SILENCE [FINALIZADO]

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-Adiós Taehyung, adiós señor Kim- se despidió sacudiendo la mano animadamente, pero ambos chicos solo lo miraron neutro, bueno, Taehyung levantó una mano en respuesta.

Una vez el pelinegro abandonó la casa, el pelicastaño intentó subir escaleras arriba lo más rápido posible, pero la voz del adulto lo detuvo.

-¿Si, papá?- preguntó asustado girando su cuerpo en su dirección.

-Muéstrame el trabajo, Taehyung- extendió su mano, esperando dicho trabajo para ver los progresos que había hecho su hijo con su amigo.

-¿E-el trabajo? Se lo llevó Hoseok, papi- balbuceó aterrado, y una vez el mayor frunció el ceño supo que eso no era buena señal -A-aún puedo llamarlo, sólo déjame ir a verlo- prosiguió corriendo hacia la puerta, pero una vez quiso abrir la puerta, una tonificada mano agarró bruscamente su brazo.

-Sin llamarlo, debes de tenerlo tu, dame - insistió, asustando completamente al joven.

-Si lo tengo, papá, solo que se lo di a Hoseok. Porfa, deja que vaya a verlo y te lo muestro- suplicó retrocediendo poco a poco al ver que el adulto al igual se acercaba a él. Y de lo que se esperaba se chocó con la pared, quedando completamente arrinconado.

El señor Kim agarró fuertemente los cabellos castaños del menor y puso su cara en frente de este, observando atentamente la mirada aterrada de su hijo.

-Si no te castigo puedes volver a hacerlo, y eso no es lo queremos, ¿cierto, hijo?- preguntó jalando de sus cabellos.

-¡Aaaagh, papá! ¡Duele, no volverá a pasar!- gritó adolorido intentando zafarse del agarre de su padre, quien no le cedía ni un solo segundo.

-Tantos errores has cometido y hasta ahora no aprendes- espetó molesto empujándolo contra la pared -¿Qué debería hacer ya contigo, Kim?

-P-papá, detente, por favor. Ya aprendí la lección, por favor...- suplicó derramando algunas lágrimas por el agudo dolor que empezó a tener en el brazo, y no es que no fuera nada, el adulto lo había golpeado con tal brutalidad y estaba seguro de que aquel golpe le dejaría un enorme hematoma o posiblemente le habría roto el brazo por el intenso dolor que tenía.

El mayor removió sus cabellos indeciso y miró al pelicastaño, quien le miraba con dolor y miedo.

-No habrán segundas oportunidades, Kim. Suficiente por hoy. No te quiero ver, vete- ordenó apuntando las escaleras para que se fuera. No pasaron mas de 15 segundos hasta que Taehyung salió corriendo hacia su habitación y cerró la puerta a su paso.

Se sentó en el frío suelo y se sacó la parte de arriba, la camiseta blanca para analizar su brazo.

Pudo observar todos los moretones que adornaban casi completamente toda esa zona, y ni contar del resto de su espalda, estómago y brazo izquierdo.

Lo que más destacó él de todas esas heridas fue el enorme hematoma negro, morado y amarillo que empezaba a formarse justo en donde su padre le había lastimado.