Mil gracias por leer este capítulo, espero les entretenga aunque sea un poquito.
ADVERTENCIA:
Temas sensibles, recuerden solo es ficción y no estoy de acuerdo en ninguna de las practicas o cosas descritas aquí.
Esta historia es algo extrema y cruda no sé qué tan fuerte les parezca pero si a pesar de todo le dan una oportunidad y toleran leer ciertas cosas, entonces en verdad espero que les parezca interesante y les agradezco de nuevo por leer esta locura XD.
Anteriormente:
Thais suspiro con cansancio.
—Bien. ...Ya sabes defenderte por tu cuenta después de todo, así que... si te digo que vayas a mi celda sin matar a nadie ¿Lo harás? — Dijo Thais mientras recargaba su cabeza en el pecho de Yannick y me miraba más relajado.
— ¿Matar? — Pregunto Yannick confundido.
Si es solo no matar, no hay problema.
Sonreí.
—Sí, te prometo que no matare a nadie e iré a tu celda—
—Júralo por el jefe— Dijo Thais con seriedad.
— ¿Eh? — Yannick solo nos veía sin comprender.
Thais parece conocerme demasiado bien...
Pero no estoy mintiendo y no pienso faltar a mi promesa.
—Lo juro, no matare a nadie—
Thais asintió satisfecho.
—Bien, entonces te veo en mi celda, regresare en 1 hora, no en dos... mmm mejor que sean tres—Dijo cambiando de opinión en la hora conforme pasaba sus manos por el pecho de Yannick.
Sin decirme nada más, los dos se fueron.
Bien, ahora por fin puedo buscar a ese maldito impostor y encargarme de él.
Truman pov.
Camine hacia su celda y por suerte mi objetivo estaba saliendo.
Se formó en la fila para obtener el desayuno y era una fila bastante larga.
...
Primero debo quitarle ese asqueroso listón de su estúpido cuello.
Pero... ¿Cómo me acerco sin que me vean, si ya por el solo hecho de estar aquí parado estoy recibiendo muchas miradas?...
...
Mmm...quizás si provoco alguna clase de disturbio...pero no debo estar involucrado, no quiero que Elian se enoje conmigo.
¡Ya se!
Me forme en la fila y me alegre al ver que detrás de mí se formaba alguien mucho más grande que yo.
En estas ocasiones agradezco mi estatura...
Espere un poco a que avanzara la fila y vigile a ese maldito que estaba mucho más adelante.
—Oye ¿No eres tú el nuevo juguete del jefe Elian?— El recluso a mi espalda intento hablarme...
Bien, debo evitar eso.
— ¡Mi señor Elian! ¡Ya voy! —Hable un poco fuerte y salude en una dirección con alegría.
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Soy el cazador y contigo la presa
RomansaUna prisión que es dominada por sus reclusos, un lugar sin leyes y con todo tipo de diversiones o perversiones dependiendo del punto de vista. ¿Quién dice que no puedes encontrar amor en un lugar así? Pero el amor perverso, obsesivo y retorcido ¿Sig...