Todo había acabado
Muzan había ganado la batalla y ahora Tanjiro se había corrompido al transformarse en demonio
Mientras las frías garras de la única persona que ame en mi vida rompían mi cuello, permito que las lágrimas nublen mi vista mientras...
-¡En verdad eres muy rápido!- la primera en llegar a mi lado había sido Nezuko, seguida por Tanjiro, los dos eran muy buenos ya que normalmente era muy difícil seguirme el paso pero ambos lo habían conseguido
-Creo que es aquí- con cuidado señale la casa en la colina, esta se encontraba lejos del pueblo tenía doble piso y parecía muy cuidada pero el sonido de tambor que emitía era siniestro
Pronto entre los árboles vimos a dos niños, el mayor sostenía a la menor en un gesto protector, se veían aterrados pero no se movían de su posición, esta vez intentaría hablar con ellos, en el pasado yo no solía hablar con las personas relacionadas a los ataques porque me afectaba demasiado el verlos mal, pero ya no más, aún si había personas que tenían dolor los ayudaría lo mejor que pudiera y en este caso trataría de evitar que ambos se metieran a la casa como en la otra vida
Al acercarme vi como ambos se alejaban rápidamente para ocultarse entre los árboles, era entendible dado la situación de ver a tres jóvenes con uniformes iguales, haoris llamativos, con cuervos y un gorrión, además de katanas y el hecho de que yo fuera rubio no ayudaba, las personas solían pensar que era extraño
Me acerque pero solo un poco para no ponerles nerviosos, no quería que corrieran o peor aún que se pusieran en riesgo si llegaban a acercarse a la casa
-Se lo que pueden estar pensando pero si, mi cabello es rubio y es natural- les sonreí a ambos se veían sorprendidos por mi respuesta
-Mi nombre es Zenitsu, ellos son mis compañeros Tanjiro y Nezuko, y él es... Chuntaro!- con mis manos al frente les enseñe a mi compañero, una de las ventajas de no tener un cuervo era que mi gorrión era muy lindo y con ello lograba calmar a las personas
-Él trabaja conmigo pero más que ser mi compañero parece mi jefe, uno muy regañón por cierto- ante mi cometario un furioso Chuntaro me ataco con suaves picotazos en mi cabeza, haciendo reír a los niños
-Nosotros estamos buscando a mi hermano, ayer en la noche mientras dábamos un paseo unos seres se lo llevaron, pudimos llegar hasta aquí por el rastro de sangre que dejo pero... estamos muy asustados, desde esta mañana que solo escuchamos sonidos extraños de la casa, no sabemos qué hacer- los hermanos se abrazaban mientras contaban su historia, se veían muy cansados, era seguro que no habían pegado ojo durante toda la noche
-Nos haremos cargo, tengan por seguro que haremos todo lo posible para rescatar a su hermano- Nezuko se acercó serena a los pequeños, mientras con un gesto dulce les daba esperanza, la persona en la que se había convertido era increíble, su voz transmitía seguridad y calma, lograba hacer que todos se sintieran en paz, y eso en nuestro trabajo lo significaba todo
Asentí a sus palabras he incluso un adorable Chuntaro se posó en la menor de los niños para hacerles compañía
-En un momento entraremos a la casa a investigar pero antes ¿me harían un favor?- mientras me agachaba un poco para quedar a la altura de los niños les susurré -Chuntaro es muy pequeño y le teme a los lugares desconocidos, ¿me ayudarían a cuidarlo aquí hasta que volvamos?- era obvio que mentía Chuntaro no era ningún miedoso pero mi idea era que se detrajeran con él, además Chuntaro me avisaría si se movían de aquí, también les impediría que entraran en la casa
-Te lo prometemos- la pequeña niña tomó mi mano, mientras un Chuntaro cómplice se posaba en su hombro
-Muy bien! Entraremos pronto, si algo llega a pasar no duden en decirle a mi compañero - con un gesto de asentimiento me dirigí a la casa, pero cuando estuve a punto de entrar una mano firme me detuvo tomándome por mi hombro
-Eso que hiciste fue genial- Tanjiro me miro admirado -Sabes hablar muy bien con los niños y fuiste muy gracioso, cuando te vi también pensé que tu cabello era especial, nunca había visto a alguien rubio- sus ojos eran sinceros, era la primera vez que no me decían que mi cabello era raro y pronto sentí como un sonrojo adornaba mi rostro
-No fue nada, hace tiempo no me animaba a hablar con los demás por miedo a que pensaran de mí pero ahora pienso que el ser diferente es muy bueno, creo que me gusta- al voltear mi vista a sus ojos vi como apartaba su mirada, para después mírame con ojos brillantes
-Me alegro de conocerte Zenitsu- ante sus palabras sentía como mi corazón palpitaba fuertemente en mi pecho, creo que el haber cambiado mi manera de tratar las cosas había dado una vuelta de 180 grados a la manera en la que Tanjiro me veía ahora, antes solo lloraba o me quejaba todo el tiempo pero ahora todo era distinto y me gustaba
Sin decir más los tres entramos a la casa teníamos a unos demonios de los que encargarnos
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