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Narrador universal

—¡Mia!— le gritó Manuel al verla entre la gente.

El corrió hacía ella para alcanzarla y comenzó a caminar a su lado en el gran jardín de la institución.

—Manuel, perdón no te había escuchado— sonrió —¿Necesitas algo?—

—Solo quería saber como te fue en tu primer día— dijo nervioso

—Creo que bien, la moda me fascina y estudiar sobre eso me alegra un montón— contestó con entusiasmo —La clase me encantó pero mis compañeros son algo extraños— frunció el ceño

—Todos aquí son extraños, no te preocupes ya te acostumbraras— aseguró

Ella solo le sonrió, según Manuel era difícil adaptarse a este instituto, él llevaba aquí dos años pero se sienten como si fueran dos días. La gente es extraña pero cree que hay que amoldarse a esto si quiere tener un futuro mejor. Los egresados del Ne son los que manejan el empleo en la actualidad.

—Por fin termino este día, necesito descansar mil años— suspiró la rubia—¿Te gustaría ir a merendar conmigo?—

—Claro que me gustaría— sonrió —Pero ¿no invitaras al actorcito nuevo? es el sueño de cualquiera estudiar junto a tu ídolo, creo—

—No puedo creer que diga esto, pero Pablo me da igual— se encogió de hombros —Quiero conocerte a vos, no a él—

Su sonrisa llegaba tranquilamente de una oreja a la otra, Mia quería conocerlo y él a ella ¿Qué más podía pedir? 

—A mi tampoco me interesa conocerte de todos modos, Mia— Pablo llegó hasta ellos, con Marizza sobre su espalda

—¿Y acá que paso?— preguntó la rubia sorprendida —¿De qué me perdí, hermanita?—

—Yo no quería caminar, el modelito se ofreció a cargarme— se encogió de hombros —Sería una idiota si no acepto— ella se bajó de la espalda de su compañero.

—¿Cómo les fue?— les preguntó el castaño

—Ni bien ni mal— contestó Pablo

—Decepcionante, yo esperaba pelear pero solo vimos una introducción a las leyes— se quejó la colorada

—Marizza te metiste en abogacía, no en boxeo— dijo Mia con cierto asco —No seas grasa—

—Acá la grasa sos vos hermanita— 

—Veo que los nuevitos se adaptan rápido— Tomás se acercó hasta ellos sonriente —Tendríamos que ir a merendar juntos para celebrar nuestro primer día de clases... aparte, dentro de poco empieza la carrera por la beca—

—Solo falta uno y comienza la competencia— agregó Manuel

—Siempre nos va a faltar uno— sentenció Tomas, todos se quedaron en silencio, observando al ojiverde sin entender sus palabras.

—¿A que te re...— comenzó a preguntar Marizza, pero rápidamente Tomas la interrumpió.

— Es mejor que vayamos a merendar—

—Manuel y yo íbamos a ir solos...— trato de excusarse Mia.

—Tienen todo el año para merendar solos y conocerse, ahora vayamos los cinco— se quejó Pablo

Todos trataban de convencer a Mia y Manuel mientras caminaban hacía la entrada principal, de golpe Marizza freno, ocasionando que todos se detengan a ver que le había pasado

—¿Qué te pasó?— preguntó Tomás

—¿Estás bien?— se acercó el rubio hacia ella

—¿Ustedes también ven eso?— señaló una de las paredes cercanas a la salida del campus.

Había una chica, la mitad de su cuerpo había atravesado la pared, mientras la otra mitad se veía desde donde estaban ellos, era como una imagen distorsionada, ninguno lograba entender lo que estaba pasando. Se repetía una, y otra, y otra vez.

—¿Es una animación?— preguntó Manuel —debe ser un holograma ¿no?—

—Seguro son los que estudian efectos especiales y eso— dijo Pablo no muy convencido.

Una explosión se oyó, seguida de otra y luego otra, las luces de la calle se habían estropeado de repente, los focos explotaban y salía humo de ellos, el atardecer se estaba poniendo más rápido de lo normal y la oscuridad era cada vez más cercana.

—¿Chicos...?— dijo Mia atemorizada, dejando inconclusa su pregunta

—Algo raro esta pasando, pero no entiendo nada—  añadió Pablo

La mente de todos estaba en blanco, no lograban asimilar lo que veian, quedaron "tildados" tal como una computadora, y ninguno  comprendía lo que veían.
No se animaban a hablar o a respirar, pero tampoco podían irse de allí.

El ruido de unos tacones hicieron que volteen, allí estaba Luz Inchausti, caminando hacía ellos.

—Yo voy a la cafetería a reservar una mesa, los espero allá— dijo acelerado Tomás, el entro rápidamente al edificio sin siquiera despedirse.

—¿Cómo andan mis princesas nuevas?— le preguntó a las chicas —¿Les gustaron sus clases?—

—Si Luz, todo es tan... glamoroso— contestó Mia emocionada

—Me alegro ¿y el príncipe?— se refirió a Pablo —¿Te trataron bien? ¿Manuel te ayudo?—

—Manuel cuida a Mia solamente— acotó Marizza divertida

—A mi me esta ayudando mi compañerita de abogacía— puso su brazo al rededor de Marizza —Hay muy buen nivel en este instituto, Lucecita—

—El mejor nivel, Pablo— aseguró —ahora vayan a comer algo, deben estar agotados—

—Si, tenemos que ir, nos esta esperando Tomás— recordó Mia

—Manuel vos quedate, tengo unas cositas que hablar con vos—

Pablo y las dos chicas siguieron las ordenes de la jefa de ministros y se dirigieron hacia la cafetería, esperando encontrarse a Tomas Escurra allá, y a la vez dejando a Manuel a solas con la mujer de ojos azules.

—¿Paso algo? ¿Hice algo mal?— preguntó asustado, su beca dependía de su trabajo, si no cumplía con las órdenes de Luz al pie de la letra perdería su lugar aquí dentro.

—Eso quiero saber yo ¿paso algo con la chica nueva?—

—¿Con Marizza? no, yo intenté hablarle pero ella quedo flechada por el hijo del presidente— mintió

—Me refiero a la otra, a Mia Colucci —

—Mia es simpatica, nos llevamos muy bien ¿hay algún problema?—

—Hay algo de ella que no te dije Manuel ¿vos por que pensas que te hable de Marizza y no de Mia?—

—Sinceramente no lo sé, Luz—

—¿Vos sabes quien es el padre de esta chica?— el negó con la cabeza —Es hija de Franco Colucci, el causante de la muerte de tu papá—

—¿Qué?—

—Franco Colucci es el que manejaba ebrio y atropello a tu padre cuando salió de trabajar, él es la causa de que vos seas huerfano Manuel, lo descubrí hace poco por eso no te lo dije antes—

—No... no puede ser ¿y por qué admiten gente así en el Ne?— dijo enojado

—Porque la hija no tiene la culpa de lo que hizo el padre, y como institución no podemos excluirla — se encogió de hombros —No te lo digo de mala, te lo digo antes de que te encariñes con la hija de un asesino, nada más—

—Gracias Luz, quiero mantenerme lo más alejado posible de esa gente— aseguró —Franco tendría que estar pudriendose en la carcel—

—Lo sé Manuel, lo sé— lo envolvió en sus brazos —yo haré todo lo posible para que se haga justicia— susurró en su oido.

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Espero que les este gustando!

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