Cap 28

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---T/N T/A---


Jenna por aquí Jenna por allá esta chica loca me vuelve cada vez más.

Ok, diferencias de locura:

Millie me vuelve loca en una forma que mayormente me gusta.

Con Jenna es completamente lo opuesto

Hoy iríamos a la casa de Millie, y bueno ¿quién más está invitada? bueno, Jenna. Por suerte Sophia también irá y saben quién más, Sadie, mi salvación, la única persona que sabe sobre mis verdaderos sentimientos hacía Millie.

Por parte me alivia porque podré habla con alguien, y por otra no tanto, aún confío en ella, pero también temo que se lo cuente.


...


¿Y qué hacemos? -bueno, llegué antes que las demás como siempre-

Ya estábamos en el cuarto de Millie, pero no teníamos nada que hacer, las demás llegarían en unos minutos.

No sé, no tengo muchas ideas -ella estaba en su escritorio jugando con unos lápices mientras yo probaba cada uno de los perfumes y cremas que tenía-

Seguíamos sin nada que hacer hasta que ella me lanzó una almohada.

Oye -y le seguí el juego-

Nos dábamos almohadazos entre sí, reíamos y también esquivábamos los "golpes"

Empezamos a saltar en la cama aun pegándonos con las almohadas, pero luego Millie se enredó en las cobijas y cayó en la cama.

Supongo que gané -dije yo aún de pie-

Claro -y me extendió la mano para ayudarla a levantarse, así tirándome para caer en la cama también, lo que no nos dimos cuenta fue que caí encima de ella-

No me pude siquiera mover, en realidad, ya lo he dicho muchas veces, pero sus ojos son hermosos, y por unos segundos me quedé ahí, en esos tonos cafés que para mí eran perfectos.

Pero lo más extraño fue que ella no se movió, y también se quedó viéndome a los ojos.

Creo que es un empate -dijo ella retirando su vista de la mía por alguna razón noté ¿nervios? Eso es imposible, nervios en Millie-

No, tienes que admitir que yo gané -dije tratando de ponerme de pie, solo logré sentarme en su regazo-

Tengo que admitir que no quería levantarme.

Claro que no -dijo ella tratando de levantarse, pero como aún seguía encima no le dejé-

O no, no te vas a levantar hasta que lo admitas

En realidad, el estúpido juego de almohadazos no me importaba, mucho menos saber quién ganó, no había nada que ganar... es decir, claro que gané, gané este momento con ella.

Se que suena mal, pero gané tenerla bajo mi control, verla reír mientras no la dejo levantarse hasta que admita que yo gané, cosa en la que se va a tardar un rato.

Empiezo a hacerle cosquillas mientras ella se mueve sin control, después la dejo levantarse y continuamos con nuestra guerra de almohadas, saltando, jugando, riendo...

Hasta que un fuerte sonido que venía de debajo de la cama hiso que ambas paráramos de reír y jugar.

Sin notarlo de un último salto ya estoy tan cerca de Millie como puedo, estoy temblando, y por lo que siento creo que ella también.

CELOS (Millie y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora