Salvajes

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Hace dos segundos te di mi beso
Hace dos segundos soy hombre entero
Hace dos segundos yo no sabía
Del sabor de tu boca sobre la mía.

Hace dos segundos yo te pedía
Una luna llena con tu poesía
Hace dos segundos que floto en el aire
Hace dos silencios que mi beso arde

—No puedo creer que sea Marizza— dijo Luján mientras intentaba trepar la pared.

Ambos se treparon al muro que separaba al Ne de la ciudad, y desde allí pudieron ver el escenario. Había tanta seguridad en el limite del muro que los separa de los supuestos salvajes que quedaban pocos guardias en lo que rodea al Ne.

—Esta super cambiada, grábala, el va a querer verla— dijo Marcos al poder observarlos —Jamás creí que iba a estar tan cerca de Pablo, sin golpearlo—

Marizza y Pablo cantaban muy acaramelados, tomados de la mano, mirándose a los ojos, dedicándose cada palabra de esa canción.

Nena en dos segundos es tuyo mi mundo
Nena tu infancia es eterna
Ternura tan nueva solo en dos segundos
Ay nena, si vale, la pena.

—Se nota a kilómetros que están actuando, Marizza y Pablo jamás estarían tan cerca— río — Es todo un plan de Marizza, Pablo y Mia, estoy segura ¡es tan obvio!—

—¿Crees que Manuel, Pilar, Tomas y Guido estén con ellos?— preguntó esperanzado

—No lo sé, supongo que si, Mar no soportaria estar a solas con los muñequitos de plástico, seguro que Guido y Manuel están con ella, pero Pili...—

—Shhh— la calló —no perdamos la fe—

—Vos estuviste cuando la dieron por muerta— le recordó

—A Marizza también la dieron por muerta, y esta acá, cantando frente a todos—   

Solo dos segundos y dejo de ser ángel
Solo dos segundos y respiro cielo
Tengo dos segundos para ver tus sueños
Hace dos segundos que lloro el silencio

Esa estrofa solo la había cantado la chica.
Su voz angelical había encantado a más de uno.
Aun no llegaban todos los invitados, solo habían unos pocos ciudadanos, pero en esa prueba de sonido, más de uno se había detenido solo a oírlos.

Entre esas pocas personas se encontraban Marcos Aguilar, Lujan Linares y Javier Alanís.

Ninguno de los nombres eran importantes para ellos dos. Eran simples desconocidos. Unos mas del público. 
Pero para estos tres espectadores habían encontrado a sus amigos, a su familia. Por fin los habían encontrado.

Javier Alanís había entrado por la puerta principal. Vestido de "cazador", la manera a la que ellos tenían para referirse a un guardia civil, cazadores.

Ninguna de las pocas personas que los vieron notaron que se trataba de un chico del otro lado del muro. Pasaba completamente desapercibido.

De todos modos a él no le interesaba si lo descubren o no, porque a Javier Alanís desde hace ya seis meses que nada más le importa.
No desde que perdió lo único que siempre le importó. A su novia.
Él no quería a su familia ni tampoco tenía amigos en quien confiar, Javier solo tenía a su amor.
Hasta que le fue arrebatada.
Marizza desapareció y con ella se fue todo lo que a Alanís le interesaba.

Seis meses la esta buscando sin parar. Hoy la encontró.

Nena en dos segundos es tuyo mi mundo
Nena tu infancia es eterna
Ternura tan nueva solo en dos segundos
Ay nena, si vale

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