Padres [Sabo x Ace/One Piece (BL/gay)]

Adopción Parte II

Al pequeño niño con sombrero de paja no le importaba lo que le ocurriese al muchacho que los había agredido previamente a él y a su amiga, para él lo único importante era que ya su compañera y el tesoro de ella estaban a salvo; aunque debía admitir que se había quedado con las ganas de patearle el trasero por haber golpeado y herido tan fuertemente a su amiga.

Pero dejándolo a él de lado, los otros tres aún trataban de procesar lo que había sucedido ¿Por qué ese hombre apareció de la nada y se llevó a aquel muchacho antes de que ellos (los dos adultos) comenzaran a darle su sermón? ¿Que planeaba hacer con él? ¿En verdad lo iba a adoptar?

— Bueno, solo queda esperar que realmente sea un buen hombre que planee adoptar a ese chico y darle un buen hogar — comentó Sabo — realmente me dolieron sus palabras, porque tenía razón en lo que decía....

— No me digas, ¿Planeabas adoptarlo a él? — cuestionó su pareja, quien no sabía bien que pensar al respecto ya que de alguna forma se había visto reflejado en aquel chico, había visto en ese adolescente a su "yo" del pasado. Si no hubiese sido por la influencia de Sabo..... quien sabe lo que sería de él. Pero ¿Adoptar a alguien que se parecía tanto él? La sola idea lo aterraba.

— Bueno, el plan era ayudar a un niño que estuviera en una situación parecida a la de él ¿No?

— Pero te olvidas que íbamos a elegir a un niño que en verdad me conmoviera hasta al punto de adoptarlo.

— ¿Aún no hay ninguno que te conmueva? — aquella pregunta hizo que el pecoso se pusiera pensativo.

— Bueno Silk ¡Vamos por algo de comer! — exclamó fuertemente el pequeño pelinegro que seguía ahí junto a su amiga, quien aparentemente se llamaba Silk — tengo tantas ganas de comer un buen trozo de carne.

— Pero Luffy, antes debemos ir a la enfermería para que la señorita Kobato cure nuestras heridas — aclaró la niña, el rubio la veía y notaba que trataba de aguantarse el dolor que le producían aquellos golpes, algo increíble para una niña de su edad.

— Pero si estamos bien ¿No? Y de todas formas la comida es más que suficiente para curar a alguien que está enfermo.

— ¡Así no funciona el cuerpo humano, mocoso! — exclamó Ace, volteando a ver al pequeño.

— Y a mí no me parece que estén bien, tienen morados en varias partes del cuerpo y hasta están sangrando un poco ¿No te duele? — intervino Sabo.

— ¿Doler? Tal vez un poco pero no es la gran cosa, me he hecho heridas peores, aún recuerdo la vez que subí al techo, me resbalé y me caí, el director estaba muy molesto — comentó el niño mientras reía — es muy gracioso cuando se pone a gritar.

Ace se lo quedó viendo tratando de descifrar que pasaba por la mente de aquel pequeño, era totalmente diferente a los demás.

— Yo.... traté de ser fuerte como Luffy pe-pero.... a mí sí me duele — comentó la niña mientras comenzaba a llorar.

— Bueno, aunque tú estés bien parece que tu amiga no lo está ¿Me ayudas a llevarla a ella a la enfermería al menos? — le preguntó Sabo.

— Por su puesto — afirmó el aludido — descuida Silk, te llevaremos a la enfermería para que la señorita Kobato te cure y luego te llevaré algo muy delicioso para que comas, así seguro te sentirás mucho mejor.

— ¿Tú crees que todo se soluciona con comida? — le preguntó Ace.

— ¿No es así?

— ¡Por supuesto que no! — exclamó el pelinegro mayor, Sabo no pudo evitar reír ante aquella escena. Parecía que ya habían encontrado a su nuevo hijo.