Capítulo 15

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Narra Betty

J: Archie -Habló Jughead en cuanto entró al departamento- Tengo 2x1 en helados, ¿Quieres? -Se quedó callado cuando me vio a mí y a Verónica sentadas en el sofá.

V: Hola -Lo saludó Verónica y él respondió con un susurro.

A: Lo siento, voy a salir con Verónica ahora, Betty vino por los libros que vino a buscar la otra vez, pero no se los llevó por distraerse con alguien -Me miró y luego a Jughead, quien se encaminó a la cocina.

V: Pero Betty puede ir contigo -Le dijo a Jughead, que se giró para verme.

J: ¿Quieres? -Me quedé callada, tenía tarea para hacer, pero quería un helado- Ven -Murmuró al ver que no respondía, me paré y lo seguí. Antes de cruzar la puerta, vi que Verónica me miró alzando y bajando las cejas- Ten -Me extendió el casco y suspiré- Iré con cuidado, te puedes apretar fuerte, como la última vez.

B: Bien -Me subí detrás de él y lo apreté, él soltó un quejido y no entendí porque, hasta que recordé su herida- Oh, carajo. Lo siento.

J: Está bien.

Minutos después llegamos a la heladería, después de que Jughead pagara su 2x1, salimos del lugar con los helados en mano y nos sentamos en una banca.

J: ¿Lo disfrutaste?

B: ¿Eh? -No entendía a que se refería.

J: Cuando me viste en el baño y ahora que me curaste -Sonrío ligeramente, aunque su sonrisa no era de felicidad, no se veía feliz.

B: Idiota -Murmuré.

J: Estoy empezando a creer que tu me provocaste la herida.

B: Entonces, según tu arrogancia, narcisismo y egocentrismo -Él se giró para verme, con los ojos abiertos- ¿Mandé a poner un poste solo para que tú te golpearas? ¿Cuántas probabilidades habían de que eso pasara?

J: ¿Qué poste? -Parecía desconcertado, alcé una ceja y pareció captarlo todo- Oh, sí. El poste. Sí, justo eso hiciste -Dijo para después comer su helado.

B: ¿Me dices que te pasó en serio?

J: No.

B: ¿Por favor? -Me giré en mi asiento.

J: No -Suspiró.

B: Amargado -Me volví a incorporar como estaba antes.

J: Hay un límite donde la tolerancia deja de ser virtud -Murmuró.

B: Karl Popper, ¿eh?

J: Eres una ñoña por saber quien lo dijo.

B: Tú eres quien lo citó -Rodó los ojos y se sentó nuevamente- ¿Te gusta leer?

J: Sí, ¿cómo sabes? -Ja, sabía que era cliché.

B: ¿Te gustan los clásicos?

J: Sí -Me miró entre extrañado y curioso por mis preguntas.

B: ¿Fumas?

J: Sí -Murmuró.

B: ¿Tienes un lugar especial?

J: No.

B: Casi -Susurré.

J: Lees muchas novelas juveniles y Wattpad, ¿cierto?

B: Un poco -Lamí mi helado y sentí su mirada sobre mí.

J: ¿Y yo soy el protagonista? -Asentí con la cabeza, él río roncamente.

B: ¿Qué te da risa?

J: ¿Tú eres la protagonista? -Ignoró mi pregunta.

B: No, ya te encontraremos una -Volvió a reír.

J: ¿Tienes secretos? -Me sorprendió que preguntara, pero aun así contesté.

B: Sí -Susurré.

J: ¿La gente cree que no los tienes?

B: Sí -Volví a susurrar.

J: ¿No eres como los demás piensan? -Asentí- ¿Te consideran perfecta? -Asentí nuevamente- ¿Lo eres?

B: No -Se quedó callado por unos segundos, pero luego habló.

J: Entonces sí eres la protagonista -Una risa se me escapó y me miró. Nos quedamos mirando por unos segundos, hasta que volví la vista a mi lado.

Esa tarde me la pasé bien, hablamos de libros (resulta que ambos considerábamos que el otro era cliché), reímos, aunque a veces él se ponía serio. Para la noche, cuando regresábamos a el apartamento, me acompañó hasta el mío.

J: Bueno, que descanse la protagonista. El día de mañana estará lleno de giros inesperados.

B: Tú igual descansa, mañana tendrás que lidiar con lo que te atormenta -Él hizo una inclinación de cabeza y se fue. Entré a mi apartamento y 3 chicas estaban frente a la entrada, mirándome fijamente. Reí ante su sed de chisme, no podría librarme de ellas hasta que les contara.

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