Padres [Sabo x Ace/One Piece (BL/gay)]

La decisión

El mundo está lleno de "gente podrida" que aspira a poseer poder y sentirse superior; para ello no les importa el pasar por encima de los demás, aprovecharse de estos y hacerlos sufrir. Muchas personas viven un infierno diario a causa de las acciones de aquellos que se creen poderosos y sólo piensan en sí mismos.

Él estaba muy consciente de esa realidad, más que todo por el hecho de haber sido criado por ese tipo de personas. Y por eso mismo sintió el enorme deseo de hacer un cambio en el mundo, aunque fuese pequeño. Así que tomó la decisión de dedicarse a formar jóvenes que por la profesión que ejercerían podrían convertirse en esa "gente podrida": se convirtió en docente de la facultad de Derecho de la universidad.

Sabía que algunos de ellos ya tenían esa mentalidad por la crianza de sus familias, y comprendía que sus simples palabras no iban a cambiar tan fácilmente la forma de pensar de estos. Pero creía que con sus clases podría llegar a influenciar a alguno de ellos, aunque fuese muy levemente. Y de esa forma creaba un cambio en las futuras generaciones, o eso quería pensar.

Aún así, aunque dedicara la mayor parte de su tiempo a la docencia,  algunas veces ejercía su profesión de abogado. Y a demás tenía planeado en un futuro aspirar a algún puesto político para derrocar a los gobernantes corruptos que abusaban del poder y se aprovechaban del pueblo.

Casualmente, esos últimos meses había ocurrido una de esas escasas ocasiones en las que se dedicaba a la abogacía. De forma repentina le llegó el caso de una pequeña huérfana que había terminado en un mal hogar, siendo golpeada y abusada sexualmente por su padre adoptivo. Tristemente, un caso como ese no era nada novedoso en ese mundo.

Pero esa niña no estaba sola en medio de su desgracia, ya que la hermana de aquel hombre era una mujer amable y se compadeció de la menor. Fue ella quién le pidió ser su representante legal para demandar a su hermano, quitarle la custodia de su sobrina y enviarlo a la cárcel. Y luego de varios meses trabajando en aquel caso, finalmente pudo ayudar a que se hiciese justicia y darle una mejor vida a la pequeña.

Ese suceso lo hizo reflexionar sobre lo mucho que esa niña sufrió y pensar en los miles de niños que podrían estar pasando por situaciones parecidas. Huérfanos de la calle que terminan convirtiéndose en delincuentes para poder subsistir en la dura realidad que les tocó vivir; el pasar por hambre, enfermedades y hasta llegar a la muerte en medio de su miseria. Aquellos que esperan en un orfanato a ser adoptados pero llegan a la mayoría de edad sin ser elegidos. O los que como ella, terminan en casas que parecen más un infierno que un hogar.

Incluso le hizo recordar a su mejor amiga y a su novio, ya que ambos eran huérfanos. La historia de Koala, su mejor amiga, podría ser una de las más trágicas que él había escuchado; pero no creo pertinente contarles eso ahora, tal vez en otro momento se las relate. Su novio, por su parte, era hijo de un delincuente de renombre, jefe de una banda criminal, quien fue asesinado antes de que él naciera. Se dice que guardó todo el dinero que había obtenido en sus actos delictivos en cierto lugar, pero nadie conocía el paradero de este, por lo que el niño nació en la pobreza. Su madre murió al darlo a luz y él terminó bajo la custodia de su abuela paterna, quien también se desempeñaba como delincuente, era la líder de una pequeña banda.

La abuela decía que no conocía otra forma de sobrevivir en el mundo, creía que no servía para hacer otra cosa que no fuese robar. Él tenía muy presente que si no hubiese sido por su influencia, probablemente su pareja también hubiese terminado dentro del mundo delictivo. Pero le hizo notar que podía marcar la diferencia dentro de su familia y tener una mejor vida, de esa forma terminó siendo un buen policía.

El pensar en todo eso le hizo querer ayudar de alguna forma a esos pobres huérfanos; y fue en ese momento que aquella idea atacó furiosamente la cabeza del rubio: ¿Y si adoptaba un niño? Podría estarlo salvando de terminar en una familia como la de aquella niña que fue abusada por su padre adoptivo. A demás, la sola idea de formar una familia junto con su novio y un pequeño lo hacía sonreír. A su mente llegaban escenas de su pareja cuidando y regañando al menor a su manera, con la escasa paciencia que este tenía; y se le hacía lo más adorable del universo. El cuidar al niño, esforzarse por hacerlo feliz y verlo crecer poco a poco, le parecía emocionante. Y pensó que de esa forma también podría generar un cambio en el mundo, aunque fuese tan pequeño que pareciese insignificante.

— Lo decidí, voy a adoptar a un niño — dijo con seguridad mientras entraba a la cafetería de la universidad y se sentaba al lado Koala, dejando a la castaña totalmente sorprendida y provocando que casi se atragantara con su bebida.

— ¿Qué? ¿Por qué tan de repente? — cuestionó ella — es por el caso de esa niña ¿Cierto? Parece que te afectó.

— También me hizo pensar en tí y en Ace...

— Hablando de él, no estoy muy segura de que le agrade la idea — el rubio rió al escuchar el comentario de su amiga. El simple hecho de imaginarse la reacción de su novio cuando le contara su idea le causaba mucha gracia.

— Estoy seguro de que se negará al principio, pero creo que podré convencerlo.

No esperen publicaciones muy seguidas de esta cosa, lo haré cuando tenga tiempo y me sienta inspirada. A demás, se supone que mejor debería dedicarme a mis otras historias.

Ciertamente no esperaba publicar esto ahora ni mucho menos desarrollarlo de esta forma, solo quería darle un poco más de profundidad a la decisión de Sabo y algo de transfondo a la historia.

¿Que les pareció? ¿Muy aburrido?

Pd: casi olvido decir que, aunque trataré de mantener la personalidad de los personajes, es probable que esta varíe mucho, sobre todo en todos los personajes que no pertenecen a la banda de los Migiwara.