Conversación

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No sé si lo que quería Tommy era lucirse conmigo, pero vaya, cuando preparaba sandwiches de queso asado y un delicioso chocolate caliente, no pude evitar casi babear viéndolo.

Cuando estuvo todo listo, subimos a mi habitación y comimos allí. Cuando terminamos, pusimos una película, Tommy se quedó dormido después de unos minutos de que empezó, así que aproveché para sacar mi celular y revisar las notificaciones.

Y ahí estaba su nombre nuevamente.

Andrew Biersack empezó a seguirme en mi cuenta personal de Instagram, al igual que otras personas que eran compañeros del colegio.

Me entró una notificación de What's App en ese momento, la abrí "por error".

- Me encanta esta foto tuya - Adjuntó una de las fotos que estaban subidas en mi perfil, le había tomado una captura.

Salí de su chat, ¿Cuál es la necesidad de hacer esto?

- Deja de ignorarme, nena - Volvió a escribirme.
  No puedes culparme por estar loco por ti

Suspiré y tras bloquear mi celular, lo coloqué sobre la mesa de noche.

Vino a mi cabeza el recuerdo de Tiago.

Tiago me eligió como su modelo porque según él, representaba algo totalmente distinto a las demás.

"Estereotipos" había llamado él a las muchas mujeres extremadamente delgadas, de cabello rubio y con un rostro hermoso que se habían pasado por su estudio, listas para audicionar, pero que, en el proceso, se volvían locas por él y terminaban en su cama en rutinarias aventuras de una noche.

Conmigo no fue así, claro que no, porque yo no se lo permití. Claro que había intentado jugar al galán conmigo, y claro que yo lo puse en su lugar, quizá es por eso que se quedó conmigo, porque yo no se lo puse fácil. Con esto no me refiero a acostarme con él, si no a mi actitud ante todo, admito que soy testaruda y orgullosa, nunca dejé que me dijera que hacer y discutía con él constantemente, lo que en ocasiones hacía que la obra en la que trabajábamos resultara divinamente perfecta.

Sonreí. Recuerdo como Tiago se quedó prendado de, en sus propias palabras,  mi figura de reloj de arena, una cintura pequeña y caderas un poco anchas. Mi busto no es exageradamente grande, probablemente una exacta copa C, lo cual a él le resultaba encantador. Cabello negro y bastante ondulado. Ojos de color verde claro, con pequeñas motitas amarillas y de tez blanca, aunque a veces me guste broncearme. Amaba ejercitarme y practicar Baile y Performance así que tenía un cuerpo atlético del que me sentía orgullosa.

¿Por qué me puse a pensar en esto? Sacudí mi cabeza y me acomodé en la cama junto a Tommy para dormir igual que él.


Desperté por el sonido de mi celular. Es una llamada entrante, me volteé y lo tomé en la oscuridad, contesté.

- ¿Hola? - Voz de dormida, Tommy no estaba a mi lado.

- Preciosa. - Había música de fondo y mucho ruido, miré el contacto en la pantalla, efectivamente...

Era Andy Biersack.

- Por favor, no cuelgues. - Dijo, divertido... O ebrio.

- Dame una buena razón para no hacerlo.

- Que me gustas.

- No te gusto. - Afirmé. - Y esa no es una buena razón.

- Claro que me gustas. - Reiteró. - Y sí es una buena razón.

La Mujer del Destino [Andy Biersack y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora