💜 The Kiss and the Brooch 💜

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🌈 Clasificación: +12.

🌈 Cronología:

•Cato: nueve años.

•Gary: trece años.

🌈 Temática: Lil'CatoGary.

✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨

"¿Me dejas ver?"

"No, ¡es mío!"

"¡Vamos, Gary! ¡Sólo quiero verlo de cerca!"

"¡Ugh, bien! Pero no lo vas a tocar, ¿de acuerdo?", bufó.

"Sí, sí, sí. ¡Sólo déjame verlo!"

"Okay, no sé ni para qué te conté esto... ¡Ponte para allá!"

"Okay, okay. Bien. ¡Ya muéstramelo!"

"Ay, niño. ¡Tú sí que jodes!"

El chiquillo rió tiernamente, sin siquiera afectarle sus tan bruscas palabras. Se había acercado para poner sus patas alrededor de su brazo, pero ahora con aquello tuvo que dar dos pasos hacia atrás. Gary rodó los ojos y se metió la mano en el bolsillo, mordiéndose el labio; Pequeño Cato, a su lado, movía la cola de izquierda a derecha con mucho entusiasmo. Mientras refunfuñaba, sacó un broche de plata no más grande que el tamaño de una ciruela, cuyas espigas metálicas resplandecían a ambos lados de una figurita verde circular con dos antenitas sobresaliendo de su cabeza. Debajo de éste, en finas letras, había una inscripción tan diminuta que todavía no había podido leer, aunque entendía lo que significaba el muñequito casi caricaturesco, y que las cintas a su alrededor sólo le confirmaban que se trataba de una persona ya fallecida.

Por supuesto, el Ventrexiano parecía imaginarse otra cosa, pues sus ojitos se agrandaban con mucha emoción y sus pupilas brillaban, encantado. Él, por su parte, sonreía orgulloso de la posesión del objeto, que había llegado en una pequeña caja negra, hace ya unas pocas semanas atrás.

"¿Y? ¿Qué tal?", le preguntó. La colita del felino siguió moviéndose un largo rato, entusiasmado. Para Gary -a pesar de no querer admitirlo-, no existía alguien más adorable que ese cachorro Ventrexiano, y no había mayor satisfacción para él que verle sonreír con ganas. Sin embargo, cuando estiró la pata para tomar el broche, él cerró el puño, ocultándolo.

"¡Hey!"

"¡Es de mi papá, no puedo dejar que lo toques o dejarás tus huellas por toda la superficie! Aparte, puedes romperlo"

Pequeño Cato lo miró con detenimiento, con una ceja alzada y cara confusa.

"¿Cómo puedo romper una cosa dura?"

Sintió pesada la cara ante la pregunta, sus mejillas tomando un leve tono rosado que causó que Pequeño Cato se riera cariñosamente. Gary sólo pudo pensar en que odiaba tener de amigo a un mocoso que aún no sabía las cosas que decía.

"No sé, pero lo harás", y por pura ocurrencia se atrevió a mencionar: "...y entonces mamá va a castigarme..."

La boca del felino formó una perfecta 'o' ante la sorpresa de la nueva información. Habían sido... ¿cercanos? Desde su nacimiento, y el rubio supuso que no recordaba que alguna vez la Enigmática Señora GoodSpeed hubiese hecho algo parecido con él. Y es que no, porque mentía. En realidad, a su madre le valía poco lo que él hiciera. La cosa era, en realidad, el valor sentimental que le había dado al broche. Pero por supuesto, Pequeño Cato no debía saberlo.

One-Shots || GATODonde viven las historias. Descúbrelo ahora