Amiga

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Gemí por última vez. Las piernas me temblaban con una cálida humedad extendiéndose entre ellas a causa de mi reciente orgasmo. Cuando llegué a casa estaba demasiado sensible y excitada, sin mencionar lo mucho que me había mojado, todo por lo que había ocurrido con él.

Había pasado tiempo desde la última vez que estuve así.

Suspiré.

No es bueno que me sienta así por algo que lo involucra a él.

Me levanté de la cama lentamente, caminé hacia el baño y abrí la ducha, esperé a que el agua se calentara y entonces, me metí con todo y ropa.

Después de unos minutos me quité todo y me duché. Con la mirada en los azulejos del suelo de la ducha, me quité el cabello del rostro.

Sé que no está bien lo que hice con Andy, no lo conozco de nada, encima el tipo es un mujeriego y hoy...

Hoy perdí la compostura.

¡Que vergüenza!

Pensé nuevamente en el precioso e intenso color de sus labios, en su forma de tocarme, de mirarme... Una corriente me recorrió entera, asentándose sobre mi abdomen y causando cosquillas en él.

Salí de la ducha y me sequé el cuerpo, me puse una camiseta que me quedaba bastante grande. Me dirigí a mi cama y como una niña pequeña, me quedé dormida enseguida.

Sábado.

Desperté, desayuné y me puse a hacer la tarea mientras escuchaba música. Empecé también a revisar mis redes sociales, xada vez tengo más seguidores en mi página profesional ¡Si! ¡Eso es! Celebré internamente.

Mi celular brilló a mi lado, sobre el escritorio, no recordaba haberlo puesto en silencio. Es Jess.

Contesté.

- Hola, Jess, ¿Cómo te...?

- ¡Mace y yo nos acostamos! - Gritó del otro lado de la línea, para después dejarme sorda con un grito agudo.

- ¿Qué ustedes qué? - Cambié el celular de mano mientras me frotaba el oído afectado.

- Que tuvimos se... 

- ¡Oye! Entendí la primera vez. - Ella rio.

- Pues ya lo sabes. Donde pongo el ojo, pongo la bala.

- ¿Pero y...? ¿Cómo? ¿Qué pasó?

- Anoche, cuando te nos perdiste. - Rodé los ojos, ni siquiera se dieron cuenta de que me fui. - Le dije que vayamos a beber unos tragos.

- Ajá. - A mi amiga le gusta beber mucho.

- Al principio Mace no tenía muchas ganas, pero después, aceptó. Así que luego vinimos a mi casa y nos acostamos. - No sé bien que decirle. - Es muy bueno en la cama, pero estaba algo perdido por el alcohol. - Hizo una pausa larga y luego suspiró, creo que está fumando. - Dime que no fue una buena forma de aprovechar que mamá no estaba en casa

- Su-supongo que sí. - Dije. - ¿Y Mace?

- Ah, se fue hace rato, ya debe estar en su casa. - Hubo ruido de fondo. - Te llamo en un rato, mamá llegó. 

Colgó de inmediato.

Así que así funcionan las relaciones en el colegio ¿Eh?

Abrí mi chat. Hablando del Rey de Roma.

Para mi grata sorpresa, Mace acababa de escribirme, tenía también otros mensajes de Tommy y de Andy, pero por alguna razón, decidí responderle primero a mi rubio vecino.

La Mujer del Destino [Andy Biersack y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora