Pasado 2/?

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Pasaron años luego de eso, la pequeña Natsuki comenzó el entrenamiento para aspirante a demon slayer.

Su abuelo la veía con orgullo y cariño aunque nunca se lo demostró.

La pequeña de 6 años estaba entrenando bajo la luz de la luna nuevamente.

- vamos Natsuki!! -pidió su abuelo.

Debía ser estricto con ella porque si no lo era, sería comida para demonio.

Los sentimientos no sirven a la hora de luchar pero para Natsuki no era igual.

La pequeña Natsuki creía que los sentimientos eran lo mejor que podía pasar, durante la guerra no pero si eran de suma importancia.

Aunque ella jamás sintió amor o cariño, sentía una gran admiración hacia su abuelo que solía llamar padre.

Nunca supo su historia o la de sus padres, su abuelo le decía que no debía interesarle la historia de dos idiotas como ellos.

Aunque eso no iba para su madre.

Sin embargo, ella se hizo otra historia en su mente, donde sus padres murieron luchando aunque no fuera del todo cierto.

No quería hacerse la idea de que sus padres no la querían.

Aveces lloraba pero en silencio, reía en silencio y amaba en silencio.

Todo lo hacia a espaldas de su abuelo.

No hasta que la descubrió llorando en sus sueños.

- mamá y papá nunca me quisieron -repetía esas palabras la niña en su sueño.

Su abuelo la tocó y sintió como tenía fiebre, mandó llamar a los sirvientes.

Por qué los Nishimura eran gente real, gente que se respetaba y admiraba.

- lo siento papá, lamento haber sido una carga para ti -volvió a escuchar a su nieta.

Su corazón dolió, nada de eso era su culpa. Ella era una niña maravillosa.

- abuelito ¿tu me quieres? -pregunto la niña despertando un poco.

El señor sabía que cuando despertará no lograría recordar nada por la fiebre que tenía.

- claro que si princesa, tu abuelo te ama más que a nada en el mundo pero debe ser duro contigo para que no sufras mi perdida y sea comida de demonios, pero abuelito te ama con todo su corazón y esta feliz que seas su nieta -le dijo el abuelo a la niña.

En ese momento los sirvientes llegaron y la trataron.

- déjenme yo la trataré -pidió a los sirvientes y estos aceptaron.

- ellos no me odian? -pregunto la niña refiriéndose a los sirvientes.

- no no te odiamos princesa, eres maravillosa y nos da gusto ser tus sirvientes -respondieron antes de irse.

La niña sonrió un poco débil y dejó que su abuelo cuidara de ella.

Tiempo después la niña cayó dormida en un sueño profundo.

Su abuelo y los sirvientes velaron por ella.

Porque aunque no lo demostrarán ellos la amaban con su corazón y estarían dispuestos a dar su vida por ella.
















Nuevo capítulo, les dejo una pequeña actualización para no dejar olvidado el libro.

Espero sea de su agrado este capítulo, pronto subiré más sobre su pasado.

Deseo que se mantengan sanos y tome agua.

Nos leemos luego.

🔸Amor En La Guerra🔸Iguro Obanai. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora