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Narrador Omnisciente:

Minerva sentía el calor del cuerpo peli-plateado, pues había reconocido el aroma del chico, la peli-blanca podría haberlo congelado por estar en su habitacion sin su permiso, pero ella simplemente coloco sus manos sobre las de el.

De pronto Rimuru salió de su escondite y se transformo en humano provocando que Nozel se separara de la peli-blanca y de esa manera rompiendo el abrazo, sin embargo Minerva aun no se encontraba bien.

—Señorita Minerva.

—Estoy bien. Solo tuve una pesadilla.

—¿Qué haces en mi habitacion?

—Marx requiere de tu presencia para la misión.

La peli-blanca suspiro al escuchar eso ya que no tenia ganas de salir de su habitacion, pero no tenia opción así que se levanto de la cama y se dirigió a su closet para escoger la ropa que utilizaría, después se metió en el baño mientras que Nozel se quedaba a solas con Rimuru.

—¿Eres un pervertido?-dijo Rimuru mirando fijamente a Nozel el cual ahora se encontraba sorprendido y ofendido por las palabras del chico.

—No lo soy ¿Por qué me preguntas eso?

—Estabas observando a la señorita mientras estaba durmiendo. Además, te acercaste demasiado a ella.

—Solo quería despertarla así que deja de creer que soy un pervertido.

Minerva salió del baño y noto que Nozel estaba molesto por la expresión que reflejaba su rostro, ella se pregunto si había ocurrido algo entre Rimuru y Nozel, pero decidió que después le preguntaría al espíritu así que salió de la habitacion junto con el peli-plateado.

Marx les explico a los caballeros mágicos la situación que estaban enfrentando los miembros de los Toros Negros, aunque Minerva no estaba prestando atención, ya que estaba más concentrada en sus pensamientos, pero regreso a la realidad por Rimuru que le comenzó a explicar lo que ella tendría que hacer en la misión.

Llegaron al lugar a través de la magia espacial e inmediatamente los tres capitanes lanzaron sus hechizos al mismo tiempo, evitando que el gran ataque alcanzara a los toros negros, los capitanes intercambiaban palabras con el capitán Yami, mientra...

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Llegaron al lugar a través de la magia espacial e inmediatamente los tres capitanes lanzaron sus hechizos al mismo tiempo, evitando que el gran ataque alcanzara a los toros negros, los capitanes intercambiaban palabras con el capitán Yami, mientras que Minerva se acerco para curarlos sin darle importancia a los enemigos que se encontraban en dicho lugar.

Minerva escuchaba lo que decían sus compañeros con respecto al peinado de Nozel, sin embargo ella no dijo ni una sola palabra al respecto, lo cual le pareció extraño a Nozel ya que la peli-blanca siempre aprovechaba cualquier oportunidad para molestarlo, pero ahora era todo lo contrario.

Los capitanes comenzaron a pelear y el lugar comenzó a temblar, mientras que Minerva solo observaba la batalla ya que había terminado de curar las heridas de sus compañeros, sin embargo ella tuvo que crear una especie de domo para evitar que los escombros que salían volando a causa de la batalla no llegaran a donde estaban ellos.

La peli-blanca observo a la oponente de Nozel y noto que utilizaba magia de espíritus, sin embargo no quería interponerse en la batalla peli-plateado ya que podría molestarlo. Además, que no tenia muchas ganas de combatir en ese momento, pero de repente hubo un gran estruendo justo donde se encontraba la peli-blanca.

—¡MINERVA!

Las expresiones de los rostros de sus compañeros cambiaron de preocupación a alivio al mirar que la peli-blanca se encontraba sin ningún rasguño, sin embargo ella estaba molesta porque habían arruinado su tranquilidad.

—¡Oe! Bestia.

La temperatura en el lugar comenzó a bajar a causa de Minerva, por lo cual el capitán Yami y Asta aprovecharon la oportunidad para atacar al líder, después de unos minutos los enemigos abandonaron el lugar, aunque cuando Nozel busco con la mirada a la peli-blanca se dio cuenta que ella ya no se encontraba en el lugar.

La temperatura en el lugar comenzó a bajar a causa de Minerva, por lo cual el capitán Yami y Asta aprovecharon la oportunidad para atacar al líder, después de unos minutos los enemigos abandonaron el lugar, aunque cuando Nozel busco con la mirada ...

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Tres días después.

Minerva se encontraba en el jardín junto con Rimuru, mientras disfrutaba de la tranquilidad que se sentía en el lugar, pero sintió la presencia de alguien que acababa de llegar al lugar, ella no se intereso en saber quien era pues su aroma lo delataba y ya sabia de quien se trataba.

—Julius no se encuentra en este momento.

—Lo se.

Ninguno de los dos volvió hablar, solo se escuchaba el sonido del viento, la peli-blanca acariciaba la cabeza de Rimuru, mientras que Nozel observaba a la chica y se preguntaba como es que ella miraba con esa venda en los ojos y porque razón la utilizaba.

—¿Qué tanto me miras?

—¿Cómo haces para ver con esa venda?

El peli-plateado se sentó al lado de ella, sin embargo mantuvo una cierta distancia con la chica ya que no confiaba en ella, pues no quería que volviese a ocurrir lo mismo como la vez en la habitacion de Fuegoleon, mientras que Minerva estaba pensando en como molestarlo.

—Magia-dijo Minerva mientras dibujaba en el aire un copo de nieve.

La peli-blanca comenzó a reír al ver la expresión de seriedad que tenia Nozel, sin embargo en el fondo al peli-plateado le alegraba ver que la chica volvía a sonreír porque los días anteriores que se la había encontrado por casualidad había notado que andaba desanimada desde aquel día que había tenido la pesadilla.

—Trencitas.

—¿Qué quieres, plebeya?

—¿Cómo te haces tu trenza?-dijo Minerva acercándose al peli-plateado provocando que el capitán de las Águilas Plateadas se pusiera un poco nervioso por la cercanía que había entre ellos

—Estas muy cerca, plebeya.

—Te equivocas trencitas. Esto es estar cerca.

La peli-blanca tomo de la barbilla al peli-plateado y acerco sus labios a los del capitán, pero se detuvo antes de apoyar sus labios y sonrió de forma burlona.

—¿Notas la diferencia, trencitas?

¡Espero que hayan disfrutado el capitulo!

𝑱𝒖𝒆𝒈𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒔𝒆𝒅𝒖𝒄𝒄𝒊𝒐́𝒏 [𝑵𝒐𝒛𝒆𝒍 𝑺𝒊𝒍𝒗𝒂]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora