aquí puedo oler el alcohol, de seguro tomabas para olvidarme como si siempre. Ya, déjame entrar. Traje palomitas para ver nuestra series...

No. — recargué mi brazo a lo ancho de la puerta, evitando así su cruce.— es en serio... no quiero nada más. Y te agradecería que te retiraras de una vez...

Pero ¿porque? — dijo entre dientes y mirándolo directo.— ¿acaso ya no me amas? ¿Acaso ya no quieres este cuerpo sobre de ti?

Me quedé en silencio mirándola, no tenia cara para negarle que ya no la amaba o la deseara...

¡Dímelo! — gritó desesperada.

Te amo, pero ya no quiero hacerlo. — susurré sabiendo que sería el último te amo que le diría.

¿Peter? — la voz de Sarah nos distrajo de nuestro drama.— escuché gritos, ¿esta todo bien?

¿Alguna vez han estado en una pelea de un perro contra un gato donde sabes qué tienes que salvar al gato pero le temes que el perro te muerda? Bueno, esto era algo parecido. Paulina estaba que le salían llamas del cuerpo del enojo, y Sarah... por Dios, Sarah era un amor de mujer, no la veo peleando con ella.

Ya veo... — dijo gritando internamente. — ¿por esta "mujer" es por lo que no quieres volver? — su mirada recorría de arriba a abajo el cuerpo de Sarah.— ¿estás bromeando? Soy mucho más mujer yo que esta, y tú, ¿acaso no te da pena acostarte con un hombre con dueña? — le gritó en la cara.

Supongo que ella es Paulina, ¿cierto? — preguntó Sarah mirándome sin expresiones en su rostro.—

¡Ja! Ósea que sabes de mi, ¿y aún así te metiste con mi hombre? — Paulina se reía, como si no creyera la misma historia que ella se estaba contando en su mente. — Exijo respuestas, ¡carajo!

No, no exiges nada. — intervine al fin, antes del caos— y te vas ahora. Te tolero que me insultes y me trates mal a mi, pero no vas a meterte con ella, así que largo. — la fulminé con la mirada y le cerré la puerta en la cara.

¡Van a volver a saber de mí! — se escuchaban sus gritos detrás de la puerta.

Lo siento mucho por hacerte pasar por esto... — le dije con pena a Sarah. — Lo siento muchísimo.

No es tu culpa... — se notaba la incomodes en su voz.— pero creo que lo mejor es que me valla, ya es algo noche...

Esta bien, pero avísame cuando llegues. — tomé sus manos acercándola a mí.— lo siento también por lo del beso... no sé qué ocurrió.

Sarah solo sonrió de lado, tomó su abrigo y salió de la casa sin decir más. La miré hasta que llegó a su coche y subió, intenté seguirla, pero me detuve... no la quería incomodar aún más, su rostro ya lucía demasiado serio.

¿Habrá sido por el beso? Quizás... ¿fue lo de Paulina? ¿Qué fue lo que ocurrió? Se miraba tan feliz  hace apenas unos minutos... y ahora, parecía que su luz se había apagado.

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Hola personitas qué me leen! Como les está llendo en la vida? Espero que bien! Gracias por seguir leyendo esta pequeña historia! Espero que les esté gustando tanto como a mi!

Que opinan de Paulina? Yo ya la estoy odiando jajaja! Bueno, y del beso de Peter y Sarah? :0 que piensan? D:

Sigan mi historia, recuerden que no hay fecha de actualización pero es constante 🥰 muchas gracias por el apoyo a tod@s !

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