IV. El regreso de Vegeta

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Oolong no dejaba de sorber el jugo de naranja y me estaba provocando un tic, no paré de mover el pie con disimulo por si él entendía a lo que me refería, como no fue así abandoné toda idea de alejarlo de ese hábito horrible.

—Que tranquilidad. —Dijo Yamcha de pronto. —No hay nada mejor que vivir en este lugar.

Es cierto, mi casa era espectacular. Pero no creo que todos piensen como Yamcha, después de todo, cierto guerrero sayayin había decidido salir huyendo con mi nave y sin siquiera despedirse. Vegeta era un grosero.

—A propósito, me pregunto que estará haciendo en este momento Vegeta. —No encontré nada de malo en mencionar al sayayin, habíamos tenido una buena convivencia en el tiempo que pasó aquí, era normal mi curiosidad.

—En este momento, yo creo que Vegeta está persiguiendo a Gokú por todo el espacio sideral.

—Que hostinado es ese sujeto, cada vez que veo su espantosa cara me pongo a temblar. —Fruncí el ceño sin darme cuenta que lo hacía, para reparar mi error solo le contesté a Oolong con chulería.

—Después de todo yo no creo que sea un hombre malo.

Todos me miraron horrizados. Me había pasado con ese comentario, especialmente por Yamcha. Él casi podía despedir humo de sus oídos.

—¿Qué? ¿Qué no es malo? Es un vulgar ladrón espacial.

—Él hace todo lo posible por perseguir a Gokú, y yo siento que es un hombre con mucho carácter.

—¿Qué dijiste Bulma?

Yo sólo dije la verdad. Es lo que pienso de Vegeta. Se necesita carácter y determinación para hacer las cosas que él hace, aunque no sean buenas o moralmente correctas. No esperaba ganarme el enojo de Yamcha pero entendía porque se ponía de esa forma, Vegeta había sido la causa de su muerte. No podía hacer desaparecer ese rencor de él, ni lo intentaría.

No presté atención a la conversación entre Oolong y Yacham hasta que mi madre apareció con una noticia que no sabía que me afectaría tanto.

—… pronto se le terminara el combustible.

«¿Habrá visto a Gokú en el espacio?» sí Vegeta iba a morir, yo solo esperaba que al menos hubiera obtenido la pelea que tanto estaba deseando cuando se fue. No podía evitar pensar en él, después de todo mi madre acaba de llegar con la peor noticia que podía darme: Vegeta estaba a punto de morir.

Gokú es una buena persona, no mataría a Vegeta, yo creo que solo le ganaría e incluso le ofrecería llevarlo si ve que no tiene combustible. Rogaba a todos los dioses que conocía para que ese fuera el caso, para que Vegeta regresará a la Tierra.

Fue cuando vi la cápsula caer. El aterrizaje forzoso hizo que toda la corporación temblara, me caí sujetando los barrotes de la terraza. Yamcha me ayudó a ponerme de pie y sin esperar a ver que tenía que decir salí corriendo al patio. Vegeta estaba ahí, había caído. Necesitaba comprobar que estuviese bien.

—¡Oh santo Dios! ¡El ladrón de naves por fin ha regresado!

La puerta se abrió y Vegeta apareció con toda la tranquilidad del mundo. Yamcha y él iban a comenzar su enfrentamiento, pero Vegeta no parecía muy interesado en Yamcha. Tuve que intervenir.

—Tienes que bañarte porque estás muy sucio. —Evitó mirarme, solo dirigió su vista hacia mi dedo sobre su pecho. Solo pude sentir la fría armadura, no pude sentir realmente a Vegeta y ese sentimiento me causo escalofríos. —Ven es por aquí. —Como no me seguía tuve que liberar un poco de mi enfado por su actitud, por no despedirse y no sé por cuantas cosas más. —¡Quieres darte prisa! ¡Qué no eres cortes con una dama! —Vegeta solo refunfuñó pero me siguió en silencio y con la cara casi pegada al suelo.

Te Necesito [Vegebul (Vegeta X Bulma)]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora