𝑱𝒖𝒆𝒈𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒔𝒆𝒅𝒖𝒄𝒄𝒊𝒐́𝒏 [𝑵𝒐𝒛𝒆𝒍 𝑺𝒊𝒍𝒗𝒂]

# 3

Narrador Omnisciente:

Fuegoleon le iba a responder a Minerva, pero fue interrumpido por el sonido de la puerta que se había abierto violentamente y entro un caballero diciendo que la Ciudad Real estaba siendo atacada y a los pocos segundos un caballero de la orden de Amanecer Dorado saco su grimorio e hizo un hechizo de alto nivel que mostraba una maqueta exacta de la ciudad real.

Luego de un par de minutos los capitanes y los caballeros se dividieron en equipos, aunque Minerva quería irse sola pero Fuegoleon se lo impidió, así que no tuvo opción más que subirse al león de fuego que había creado el capitán de los Leones Carmesís junto con Noelle.

Minerva sentía la mirada del capitán Fuegoleon sobre ella pero no le molestaba, después de todo ellos se conocían desde que eran niños, luego de un par de minutos habían llegado a la zona norte de la ciudad y se encontraron con una gran cantidad de personas que estaban muertas.

Bajaron del león de fuego y el primero en atacar fue Leopold con su ataque "Espiral de fuego" haciendo cenizas a esos humanos sin vida y lo mismo hicieron los demás caballeros, aunque Minerva solo estaba observando como peleaban sus compañeros, ya que estaba planeando una estrategia de ataque, pero fue sacada de sus pensamientos al escuchar la voz de Fuegoleon.

—¡¿ACASO PIENSAS QUEDARTE MIRANDO MINERVA?! PELEA.

—No me gusta que me digan que hacer pero hare una excepción contigo leoncito-dijo Minerva sonriendo mientras sacaba su espada, para luego atacar a los muertos vivientes.

Acabo con todos ellos sin usar su grimorio pensaron Noelle y Leopold, estaban sorprendidos al ver que la de cabellos blanquecinos había acabado con todos solo con su espada envuelta en una gran cantidad de poder mágico, aunque a Fuegoleon no le sorprendía pues sabia lo poderosa y fuerte que era ella, después de todo Minerva había entrenado junto con Mereoleona y sabia que prefería pelear cuerpo a cuerpo.

—Encárguense de ese sujeto.

—¿Qué es lo que ocurre Minerva?

—Tengo un mal presentimiento.

Fuegoleon le permitió marcharse pues confiaba en su intuición, la peli-blanca subió a uno de los edificios de la zona y sintió como una gran cantidad de maná se estaba acumulando en diferentes puntos de la ciudad y de un momento ya no sintió el mana de los caballeros mágicos, solo podía percibir el mana de unos cuantos.

—Maldición. Tengo que informarle de esto a...-dijo Minerva antes de esquivar un ataque

—Eres bastante hermosa ¿Qué te parece si nos divertimos en otro lugar?-dijo un mago de cabellera anaranjada sonriendo de forma seductora, pero no le duro mucho esa sonrisa pues la femenina lo había golpeado en el rostro.

—Voy a matarte.

—Inténtalo si es que puedes-dijo Minerva sonriendo de forma burlona

Comenzaron a combatir aunque Minerva aun sentía un mal presentimiento, así que se enfoco en derrotar rápidamente con el enemigo para luego dirigirse hacia a donde estaba Fuegoleón, la de cabellos blanquecinos aprisiono al hechicero, aunque cuando llego al lugar donde estaban sus compañeros se encontró con una escena que la dejo en shock.

Fuegoleon...-dijo Minerva en voz baja mientras se acercaba lentamente hacia a Mimosa que estaba curándolo, pero se detuvo al escuchar como Solid y Nebra criticaban el estado del capitán de los Leones Carmesís.

La femenina estaba furiosa al escuchar las palabras que decía Solid, así que se agacho para recoger uno de los ladrillos que había en el lugar, para luego lanzárselo a Solid haciendo que el chico terminara estampado en uno de los edificios y provocando que los caballeros se sorprendieran por la gran cantidad de poder mágico que emanaba de la mano de ella.

—Cierren la puta boca. ¿Creen que tienen derecho a hablar sobre el estado de Fuegoleon?... Mientras ustedes cayeron en esa trampa, nosotros defendimos la ciudad con nuestras vidas.

Los caballeros mágicos se quedaron callados pues sabían perfectamente que la peli-blanca decía la pura verdad, después todos se dirigieron hacia al Pabellón Mágico donde empezaron a curar a Fuegoleon y a Leopold, mientras que Minerva se encontraba con la cabeza agachada esperando noticias sobre el estado de su amigo.

Luego de un buen rato apareció el Rey Mago con Asta en los brazos y les explico sobre lo que había pasado con ellos y el objetivo del grupo terrorista que había atacado a la ciudad, aunque Minerva decidió retirarse ya que quería estar sola a pesar de que dejaba solos a sus compañeros, pero se detuvo al sentir que alguien se había interpuesto en su camino

—¿Qué es lo que quieres Juli...-dijo Minerva antes de quedarse callada al mirar que no era Julius, si no que era el capitán de las Águilas Plateadas.

Mierda. De seguro quiere vengarse por lo que le hice a su hermano pensó Minerva, mientras observaba los moretones que tenia Solid en el rostro.

—¿Qué es lo que...-dijo Minerva antes de ser interrumpida

—Mañana ven a mi oficina.

—¿Por qué tendría que ir a su oficina?

—Porque te lo está ordenando un noble y tu como una patética plebeya tienes que obedecer.

Si supieran realmente quien soy, dudo que me trataran así como lo están haciendo pensó Minerva mientras sonreía y trataba de reprimir su risa.

—¿Crees que tu puedes darme ordenes a mi? Estas muy equivocado si piensas que te voy a obedecer, trencitas-dijo Minerva sonriendo de forma burlona antes de esquivarlo para poder continuar con su camino.

¡Espero que hayan disfrutado el capitulo!