XII. Decisión

1.2K 121 18
                                    

Bulma

No sabía que me había llevado a hacer la prueba. Después de pasar dos días sintiéndome como una mierda por ser abandonada como si no tuviera ningún tipo de valor fui a mi laboratorio para hacer lo único en lo que jamás me dejaban fuera, trabajar.

Ahora más que nunca necesitaría de mi trabajo para mantenerme ocupada. Una vez más me habían roto el corazón, fue mi culpa por ilusionarme con alguien tan desapegado como Vegeta.

Lo que más me enfadaba era que sabía que sí él se marchaba yo habría perdido todo. Cinco meses era demasiado tiempo y el cariño de Vegeta era algo que debía de reforzarse a diario, si se alejaba de mí por tanto tiempo quién podría asegurarme que seguiría estando interesado. Nadie. Por eso lloraba, porque estaba a punto de perderlo.

En el espacio estaría en su zona de confort, había vivido allí casi toda su vida y habría dejado una que otra mujer en el camino que podría querer buscar para llenar el vacío que yo dejaría.

Pase dos días esperando a que fuera a buscarme a mi habitación para demostrar que no sólo era su compañera de cama, sino algo más que eso... Mucho más que eso. Pero Vegeta nunca vino y yo tuve que reponerme.

En caso de tener una oportunidad cuando él regresará, la tomaría. Todos sabíamos que lo haría porque estaba enamorada de él y ese sentimiento no se evaporaría tan fácil. Y yo siempre he sido tan tonta para dar más de lo que recibo a cambio. Jamás me ha importado porque al recibir esas migas me sentía satisfecha; así que si Vegeta me proporcionaba eso yo estaría feliz.

Había algo mal y lo sabía. Se trataba de mí, en esos dos días de cama me había sentido realmente mal con unas náuseas que no se evaporaban. Lo había atribuido a la poca comida que había ingerido, pero ese día cuando estaba en el laboratorio miraba un calendario cuando me di cuenta que no recordaba cuando había sido mi último período.

Fui hasta mi habitación para comprobar mi cajetilla de píldoras anticonceptivas porque ni siquiera recordaba cuando fue la última vez que me tome una.

Maldición, estaba prácticamente completa. Solo faltaba una pastilla. Una.

¿En serio tenía que pasarme eso en ese preciso momento? ¿Tendría que preocuparme por un embarazo cuando mi relación con Vegeta estaba por irse al caño? Sí, tenía que hacer porque yo soy Bulma Brief y soy monumentalmente estúpida.

¿Cómo había olvidado la pastilla? ¡Eso era indispensable! Y sabía que los sayayin era fértiles y podían tener hijos con terrícolas, después de todo Gohan era una prueba viviente. ¿A caso pensaba que era la excepción a la regla mundial y galácticamente conocida de que si no te protejes puedes traer a un niño al mundo?

Me hice la prueba solo para confirmar lo que yo ya sabía. Estaba embarazada.

Lloré porque era joven y realmente no me había propuesto eso de tener familia en mucho tiempo; lloré porque las condiciones para traer a ese bebé a la vida no eran favorables en el plano paternal.

Vegeta apenas tenía sentimientos por mí, había tardado más de un año en desarrollarlos. ¿Cómo demonios iba a imponerle el amor por otra persona? Él estaba rayando en la psicopatía, no parecía tener muchos sentimientos y estaba segura de que el amor paternal no era uno de esos.

Vegeta podía sentir ira, dolor, tristeza, vergüenza, placer e indignación pero no era capaz de sentir amor, al menos no todavía. Yo lo sabía. Lo sabía porque él mismo me lo había dicho y se debía a que no conocía ningún tipo de amor o afecto desinteresado.

Él no tenía ni idea de que era el amor, ningún tipo de amor. Su padre lo había regalado a Freezer para establecer un acuerdo, lo había sacrificado por le bien de su pueblo sin importarle lo más mínimo su bienestar. Freezer no era un ejemplo de amor en ningún sentido. Lo más cercano al amor que había recibido en su vida era lo que yo le había estado dando y él ni siquiera podía darle ese nombre porque no lo sabía.

Te Necesito [Vegebul (Vegeta X Bulma)]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora