🌈 Clasificación: +16.
🌈 Cronología:
•Cato: dieciséis años.
•Gary: diecinueve años.
🌈 Temática: Lil'CatoGary.
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Racismo y homofobia, eso era lo que abundaba en Crimson Light: una vergüenza si tus hormonas se alborotaban de forma invertida, y otra si paseabas por la calle de la mano con tu enamorado. La cuestión variaba si eras un Ventrexiano, una raza evolucionada descubierta recientemente, pero si ambas se combinaban, de forma casi inmediata debías abandonar la ciudad. Eso, u ocultarlo muy bien bajo tu ropa -tal como ellos intentaban hacer.
Lo había conocido cuando el Gobierno aprobó la ley de estadía, unos tres días después de que se mudaran. Habían creado una zona residencial sólo para esos gatos, algo a lo llamaron Rownell Garden y que se encontraba custodiado por una gran muralla de tela metálica electrificada por prevención. Se trataron tal cual niños en la guerra fría hasta que los humanos dejaron las protestas y los Ventrexianos se acostumbraron a la ciudad. Cuando la criatura naranja al fin pudo salir, decidieron que iban a emparejarse casi de forma mecánica. Y hablo de emparejarse en secreto, no a voz del pueblo. Aunque sí existía una noche muy presente en sus memorias, con la sangre ahogada en alcohol, una juventud desbocada y el pudor dejado olvidado en lo más recóndito de ellos mismos, y que se compaginaría con los acontecimientos de una mañana cualquiera.
Ese día se despertó sólo para encontrarse con un enorme latino de gafas y afro sentado en el sofá de la sala de estar. Delante de él, su madre se restregaba las palmas contra la falda, nerviosa. Su papá sólo tenía los brazos cruzados sobre el pecho. Supo, por pura intuición, que aquello no era buena señal. Por eso se quedó escondido en los peldaños de la escalera, escuchando con atención; hace dos horas que estaban hablando, y lo más que pudo entender era que el asunto no iba ni con su nombre, ni con su apellido. O al menos, no de forma directa, como un homicidio con cómplices y testigos involucrados.
"Entonces, ¿ni idea de dónde puede estar?", preguntó el tipo otra vez. Sheryl negó con la cabeza. "¿Hace cuánto que no lo ven?"
"Nunca ha entrado a la casa", la voz de su mamá siempre había sido tranquila, pero Gary pudo notar esta vez un deje de preocupación y nerviosismo. Lo que decía era cierto: no dejaban que el felino entrase a la casa, como tampoco permitían que él se colara bajo la tela y paseara por Rownell Garden como perro (en este caso, gato) por su patio. Sin embargo aquella falta de confianza era porque de todas maneras iba a mentirle al oficial, ya que en el fondo pensaba que tal vez la crianza xenófoba que le había dado a su pequeño resultó bastante excesiva, y con resultados inesperados. Y era mejor lavarse las manos con tiempo que luego de manchárselas con tierra ajena. "Lo siento. No tenemos esa conexión con esa familia, ni con dicha especie. No permitimos que entren a la casa, aún si le suena muy sospechoso"
"¿Son Ventrefóbicos acaso?"
"¿Qué? No, sufrimos de alergia", mencionó. Otra mentira. "Por eso preferimos no tener interacciones con ellos. Mi esposo, yo... y nuestro hijo"
El hombre, que había estado moviendo la punta de su lápiz de grafito sobre una de las hojas de su libreta de bolsillo, se detuvo de golpe. Gary se asomó, lo vió girar el cuello hacia donde se encontraba de una forma casi antinatural y su cuerpo sufrió un acto reflejo, recogiendo las piernas para ocultarse. Hubo un momento de silencio abajo en la sala, hasta que el oficial volvió a hablar, ahora con voz profunda:
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One-Shots || GATO
Fanfiction🔥Historias random de Gary × Pequeño Cato. 🔥Universos alternos que se juntan en este libro. 🔥Las edades (OBVIAMENTE) van a cambiar en ciertos casos. En otros, se mantendrán de igual manera. 🔥Final Space le pertenece a Olan Rogers. Personajes crea...