𝑱𝒖𝒆𝒈𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒔𝒆𝒅𝒖𝒄𝒄𝒊𝒐́𝒏 [𝑵𝒐𝒛𝒆𝒍 𝑺𝒊𝒍𝒗𝒂]

# 22

Era de madrugada cuando aparecio Minerva frente al Rey Mago, a simple vista se podia deducir que habia tenido un combate bastante dificil; despues de todo su ropa tenia algunas manchas de sangre aunque no se sabia con exactitud si era sangre de la femenina o del enemigo.

—El trabajo esta hecho, Julius.

—Por lo visto, no te fue nada facil capturarlo.

—No fue facil mantenerlo con vida.

—Asi que te pasaste más de la cuenta.

—Tsk! No hubiera tenido problema sino hubiera estado con ese grupo que formo con su hermano.

—Interesante. Dime todo los detalles.

—Mejor miralo con tus propios ojos.

La de cabellos blancos le lanzo una esfera de hielo donde se habian grabado todos los sucesos de aquel encuentro, despues de todo Minerva se aseguraba de tener pruebas por si algo no salia bien en sus misiones y que la siguiente persona que se fuera enfrentar al enemigo pudiera tener informacion sobre ellos.

—¿El se encuentra en la prision?

—Esta siendo atendido por el doctor en la celda.

—Eso seria todo, puedes retirarte. Disfruta de tus dias de descanso.

Minerva simplemente asintio y desaparecio de la vista del Rey Mago, despues de todo estaba cansada luego de aquella mision; ya que al estar en ese escuadron se le encomedaba hacer misiones que no cualquier caballero magico podria hacer con facilidad como lo seria el asesinato.

—Esto es una mierda.

Expulso el humo del cigarro mientra observaba las estrellas que se reflejaban en el cielo. Era extraño que Minerva fumara, pero esa madrugada la femenina estaba muy cansada emocionalmente y lo unico que encontro de desahogarse de manera sana fue el hecho de volver a su viejo habito.

—No importa cuanto lo intente... No puedo dejar de sentirme de esta manera...

Sus blanquecinas piernas se enredaban entre medio de las sabanas mientras lentamente la luz del sol comenzaba a filtrarse en la habitación, un quejido de los labios de la femenina se escucho en la habitación al sentir como el sol comenzaba a reflejarle en el rostro.

—Mierda.

Minerva se dio la vuelta y se cubrio por completo con las sabanas, aunque el sonido del aleteo hizo que no se pudiera dormir como ella pretendia, despues de todo Rimuru la iba a buscar todas las mañanas.

—Puedes irte, Rimuru. Seguire durmiendo.

—Hoy tienes una cita con el capitan Nozel.

La de cabellos blancos ni siquiera se acordaba de ello, Minerva habia planeado quedarse en cama todo el dia y ahora su plan se habia arruinado, lentamente aparto la sabana de su rostro para despues sentarse en la cama.

—Y si le dices que me encuentro enferma, asi no tendria que ir a la cita.

Rimuru estaba incredulo al escuchar tales palabras, despues de todo su dueña llevaba un tiempo coqueteando con el capitan de las Aguilas Plateadas como para que ahora que tenia la oportunidad de confesar sus sentimientos; no quisiera ahora de asistir a la cita.

—Bromeas ¿Verdad?

—Eh... No.

Rimuru suspiro pesadamente.

—Has estado jodiendo y coqueteando con el capitan y ahora no quieres ir a la cita que el te propuso.

—En mi defensa, tengo sueño.

—Capaz dices eso cuando asciendas al trono.

—¡Oe! ¿Como crees que haria eso?

—Bueno, si seria capaz; pero conociendo a mi abuelo dudo mucho que fuera a suceder eso.

—Tienes lo que falta de la mañana para que descanse, por la tarde volvere para levantarte y te prepares para tu cita.

—Como tu digas, Rimuru. Incluso los demas dias no creo salir de la cama, pero sera por otra razon.

Lo ultimo lo habia dicho con un tono coqueto.

¡Espero que hayan disfrutado el capitulo!