Capítulo 18

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♡ Zoe♡

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♡ Zoe♡

Estaba pasando una de mis peores noches, de hecho toda la semana fue así. Desde la última conversación con Farid nunca más le volví a escribir por lo avergonzada que me sentía y lo incómodo que sería si retomáramos nuestra amistad. Eso era lo peor. Haber perdido a mi amigo.

No debí declararme. No debí hacerlo.

Con James, las cosas no estaban del todo bien. Ambos tomamos distancia desde la última conversación que tuvimos dónde le había contado que el chico que me gusta me lastimó.
Tal vez, él creía que yo necesitaba espacio, y por eso mantenía su distancia. La verdad, era que si lo necesitaba. Necesitaba tiempo para pensar y aclarar todas las dudas que tenía en mi cabeza, sobre si me gustaba James o no.

Algo de la que sí podía estar segura, era que Farid ya no significaba nada romántico para mí. Lo supe gracias a mi declaración fallida.
Me había dolido su rechazo como cualquier persona, porque él significa mucho para mí, y porque me gustó en su momento. Pero lo que hizo más difícil todo, fue que creí que con esa declaración nuestra amistad había terminado, lo que me entristeció más.

Habían pasado algunos días desde todo lo sucedido y aún que todo se encaminaba para mal, tenía la compañía de mis amigos que me ayudaba mucho con sus bromas y tonterías. Nos reuníamos en casa para ver películas y kdramas, como ya era una costumbre para nuestro grupo. Me esforcé para que ellos no notarán mi tristeza. Fue difícil, porque Zee era muy preguntón.

Era sábado por la mañana, y todos sabíamos lo que eso significaba.

Esperaba a Marlyn en casa, porque ambas teníamos planes de ir por unos churros. Me reconfortaba la idea. Tal vez, algo tan simple y común podía ponerme de buen humor. Tocaron el timbre de la puerta principal y baje  para abrirla. Marlyn me saludo animada y ambas subimos a mi habitación.

  —Tu madre me pidió que hablará contigo sobre James.

Soltó la pregunta de la nada.

  —¿Qué?—pregunté sin creerlo—, ¿por qué mi madre quisiera saber de mí y de James?

Tal vez, porque es tu novio falso.

—¿Acaso no fueron ustedes los que le dijeron que eran novios?—ironizó—. Creo que noto tu comportamiento extraño y piensa que es, porque terminaste con tu novio.

  —¿Cómo es eso posible que lo notará, si ella no está en casa todo el día?—le pregunté, sin entenderlo.

Según yo había hecho mi mejor actuación para que mis padres no se dieran cuenta de que nada me pasaba.

  —Llámalo instinto maternal, no lo sé.

Pensé en eso unos instantes, mientras ambas permanecimos en absoluto silencio en la habitación.

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