DESATADA

5.2K 171 12
                                    


*Este capítulo contiene escenas subidas de tono*

30 de diciembre del 2020

Mis manos viajan desde su abdomen hasta sus pantalones, los desabrocho y cuelo mi mano dentro. Acaricio su miembro por encima de la ropa interior mientras que nos besamos. Caminamos torpemente hasta que choco con la cama y caigo encima. Pedri se tumba encima de mí y me chupa los labios.

-Tanto tiempo deseando este momento que no aguanto más-digo en un suspiro.

El canario sonríe y pasa a devorar mi cuello. Mis manos recorren su espalda hasta que llego a su culo y lo aprieto. Muevo mis caderas para sentir más el contacto.

-Tenemos demasiada ropa-digo desesperada.

Pedri asiente, me quita los pantalones y yo a él lo suyos. Se vuelve a colocar encima de mí y me besa en los labios. Nunca antes lo había visto tan decidido. Siempre he sido yo la que tomaba las riendas de la situación. Me gusta este lado nuevo y estoy dispuesta a dejarme llevar.

Pasa su mano por mi entrepierna y la acaricia sutilmente por encima de la ropa interior. Mis manos viajan a su pelo. Nuestras bocas se mueven desesperadamente. Quiero todo de él, siempre he querido todo de él. Recorro su abdomen hasta llegar a sus boxers y agarro su miembro con mi mano. Pedri sonríe y comienzo a masturbarlo. Con un dedo traza círculos desde mi barbilla hasta mi entrepierna, cuela un dedo dentro de mí y gimo ante el contacto.  Nos miramos a los ojos mientras nos regalamos placer.  Le chupo toda la mejilla y paso a su oreja. Le doy besos húmedos en el cuello. Pedri introduce otro dedo y yo arqueo la espalda. Necesito más, estoy desatada y necesito resolver está tensión cuanto antes, pero a la vez no quiero que se acabe.

-Nene-con la mano que tengo libre le cojo la cara y le obligo a que me mire-. Desátame.

-Pídeme lo que quieras-dice el canario y yo me río-. ¿Qué pasa?

Sin ser consciente acaba de nombrar uno de los libros más picantes que leí.

-Nada, que Pídeme lo que quieras es un libro.

-¿De de que va?-pregunta curioso.

Esto es surrealista, nos estamos tocando mutuamente y estamos hablando de un libro que leí a escondidas por miedo a que me pillasen mis padres leyendo esas guarradas.

-No quieras saberlo-me acerco a su boca-. Aunque supongo que te lo puedes imaginar-susurro.

Pedri medio sonríe y me da un beso bruscamente. Saca sus dedos y se los chupa, dios que sexy está. Hago lo mismo y saco mi mano, va directo a la maleta y yo aprovecho para beber un poco de agua. Saca la caja de preservativos y la tira a la cama.

-Dame las gracias-alzo las cejas-si no los llego a traer nos quedamos sin tener sexo.

Pedri niega con la cabeza y se sube a la cama.

-Los dos sabemos que eso no hubiera sido un impedimento-alza está vez él las cejas.

Le cojo la cara con las manos y le doy un suave beso. Me quito el sujetador y el tanga y observo como él se deshace de la última prenda que le cubre. Se tumba en la cama y me mira fijamente.

-Necesito descansar, tú encima-dice vacilón.

Sabe de sobra que yo prefiero abajo y me está torturando.

-Mala persona.

Abro la caja y saco un preservativo, le quito el envoltorio, se lo pongo mientras me muerdo el labio.

-No pongas esa cara de buena-se queja-. Que me estás dando hasta ternura.

Me río y me pongo encima, le beso suavemente, nuestros besos pasan de un extremo al otro en cuestión de segundos. La pasión se vuelve a desatar, introduzco su miembro poco a poco dentro de mí. Echo la cabeza hacia atrás y suspiro. Gimo mientras me muevo lentamente, quiero disfrutar cada segundo y antes de volvernos locos quiero sentirlo entero y poco a poco. Pedri coloca sus manos en mi cadera y guía mis movimientos haciendo que vaya más deprisa. Gime mi nombre en numerosas ocasiones y yo pierdo el sentido. Lo que al principio era suave y lento ahora se ha convertido en algo duro y rápido. Siento que voy a estallar en cualquier momento. Grito desatada mientras que él no se queda atrás. Llega al paraíso y pocos segundos después llego yo. Caigo rendida en su pecho y le doy un beso en la mejilla. Pedri pasa su mano por mi pelo mientras que recuperamos la respiración.

Cuando el tiempo se acabe ▪︎ PEDRI GONZÁLEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora