Capitulo 14

946 64 3
                                    

El pilar de la serpiente llegó a un pueblo cercano con Natsuki y su serpiente.

Los habitantes del mismo trataron de ayudar pero en ese mismo instante Iguro logró divisar a Kokushibo a unos cuantos techos de donde se encontraba y negó por el servicio que le ofrecían.

Solo pidió que le dieran una habitación para pasar la noche.

Kokushibo entró por la ventana de la habitación, le dijo a Iguro que se alejara unos pasos.

Nuevamente otra barrera los rodeó.

- interesante muy interesante - decía Kokushibo al darse cuenta de la barrera.

- veamos que puedes hacer - dijo Kokushibo para cortar un cacho de su haori y aventarlo contra la barrera poco visible.

El pedazo del haori cayó al suelo quemado.

- es mala? - pregunto Iguro al ver cómo ese pedazo se desintegraba.

- algo así, es nuevo para mí, Natsuki solo es la hija original no creí que tendría poderes o algo por el estilo - confesó confundido.

Entonces en aquella pequeña habitación, un rayo de luna traspasó la ventana y de esta se creo una figura de mujer.

La Luna había bajado personalmente para ver a su hija.

- ella no tiene poderes por nosotros, sus poderes fueron adquiridos de otro lado, mi esposo me dijo que logro sentir un gran poder cuando estaba peleando contra el demonio de su padre - mencionó la luna acercándose un poco más.

Ella es la luna en su forma humana

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ella es la luna en su forma humana.

- tu....... - dijo Iguro sin poder hablar.

Las leyendas eran ciertas, todo sobre el sol y la luna era verdaderos.

- es normal, es la segunda vez que me presento ante un humano en mi forma normal - dijo la luna para sonreírle al chico.

La luna era preciosa, una mujer encantadora pero ya estaba casada con nada más y nada menos que El Sol.

- entiendo - contestó Iguro.

- solo bajaste para presentarte y hacer amigos o que? - pregunto enfadado Kokushibo.

La Luna aparte de ser hermosa era muy coqueta, no perdía la oportunidad de coquetear con hombres cada que podía. Pues casi nunca bajaba a la tierra ya que tenía que cuidar de sus hermanas menores las estrellas. Estas pequeñas estrellas eran muy traviesas y cada que su hermana mayor se encontraba perdida en otro lado, las estrellas ocupaban esa distracción para atraer a hombres de otros planetas y mujeres.

🔸Amor En La Guerra🔸Iguro Obanai. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora