Manuel

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—Manuel ¿me estas escuchando?— dijo Tomás, mi compañero de clases— te estoy hablando, hoy comienza la cursada, hay que estar listos—

Cierto, hoy empezábamos a cursar las clases del primer cuatrimestre en esta universidad, las vacaciones se habían terminado definitivamente.
Pero yo no podía concentrarme en eso, en realidad estaba sumergido en mis pensamientos, el abrazo de Marizza ayer me había dejado confundido y conocer a Mia Colucci me había dejado en las nubes, era la mujer más linda que había visto en mi vida, nunca antes había sentido algo así.

—Lo siento Tomás, estaba distraído— contesté intentando volver a la realidad.

Ambos estábamos desayunando en la cafetería del Ne, aunque yo no había probado ni un bocado de mi comida, se me había ido el apetito desde ayer. Tomás continuó hablandome pero yo no lo oía, hasta que segundos más tarde las hermanastras recién llegadas entraron al lugar, robando miradas y suspiros de todos en lo que se dirigían hacía el mostrador para elegir su comida.

—Mia y Marizza— dijo mi amigo sorprendido al verlas —También están acá— 

—¿De dónde conoces a las hermanitas?— fruncí el entrecejo, prestándole atención por primera vez en lo que iba de la mañana.

—¿Hermanas?— preguntó aún más sorprendido

—Hermanastras, es casi lo mismo— expliqué —¿De donde las conoces?—

—Luz me hablo de ellas pero no las conozco— me explicó —Míralas, esas hermanitas son un sueño ¿no te parece?—

Yo también dirigí mi mirada hacía ellas, mi amigo tenía toda la razón. Parecían salidas de un cuento de hadas, aunque había una que me quitaba el aliento con tan solo verla.

—Mia es preciosa— suspiré al prestarle atención

—Y Marizzita no se queda atrás, esta muy linda— agregó Tomás —una para vos y otra para mí ¿no?— río

—Si nos llegan a prestar atención acepto muy contento— reí también —¿Sabes? la jefa no dejo de hablarme de Marizza en toda la semana, me dijo que estaba segura de que nos íbamos a llevar muy bien... es linda—

—Pero a vos te gustó la otra ¿verdad?— levantó una ceja

—Me atrapaste, Mia me dejo anonadado— sonreí —Es que mírala, en serio es preciosa, parece una princesa, una hadita, una...—

—Es preciosa y esta viniendo para acá— me interrumpió mientras señaló hacia donde ella estaba, yo giré a verlas, Mia venía directamente a nosotros y arrastraba a Marizza para que la acompañe. 

—Hola chicos ¿les molesta si nos sentamos con ustedes?— preguntó la rubia

—Por favor, siéntense— pidió mi amigo —Soy Tomás Escurra, lo que sea que necesiten me lo piden a mí—

—Pero Luz nos dijo que si necesitamos algo le avisemos a Manu— contestó Mia, confundida, recibiendo un codazo de Marizza. 

—No seas grosera, gracias Tomás, yo soy Marizza y ella es Mia— sonrió —Es nuestro primer día de clases—

—Bienvenidas entonces, vamos a ser compañeros— sonrió— ¿de dónde vienen?— 

—Vivimos en Palermo, recién terminamos el secundario—  habló la rubia 

—Me dijeron que son hermanastras ¿es verdad?— elevó una ceja 

—Si, fuimos a la escuela juntas y éramos mejores amigas, cuando nuestros padres se conocieron se enamoraron y se casaron este verano— explicó Marizza en un breve resumen.

—Debe ser lindo que tu mejor amiga se convierta en tu hermana— dijo él, no muy convencido 

—¿Escucharon que va a haber un famoso entre nosotros?— pregunté yo cambiando de tema, en un intento por sumarme a la conversación—se va a unir al juego también—

—Yo no entiendo nada de ese juego— se quejó Marizza — Desde ayer que hablan de eso y yo no entiendo—  

—¿En serio se suma un famoso? ¿Quién?— habló Mia, intrigada. Hasta entusiasmada diría yo.

—No recuerdo el nombre, pero se que es hijo de un importante político y que encima es actor, modelo y cantante— bufé con algo de enojo.

La realidad es que pensar en ese tipo me causaban celos, era el prototipo de hombre perfecto y lo más probable sea que a la rubia le termine gustando. Yo no tenía chances al lado de él, si tan solo era un pobre becado, y aún me faltaban mil años para terminar mi carrera.
Jamás estaría a la altura de Mía Colucci.

—¿Y qué se supone que va a estudiar un modelo acá?— dijo Marizza confundida.

—Si no me equivoco va a hacer dos carreras a la vez, abogacía y ciencias políticas — expliqué — son los requisitos para meterse en el gobierno creo, según lo que Luz dijo, él quiere seguir los pasos de su padre— 

—¿Seguro que no te acordas el nombre?— preguntó Tomás, me llamo la atención ver lo intrigado que estaba, aún más que Mia.

Yo no contesté, Luz me lo había dicho la semana pasada pero no lograba recordar el nombre del chico en cuestión.

—Pablo...— susurró Marizza, ese era el nombre, Pablo.

—¡Pablo Bustamante!— exclamé —Es ese ¿Cómo lo sabes?— pregunté confundido, me parecía extraño que Luz le haya dicho también a ella sobre el famoso, se supone que era información confidencial, y que solo yo debía saberlo, por lo menos hasta hoy, que el ingresa.

—Es que está ahí— señaló a la puerta con asombro, todos volteamos hacía ella, al mismo tiempo y era verdad, allí había un chico rubio, de ojos celestes casi transparentes, el vestía completamente de blanco, tanto pantalones como su remera eran del mismo color, aparte llevaba una chaqueta negra y una boina negra también. 

Me llamó la atención saber que Marizza lo conocía, si Luz no había mostrado fotos de él...

—¿De dónde lo conoces?— le preguntó mi amigo, realmente Tomás Escurra era el más interesado en este tema.

—No lo sé, lo habré visto en alguna de esas películas ridículas que mira mi hermanastra— dijo sin dejar de mirarlo. 

—¡Yo lo conozco!— Mia levantó la mano —Siempre escucho su música, tengo un poster de ese chico en la puerta de mi habitación— chilló.

Al parecer la chica nueva no iba a prestarme atención a mí, Pablo no había dicho ni una sola palabra y ya tenía un grupo de fans. 

¿El colmo? se estaba acercando hacía nuestra mesa.

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Los primeros dos capítulos tuvieron más apoyo del que imagine, muchas gracias 🥺

En un ratito subo el próximo, ya saben quien sigue🤭

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