One-Shots || GATO

💔 Beloved Adoptive Dad 💔

🌈 Clasificación: +14.

🌈 Cronología:

•Cato: catorce años.

•Gary: treinta y dos años.

🌈 Temática: DadSpeed/Lil'CatoGary.

🌈 El hermoso dibujo de arriba le pertenece a la bellísima ArtByCandy.

✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨

La sombra de un Ventrexiano naranja caminando por el pasillo de la nave fue lo que alarmó a Mooncake y lo hizo salir con rapidez de la habitación en la que se encontraba.

Sus ojos observaron, analizaron. Sus antenas vibraron. Luego, sintió curiosidad; ¿hacía dónde se dirigía Pequeño Cato?

Con preocupación, flotó en el espacio vacío unos pocos metros detrás de él para que el joven felino no se diera cuenta de su presencia, y si acaso lo hacía, tener tiempo para esconderse. Instantes después se percató de que tal vez ni siquiera un meteorito podría haber interrumpido su caída en picada: el muchacho parecía moverse como en un trance, arrastrando los pies sin mucho esfuerzo, el torso encorvado, y con los ojos marcados de notables ojeras púrpuras a punto de cerrarse. Mooncake ya lo había visto así en otras oportunidades (en esas noches que siguieron a la muerte de su padre...), pero hace rato que había pasado los ductos de ventilación. Así que, ¿hacia dónde iba?

Siguió tras él hasta que se detuvo. Lo escuchó suspirar, colocar la pata en el panel y luego se metió con él a la enfermería.

¿La enfermería? A juzgar por el olor a látex, parecía que era la enfermería. Una máquina emitía por segundos unos extraños pitidos que inundaban la habitación cubierta por una suave luz azul. Una camilla, y una chica que dormía en ella. Más allá observó otros aparatos, y en una silla, reclinado, con la cabeza mirando hacia el techo, se encontraba él.

Pequeño Cato siguió caminando hasta que se topó con su cuerpo inmóvil; Mooncake pudo ver que su brazo mecánico descansaba sobre sus ojos. Piernas abiertas, el otro brazo colgando. Extraña e incómoda posición la que se gastaba el humano. La esfera de energía cosmica (¿existe otra forma de llamarle?) esperó el siguiente movimiento del felino escondido detrás de unas cajas apiladas entre sí. ¿Qué iba a hacer ahora?

Cato se echó un buen estirón. Sin mucho cuidado se sentó en su regazo abrazando su torso y acomodó los brazos del rubio para que simularan estarlo abrazando. Su rostro se escondió en el hueco del cuello del contrario. Se quedó así hasta que el rubio se removió incómodo en su lugar, despertándose de su siesta.

"¿Huh?", le preguntó. "¿Qué haces aquí, amigo?"

No obtuvo respuesta por la pequeña parte que se encontraba encima de él, tan sólo una leve risa cuando alzó la mano para despeinarle el Mohawk. Mientras que los labios de Gary se curvaran en una sonrisa, Mooncake sonrió también para sus adentros observando la preciosa escena. Por supuesto, y como casi todo lo bueno en la vida, no duró mucho y Quinn -quien yacía a unos metros más allá- soltó un quejido que alertó de inmediato al rubio.

Mooncake pensó por un instante que Gary se contuvo para no pararse, arrojar lejos a Cato e ir corriendo a asistirla. Suspiró de alivio al ver que nada de eso había ocurrido. Pero de pronto algo pesado lo arrastraba hacia el suelo, y la gravedad le estaba empezando a jugar una de sus malas bromas.

"¿Qué tal si lo dejamos para otra ocasión, Spidercat?", le escuchó decir. Su cuerpo, que chillaba cuando alguien lo apretaba como una pelota de caucho, lo envolvía y le causaba claustrofobia, como un guante sobre un rostro.

"P-pero tuve una pesadilla..."

El pequeño soltó un horrendo sollozo. Del otro lado, Quinn volvió a quejarse. Entonces, se dijo Mooncake, había sido simplemente eso.