Amor Real || (Real Love)

2: Subestima y paga el precio.

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Con el pasar de las horas, veían como los árboles y animales de otros terrenos desaparecían dando lugar a pequeñas casas hasta llegar a construcciones coloniales que llamaban con facilidad la atención de los jóvenes, más sus padres no lo estaban, dado a que habían estado allí antes de formar su familia en el campo. Sus hijos podrían ser considerados como "rústicos".

Al cabo de otra hora de alaridos juveniles, llegaron al lugar donde pasarían un muy largo tiempo.

Los chicos bajaron rápidamente del carruaje olvidándose del equipaje para admirar la casa del amigo de su padre a detalle maravillados por tan hermosa construcción de clase media.

Al terminar de ver todo boquiabiertos, su madre los regaño por irse sin sus maletas, regresaron y las llevaron de poco en poco hacia la casa agradeciendo y disculpándose cordialmente con el anfitrión caminando hasta su cuarto designado. Era pequeño pero los tres cabían perfectamente junto a su equipaje. Fue suficiente para que los hermanos le sonrieran a la esperanza y permanecían humildes en todo momento aún si los comentarios de su hermano Error eran pasivos agresivos del estilo: "Esto es muy pequeño", "Nuestra casa era más bonita", "Maldita la hora en que la cosecha se perdió", etc... etc.

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Llego la noche y habían guardado todo para mejor comodidad.
Extendieron varias mantas en el suelo junto con varias almohadas para hacer camas improvisadas. Querían armar los armazones en la mañana y esa noche hacer un mini-pijamada.

Su habitación era iluminada por la luz de la luna, cosa que agradecían pues les recordaba mucho a su antigua habitación. Hablaban de todo y a la vez nada entre bromas. Estaban tranquilos pero no dejaban de pensar en su hogar, el cual comenzaría a llenarse de polvo en pocos días.

Ante ese pensamiento, el hermano mayor dejo de reír cambiando su semblante a serio.

Geno: ... Oigan... Chicos... Ya que no tenemos que arrancar hortalizas y cosechar verduras... ¿De qué trabajaremos ahora?...

Los hermanos voltearon a verlo y callaron por su seriedad. Se hicieron la misma pregunta mientras regresaban a ver a cualquier punto del lugar. Ninguno sabía mas que cosechar, llevar comida a la mesa y quizás algo de aritmética.
Tenían suficiente fuerza para cualquier cosa, pero la duda era: ¿En que tipos de trabajos los aceptarían en la ciudad?
El menor de los tres decidió intervenir rompiendo el silencio con una idea agradable a su parecer.

Fresh: Mmm... Bueno~... Yo podría apilar barriles de cerveza~.

Error: Ja.ja.

Fresh: Hablo enserio~. Quizás me paguen bien.

Geno escuchaba atento. Pensó que no sería una mala idea, pero claro, dependía de la paga y que tan necesarios eran los trabajos de fuerza y peso en la ciudad. Acordaron que mañana, apenas terminen de instalar sus camas, buscarían trabajo juntos.

Estaban sumamente nerviosos por el miedo a ser rechazados, pero de todas formas saldrían adelante y se darían apoyo mutuo.

Error: Mhm... A mi me gustaría trabajar en algo que me guste.

Fresh: ¿Oh? Bueno... Podrías trabajar haciendo ropa~.

Fresh y Geno rieron mientras escuchaban como Error chasqueaba la lengua irritado y desviaba la mirada. Sabían que su hermano si hubiera tenido la oportunidad de irse lo hubiese hecho, pero que también solía pasar su tiempo libre tejiendo prendas y creando muñecos, cosa que le daba vergüenza admitir.
Dejaron de mofarse aún con una sonrisa en el rostro para no atormentarlo más.