Últimamente he pensado que mi vida se ha convertido en toda una aventura y las emociones las siento como que estuvieran en una montaña rusa, algo que no había pasado nunca a lo largo de mis 17 años. Ha sido bueno conocer personas nuevas en mi etapa universitaria, pero jamás creí que estas personas fueran a involucrarme en su absurda guerra.
-Yo no creo que debería reconocerte de nada -Habló una segunda voz que hizo que sintiera escalofríos. Me giré rápidamente para confirmar mis sospechas sobre esa conocida voz. Mis primas se pararon de sus sillas confundidas por mi actuar.
-¿Qué sucede cugina? -Preguntó Flor llamando mi atención y haciendo que la vea algo nerviosa por la presencia inesperada de ambos chicos que, a la vista de todos, querían matarse.
-Nada, todo está bien -Hablé con mi respiración inestable. – Donato, Mássimo, ¿qué hacen acá? – Me acerqué unos pasos a ellos.
-Estaba realizando algunas compras y pasé a comprarme un helado cuando te vi y decidí pasar a saludarte, pero cierto PINI apareció solamente para fregar el buen momento – Dijo Mássimo con mal humor.
-¿PINI? -Preguntaron mis primas al mismo tiempo confundidas.
-Sí, PINI, es decir, Pedazo de Imbécil No Identificado – Respondió Mass con burla viendo a Donato y haciendo reír a Mar y a Flor. Yo nada más esperaba que no fueran a crear una escena en el local de la heladería, no quería ser expulsada o peor aún, que me vetaran en el centro comercial por su culpa.
-Cierra la boca estúpido malnacido – Se acercó Donato de forma amenazante a Mass quien también se puso a la defensiva en el instante. – Así que te gusta hacerte el gracioso frente a todos ¿no es así? Pues bien, si te gusta andar de picaflor déjame ayudarte a quedar como una mariquita que espera encontrar a su florecita – Le dijo con burla.
-No, no, no, no, ni se les ocurra crear el escándalo aquí dentro, no quiero tener problemas por ustedes dos – Tome mi bolso y les indique a las chicas que salieran del local. – Andiamo adesso – Hablé en forma de orden.
Hice que Mass saliera primero y luego le tomé la mano a Donato para salir y alejarlo de inmediato del centro comercial si era posible. Sentí como se relajó bajo mi tacto en su mano.
Al salir al parqueo del centro comercial solté la mano de Donato y Mass que estaba a unos pasos de mí se acercó y tomó la mano con la que no había tocado a Donato y me jaló, con ese acto logró alejarme lo suficiente de Donato para poder hablarme sin que él oyera y luego sentí como sus brazos me rodearon.
-Principessa, per favore, aléjate de ese idiota, escucha lo que te digo, haznos caso a nosotros -Me habló quedito dejándome pensativa, yo le devolví el gesto y al separarnos me di cuenta de que Donato lo fulminaba con su mirada, seguramente se dio cuenta de que Mass me había hablado.
-Te encanta meterte con lo que no es tuyo ¿verdad Milán? -Le sonrió con sorna y me jaló nuevamente a su lado y alejándome de Mass – No me digas que no te gustan las sobras con las que te permití quedarte – Puso su brazo a través de mis hombros mientras Mass metía sus manos en los bolsillos de su pantalón y lo miraba seriamente.
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El Caso de la Mariposa Monarca (COMPLETA)
Roman pour AdolescentsSINOPSIS: Una mariposa vuela libremente por los prados en los campos, muestra sus bellas alas sin temor ni vergüenza alguna. Ellas simplemente existen y muestran de lo que son capaces, de mostrarse a sí mismas, de confiar en sus alas, de confiar q...