"¿Qué harías si por error le escribes a un completo extraño pensando que es tu mejor amiga?"
Dos personas que se niegan a amar a la persona que los aman, pero que están enamorados en secreto de la persona correcta.
🚫Está prohibido cualquier tipo de...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
♡ James♡
Mi corazón se aceleró, haciendo que no pensará con claridad. Corrí hacía la puerta de la entrada con los nervios hasta el cielo. Me monté en la motocicleta lo más rápido que pude y pise el acelerador.
No arrancaba, lo intenté otra vez y no funcionaba. Se había quedado sin gasolina, justo hoy tenía que pasar esto. Mis nervios me estaban matando, odiaba sentir esta sensación dentro de mí.
—¡Maldición!—grité de rabia y le di un buen golpe a la motocicleta.
A esta hora no habían taxis a la vista, es más parecía que era el único despierto a esa hora. La dirección no estaba tan lejos de casa y no lo pensé dos veces. Corrí hasta que mi último suspiro saliera por mis pulmones, corrí con los nervios en la mano, corrí sin importar que estaba en pijama y con el dolor en mis piernas. En lo último que pensaba era en detenerme. No dejaría a Zoe sola, no permitiría que alguien la lastimará.
Zoe, solo espérame un poco más.
—Ya casi llegó—dije con la boca reseca de tanto cansancio.
Le di una última mirada al móvil para verificar la dirección. Faltaba poco. Solo esperaba que ella estuviera ahí, sana y salva. Tomé aire y comencé a correr como loco otra vez. Sentía como mis piernas dolían con cada paso que daba, podía sentir el sudor en mi cuerpo.
Al llegar al lugar que indicaba la ubicación, mi corazón se espantó. Ella no estaba, el miedo que sentía era tanto que mis manos comenzaron a temblar. Me desorienté por unos segundos sin saber que hacer o a dónde ir, corrí algunos metros más hacia adelante y pude ver a Zoe desde lejos, que apenas podía ponerse de pie y a unos pequeños pasos atrás de ella estaba el sujeto, que llevaba una gorra y una chaqueta negra que lo cubría. Tomé aire y corrí con más fuerza, casi podía sentir que me desmayaría del cansancio, mi cabeza giraba, mis piernas dolían tanto que cada paso era como un golpe en los muslo, mi corazón latía a una velocidad que empeoraba el sufrimiento.
Cuando estaba a una suficiente distancia de Zoe, pude sentir su aroma dulce mezclado con alcohol, la abracé por detrás fingiendo ser su pareja y el sujeto retrocedió disimuladamente cuando me vio. Preferí dejarlo ir y no causar un problema más grande. Zoe se asustó tanto que lo primero que hizo fue empujarme hacia atrás y propinarme una bofetada muy fuerte que dejó mi mejilla roja.
—Cariño, eso si dolió—respondí de manera coqueta con el poco aliento que me quedaba.
Acaricié mi mejilla por el dolor con una sonrisa en el rostro por lo gracioso que había sido su reacción.
—¡Perdón!—chilló.
Dejé caer mi cuerpo cansado sobre su hombro. Mis piernas no aguantaría ni un minuto más de pie y sentía como en cualquier momento flaquearían, Zoe me sostuvo como pudo, pero ella no estaba en condiciones para sujetarme también.
