𝑱𝒖𝒆𝒈𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒔𝒆𝒅𝒖𝒄𝒄𝒊𝒐́𝒏 [𝑵𝒐𝒛𝒆𝒍 𝑺𝒊𝒍𝒗𝒂]

# 17

Los caballeros mágicos se habían dividido en grupos para derrotar a los enemigos, aunque cierta femenina había decidido irse sola y hacerlo a su manera sin tener que darle explicaciones a nadie, primeramente Minerva decidió que no mostraría su magia sino mas bien atacaría a sus enemigos en una batalla cuerpo a cuerpo.

—No es un mal lugar para activarlo aquí.

Su mano se coloco en una de las paredes y comenzó a extender un hielo casi in-detectable a la vista de los ojos y menos que se pudiera detectar tan fácilmente con la magia, su plan consistía en congelar lentamente la base hasta dar con el mago que estaba detrás de aquel plan de destruir el Reino de Trébol.

—Oh! Esto es realmente interesante.

Minerva había detectado como algunos de los caballeros mágicos se envolvían en un mana totalmente abrumador, en pocas palabras habían adquirido más poder, una sonrisa se formo en el rostro de la femenina al sentir ese inmenso mana, estaba interesada en saber como seria un combate contra esas personas.

—Al parecer podre liberar un poco de esta tensión que tengo en mi cuerpo.

Rápidamente la femenina corrió en dirección al lugar donde sentía el cambio de la persona que ahora mismo era poseído por un elfo, debía admitirlo ella solamente estaba peleando para liberar las emociones que la estaban consumiendo por dentro, sin embargo Minerva debía contenerse para no asesinar a ninguna de esas personas que estaban siendo poseídas por elfos, después de todo seguían siendo caballeros del Reino del Trébol.

En otro parte se encontraba el capitán de las Águilas Plateadas combatiendo con los caballeros mágicos que habían sido poseídos por los elfos, apenas era el junto con dos caballeros que pertenecían a la nobleza y sus rivales eran cinco lo cual era una gran diferencia.

—Tienes una buena magia, aunque con eso ni creas que podrás vencernos.

—Estas subestimando mi poder, así que déjame mostrarte como pelea la realeza.

Un fuerte estruendo desde arriba se hizo escuchar y a los pocos segundos todos los que se encontraban se alejaron para no ser aplastados por los escombros, a través de la tenues niebla de polvo que se había formado pudieron observar como uno de los caballeros que se había convertido en elfo se encontraba con varias heridas superficiales como si lo hubiera agarrado como si se tratara de un saco de boxeo.

—¿Como es posible que haya acabado de esa manera?

—Siento la presencia de alguien con un gran mana, pero no es alguien que pertenezca al Reino del Trébol.

—¿Dices que esto lo hizo un extranjero?

—¡Ya cierren el pico, bolas de basura!

Nozel podía reconocer perfectamente esa voz en cualquier sitio, pues se trataba de Minerva y aunque no lo dijera abiertamente se alegraba que estuviera en buenas condiciones. Sin embargo, la femenina era demasiado orgullosa como para admitir en ese momento que se alegraba de haberse encontrado al de cabellos plateados pues aun estaba realmente furiosa y aunque evitaba darle vueltas al asunto del porque estaba molesta con el descendiente de la realeza.

—¿Porque peleas una guerra que tan siquiera no te debería incumbir?

—¿Y que si no soy de este reino? ¿Realmente importa eso? 

El de cabellos plateados estaba impactado al saber que la de cabellos blancos no era perteneciente a su reino sino que era una extranjera, ahora tenia más dudas sobre la femenina aunque en ese instante no era el momento adecuado como para interrogar a Minerva.

—Quizás no pertenezca al Reino del Trébol, pero soy una verdadera maga con grandes logros como caballera mágica de este reino y por el cual estoy luchando en estos momentos, así que no me vengan con estupideces que no debería involucrarme porque de todas maneras ante mis ojos ustedes son los que han estado lastimando a gente inocente que no tiene la culpa de lo que le hicieron sus antepasados.

—!¿CON QUE DERECHO TE ATREVES A JUZGARNOS?¡ SOLO ERES UNA MALDITA EXTRANJERA.

Minerva esquivo fácilmente el ataque de viento que iba dirigido a su dirección, mientras que los elfos se habían dedicado a discutir con la de cabellos blancos ni siquiera se percataron cuando esta había comenzado a crear trampas de hielo por debajo de sus pies y antes de que estos se dieran de cuenta de su situación pues habían terminado congelados cuando Minerva paso al lado de ellos.

Habían logrado salir de la base del enemigo junto con el resto de caballeros mágicos que no habían sido poseídos por los elfos, Minerva y Nozel ni siquiera se habían dirigido la palabra luego de haber derrotado a los enemigos, era como si ellos se estuvieran evitando a propósito y Noelle se había percatado de que su hermano estaba de un pésimo humor más de lo normal.

—Debería tratar sus heridas, Minerva.

—Esta sangre no es mía, Noelle.

—¿Como que no es suya...?

—Supongo que fue cuando golpee a esos magos y su sangre salpico sobre mi ropa, así que no te preocupes por mi.

Minerva se encontraba mas tranquila aunque igual había desplazado varios de sus soldados de hielo por las aldeas que habían pasado, ahorita mismo la situación se había salido de control y no habían suficiente personal como para defender las aldeas, así que la de cabellos blancos había usado su magia para despertar a los soldados de hielo que le seguían fielmente para que protegerían a los aldeanos.

—Esto debería ser suficiente como para defender a todas esas inocente personas-dijo Minerva apenas en un susurro mientras liberaba una especie de polvo de nieve de sus manos haciendo que este se formara en una flores que liberan un polvo que congelarían a cualquier mago que hubiera sido poseído por un elfo.

—Minerva ¿Que piensa hacer?-dijo Noelle al ver como la femenina comenzaba a liberar un brillo blanco como si estuviera a punto a liberar algo.

—No es algo de lo que debas preocuparte, Noelle-dijo Minerva antes de saltar del águila que había creado Nozel y se dejaba caer sobre la capital que estaba siendo atacada.

¡Espero que hayan disfrutado el capitulo!