Capítulo 32: Día de mejores amigas y compañero nuevo

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Celestia POV:

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Celestia POV:

Mi padre estacionó frente a la puerta de nuestra casa y mi hermano me ayudó a bajar mientras mi madre se adelantaba para pedirle a Bethania ayuda para buscar ropa para que pudiera dormir cómoda, bueno, si es que podría dormir esta noche.

Papá le había entregado las llaves a Marco para luego ayudar a levantar parte de mi vestido que me impedía subir bien la escalinata delantera de la casa. Al llegar a la puerta estaba George esperando para recibir nuestros abrigos y mi bolso que había logrado recuperar luego de todo el alboroto.

Matteo me había permitido quedarme con su saco ya que la parte superior de mi vestido estaba tan dañada que ya no cubría mi pecho, por lo que cuando George me pidió el saco le di las gracias y le dije que me quedaría con él, por ahora.

Llegando al vestíbulo recibí una llamada a mi celular que aún se encontraba en mi bolso, George lo abrió y me pasó el dispositivo móvil. En la pantalla salía el nombre de "Stella Star Capaldi", sonreí divertida, ella misma había sido la que había agregado el "star" en mi identificador de llamadas. Tomé la llamada.

-Ciao – dije con voz desganada.

- ¡Celestia! – respondió eufórica – Ciao bella, nos enteramos de lo sucedido...

- ¿Nos enteramos? – pregunté curiosa, mi padre y hermano seguían ayudándome con el vestido mientras nos acercábamos a las escaleras para subir al segundo nivel. ¿Es posible que Donato y los demás estuvieran preocupados por mí? De Donato lo dudaba mucho y esperaba no tener noticias de él por un buen tiempo.

-Sí, Flavio y yo. Luego de que él y yo comenzáramos a bailar y te dejáramos con Guido en la pista no supimos más de ti, tampoco volvimos a ver a Guido cerca, además de que Donato, Pía, Fiorella y Romeo desaparecieron de nuestro radar por completo – me informó – Solo supimos de lo que te pasó por el escándalo que se armó al llegar la policía quienes informaron que el baile había llegado a su fin y cuando salimos muchos hablaban de la situación, por eso estoy llamándote, para saber cómo estás – terminó con un tono de voz preocupado.

-En realidad no estoy bien, pero tampoco estoy muriendo, solamente estoy existiendo ahora mismo – le informé con cansancio. Al fin había llegado al segundo nivel con mi padre y hermano quienes me llevaron hasta mi habitación en donde encontré a mamá con Bethania quien al parecer preparaba mi tina para un baño.

-Molte bene, no te muevas, iré hasta donde estés, cuéntame ¿estás sola? ¿dónde estás? ¿quieres que te lleve algo? Llegaré en poco tiempo, aunque deba ganarme una multa por ir en exceso de velocidad – dijo haciéndome soltar una pequeña risa.

Bethania sonrió dulcemente, mi madre y padre al igual que Gio habían desaparecido por un momento de mi vista, pero sabía que no tardaría en volver a verlos, estarían al pendiendo de mí al cien por ciento – Ten cuidado, no quiero que te pase algo por correr en el auto, además ¿no crees que ya es algo tarde para que vengas hasta mi casa? – Stella sabía la ubicación de mi casa, era la única, aparte de Donato, que sabía dónde vivía, aunque sería la primera vez que vendría.

El Caso de la Mariposa Monarca (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora