La turbulencia que causaba la tormenta hizo que mi vuelo se retrase un poco, pero finalmente arribe en Londres. Baje sin mucho animo del avión para ir a buscar mis valijas, las aerolíneas solían tener bastantes problemas con los equipajes por lo que me apresure para asegurarme de que todo este en orden. Mientras bajaba por la escalera mecánica divise a lo lejos a mi mamá, ella se encontraba sentada en el banquito de madera al costado de la entrada, no se si era que estaba muy sensible pero apenas la vi me inundaron unas fuertes ganas de llorar, por supuesto me las trague, suficiente con todo lo que había llorado estas ultimas horas. Cuando me ve se levanta a darme un gran abrazo, tengo que admitir que lo necesitaba, los brazos de mi mama siempre eran un lugar seguro. Lo extraño llego cuando me soltó y se percato de que mi acompañante no había vuelto conmigo en el mismo avión, ladeo su cabeza y con la mayor cara de preocupación me hizo la pregunta que aún no estaba preparada para responder.
-¿Y Lando?
Dolia. Realmente dolía. ¿Y Lando? no lo se. Inmediatamente toda la fuerza que había hecho hace unos minutos para no llorar se esfumaron, y mi única respuesta fue alzar los hombros desentendida mientras rompía en llanto delante de ella.
-Ohh Sarah, mi amor, no llores. -dice rápidamente envolviéndome entre sus brazos de forma protectora. -Me dejo mamá. -intento decir lo mas claro posible pero mi garganta estaba echa un gran nudo y no se me entendía nada. -La vida es así mi cielo. -responde acariciando mi pelo suavemente tratando de que me calme. -Es tan injusto. -hablo alejándome lentamente de sus hombros para poder mirarla a la cara. -Lo se hermosa, pero recorda lo que siempre te dijimos con papá, las cosas pasan por algo. -contesta ella mientras pasa delicadamente sus manos por las mejillas secándome las lagrimas que aún caían por mi cara.
Yo solo me limite a asentir con una media sonrisa y nos dirigimos hasta el estacionamiento para que pueda llegar de un vez por todas a mi casa. En cuanto me subí al auto apoye la cabeza sobre la ventana y mis ojos se empezaron a entrecerrar a la fuerza, la falta de sueño ya me empezaba a afectar. Me despedí de mi madre cuando estaciono frente al edificio y subí junto con mis valijas por el ascensor. Apenas abro la puerta de mi departamento una sensación de paz inundo mi cuerpo, pero también me invadió un gran sentimiento de soledad, a donde sea que mirara podía recordar algún momento junto a Lando y eso me lastimaba. De todas maneras se me paso rápidamente al ver a mi pequeña Daisy acercándose con tiernos saltitos hacia mi, si a alguien verdaderamente había extrañado era a ella, era increíble como un simple perro tenia el don de alegrar mis días.
Pase las siguientes horas tirada en el sillón, replantándome un montón de cosas, por primera vez me sentía perdida, era como si todas las ideas que tenia a futuro se hubieran esfumado. Estaba pensando en escribirles a mis amigos para juntarnos y contarles un poco todo lo que paso, pero cuando entre al chat grupal supe que ya me habían ganado de mano.
Los linces 🤟🏼 kat kat, tania, bro y más
Kat kat
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