Capítulo 7

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La oscuridad parecía cambiar a su alrededor. ¿O era su imaginación? No podía ver más las siluetas de las paredes, sin embargo, los sentía a su alrededor como si fueran personas reales, conteniendo su respiración. Vanessa retrocedió un paso, luego otro, hasta que una mano le rozó los labios. Incapaz de evitarlo, ella gritó.

Para su sorpresa, las sombras gritaron de nuevo.

—¡Suéltame! —gritó Blaine, empujándola lejos.

Aliviada al escuchar su voz, Vanessa dijo—: Soy sólo yo. —Oyó la risa inquieta de TJ detrás de él.

—¿Qué pasó? —murmuró Vanessa, casi para sí misma.

—El interruptor de la luz no funciona —dijo Steffie desde algún lugar a la derecha—. Tal vez hizo volar un fusible.

—Tal vez es el destino diciéndonos que nunca vamos a ser el centro de atención —dijo TJ.

—O tal vez alguien nos estaba mirando —susurró Vanessa.

—Vamos a salir de aquí —dijo Blaine, todavía afectado.

Al otro lado de la habitación, Steffie abrió una puerta, y una línea fina de luz se ensanchó en un amplio cristal a través del suelo. Las sombras a su alrededor parecían extrañamente quietas, como si las paredes estuviesen guardando sus secretos.

—¡Vamos! —Dijo Blaine. TJ y Steffie vaciaron hacia el pasillo, echando un vistazo por las escaleras para asegurarse de que nadie los había atrapado a escondidas.

Mientras Vanessa corría hacia ellos, la puerta se cerró detrás de ella con un clic.

—Los fusibles no vuelan —dijo Vanessa, mirando las luces tenues que cubrían el hueco de la escalera.

—Tienes razón —respondió Steffie—. Eso es un poco extraño.

—¿Crees que alguien nos sigue? —Dijo Blaine.

—No lo sé, pero definitivamente ellos te escucharon —dijo TJ con una sonrisa, pero Blaine no se rió.

—Oh, vamos —pinchó TJ—. ¿Entonces, qué? ¿Ahora tienes miedo de una habitación oscura y unos cuantos decorados de escenario espeluznantes?

—Pero no se supone que hay un decorado ahí abajo —dijo Steffie—. Es sólo una sala de ensayo. El verdadero baile se realiza en el escenario. Y de todos modos, ¿quién apagó las luces?

—Entonces, ¿qué crees que hizo esas quemaduras en la pared? -—Preguntó Vanessa en voz baja.

Steffie tocó uno de sus pendientes distraídamente.

—No lo sé. ¿Un incendio accidental?

—¿Cómo podría siquiera haber empezado? Es una sala de ensayo grande y vacía, —dijo TJ, ajustando la correa de su sandalia de tacón alto mientras subía las escaleras—. Y, además, dicen que el fuego, de alguna manera, empezó ahí y milagrosamente quedó atrapado en esa habitación. ¿No crees que habríamos oído hablar de él?

—Tal vez están tratando de encubrirlo —dijo Steffie, deteniéndose frente a la puerta que daba a la sala principal.

—Tal vez fue sólo una puesta en escena —dijo Blaine mientras Vanessa tomaba la barandilla, recordando cómo las sombras parecían cambiar a su alrededor.

—Sí —dijo ella, y siguió a Steffie por la puerta.

Estaban en la parte trasera de la sala oscura. El escenario principal estaba puesto delante de ellos, envuelto por la pesada cortina roja. Un haz tenue de luz brilló desde la ventana de la cabina de proyección en la parte de atrás, helando el terciopelo carmesí de los asientos de la sección de la orquesta.

Dance of shadowsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora