3

338 22 6
                                    

Todo el camino había sido silencioso, Hoseok había intentado sacar algo de tema para no sentirse tan incómodo, pero simplemente el menor nunca le contestaba.

-Oye, ¿ya llegamos? Estoy cansado- preguntó pacientemente y en nada, vio como este se acercaba a una casa en concreto.

Al parecer ya habían llegado.

Taehyung tocó el timbre y no es que fuera exagerado ni nada, pero vio la mano del menor temblar. ¿Raro? Ya lo era, así que posiblemente fuera algo que hacía.

Un hombre robusto, de cabellos negros y bastante desordenados abrió la puerta. Tenía facciones muy parecidas al de su compañero, sin duda alguna se trataba de su padre.

-¿Quién es este, Taehyung?- cuestionó aquel hombre mirando fijamente a Hoseok.

-E-Es mi compañero de clase, el chico del que te hablé ayer. Hoseok, haré el trabajo con él.- explicó Taehyung nervioso. Y Hoseok no pudo evitar sorprenderse, escuchar su voz por primera vez le fue algo muy curioso, suave, grave y tranquilo. En verdad no esperaba que su voz fuera así.

-Encantado, señor Kim. Jung- se presentó amablemente reverenciandose levemente.

-Sólo un rato, tengo que hacer cosas- ignoró por completo al adolescente y entró en la casa.

Taehyung sin esperar más entró a la casa, y Hoseok no se hizo esperar muchos segundos cuando ya estaba detrás de él, reemplazando sus zapatos por otros que le dio el menor.

Hoseok observó todo atentamente. Veía escasas cosas ahí. Lo más visto en una casa: mesa, sillas, sofá y televisión.

Pero, lo raro le fue el no ver nada que decorara un poco la casa, como algunos jarrones, cuadros, muñecos o algo. No había nada de eso.

Taehyung lo guió al piso de arriba y entraron a una habitación.

No era muy pequeña, pero tampoco muy grande. Habían unos pequeños peluches decorando la cama y un cuadro del tamaño de 2 hojas de DIN A4 juntas. Pudo ver a una mujer hermosa sentada en el césped de algún parque natural, y en ella a un pequeño niño de unos 5 años sonriente y con una bonita sonrisa cuadrada plantada en su rostro. Y ese niño no era nada más ni nada menos que Taehyung.

Sin duda alguna el chico era muy raro. Pero, ¿acaso el no lo era? Claro que si, pero Taehyung más.

-Ehm...puedes ir sacando las cosas, iré a traer algo para beber. - Aclaró dejando su mochila al lado de un pequeño escritorio en donde ya habían 2 sillas listas para ser usadas. - ¿Qué quieres beber?

Hoseok dejó su mochila encima de la silla y empezó a sacar sus cosas.

-Agua estaría bien. Gracias- respondió tímido, aun mirando todo discretamente.

A decir verdad tenía miedo y algo de incomodidad. ¿Por qué? Porque había vivido muchos años con aquellos rumores de aquel chico que hasta lo tenían inseguro. Hoseok ya lo había conocido desde que ambos tenían 9 años y actualmente tenían 17 años. Eran 8 malditos años con aquellos rumores sobre su cabeza.

Por otro lado Taehyung bajó escaleras abajo para poder conseguir el agua, y por ello tenía que ir a la cocina a cogerlo de la vitrina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Por otro lado Taehyung bajó escaleras abajo para poder conseguir el agua, y por ello tenía que ir a la cocina a cogerlo de la vitrina.

Pero lo que no contaba era con encontrarse con su padre cogiendo cervezas de la nevera. Mal momento.

Intentó pasar inadvertido por detrás de su padre, pero justamente este había cerrado el frigorífico y lo vio.

Una fuerte corriente eléctrica recorrió todo su cuerpo, erizando completamente los vellos de sus brazos.

Intentó ignorarlo agarrando dos vasos y el agua entre sus manos. Sentía su intimidante mirada sobre él y eso le estaba incomodando.

-¿De verdad que sólo es un amigo? No me estarás mintiendo, ¿verdad, gay de mierda?- espetó agarrando al menor de la cintura y susurrándole aquello en el oído.

Taehyung se encogió en su sitio y por poco, por la acción del mayor casi tiraba los vasos al suelo.

-S-sólo es un compañero, papá. Ya lo sabes.- respondió asustado

-Espero que sea sólo eso, pequeño. Porque si me estás mintiendo lo pasarás mal- susurró mordiendo levemente el lóbulo de la oreja del moreno.

-S-Si, lo sé- dijo abrumado empezando a temblar.

El adulto acarició los cabellos del menor y salió de la cocina, con su lata de cerveza en manos.

Taehyung limpió rápidamente su oreja y frunció el ceño. Quería llorar, pero no podía, Hoseok podía sospechar de él.

Se apresuró en llenar los vasos con agua y corrió hacia su habitación.

-Aquí está, perdón por tardar- Se disculpó dándole el vaso en mano y se sentó en la silla vacía.

Hoseok analizó el vaso, mirando desde ambos ángulos.

-No tiene nada.- explicó, sacando el estuche de la mochila.

-T-tampoco era eso- se excusó, tomando el agua sin pensarlo dos segundos.

-Me cambiaré de ropa, no tardo nada- agregó y corrió hacia al baño que había en la habitación, no sin antes coger un mudada de ropa rápidamente del armario.

Y ¿por qué Hoseok había dudado de aquello? Sus amigos le habían escrito minutos atrás haciéndole un millón de preguntas sobre su "salud" y en uno de los mensajes le dijeron que mirara que no lo envenenaran.

¿Estúpido? Sí, pero podía ser posible, quién sabe.

-Bien, antes que nada, Hoseok.- dijo, captando por completo la atención del mayor - Ya has visto que algunos de los rumores de la clase son pura mentira. No desmientas ninguno.

-¿Uh? ¿Por qué? Así todos no te juzgarían y se acercarían a ti.

-Eso no es lo que quiero, estoy bien así.- aclaró mirándolo. - No te metas en mis asuntos, solo no digas nada.

-Está bien. Lo haré.

-Promételo.

-Pero...

-Promételo, hyung. Necesito estar seguro de que lo harás.

"Hyung" Vaya que sabía manipularlo y eso que no lo conocía.

-Está bien, lo prometo.

-Perfecto, empecemos con el trabajo- aclaró agarrando la cartulina que habían comprado minutos atrás en una pequeña papelería -¿Qué ocurre? No me mires así

-Nada. Bien, comencemos.

SILENCE [FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora