Amor Real || (Real Love)

9: El hermoso jarrón.

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Un largo y tedioso mes pasó para todos, pero a pesar de eso todo parecía ir muy bien.

Error y Fresh continuaban dando lo mejor de sí en sus trabajos para aportar en casa al igual que Geno, quién pronto llegaría a casa con ciento cincuenta monedas de plata en las manos y tendría que confesarle a su familia en lo que trabajaba.

Por ahora se hallaban contentos debido a que su padre solo necesitaba un mes más para volver a caminar, quién deseaba que el tiempo pasara rápido para poder aportar en casa junto a sus hijos, de los cuales estaba muy agradecido y orgulloso.

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Nuestro querido albino se hallaba parado en silencio a un lado de la puerta del joven príncipe.

Estaba un poco frustrado del trabajo que le cedió la vida, pero en menos de tres años podrían volver a casa.

Las primeras semanas fueron difíciles, no paraba de luchar consigo mismo debido a que estaba acostumbrado a una vida activa de campo y de estarse moviendo todo él tiempo, ahora yacía parado todo el día junto a una puerta siendo literalmente un esclavo de alguien de la familia real.

Fue un duro giro a su vida, además de que la presencia de su ahora "amigo" no ayudaba en nada a su pelea interna. Lo ha mandado al infierno varias veces por jugar con su paciencia, pero aún si no lo decía, estaba muy agradecido con él.

Durante los primeros días, solían hablar de en vez cuando a través de la puerta sobre temas personales, solo hasta que que Geno se sintiera en confianza para entrar a su habitación sin sentirse molesto.
Solían hablar sobre sus edades, sus pasatiempos e incluso en que posición dormían.

Esto por supuesto fue incluido por el príncipe, cosa que no le hizo nada de gracia al albino y la mayoría de veces se abstenía de responderle groseramente considerándolo un idiota imprudente.

Con el tiempo se llevaban mucho mejor e incluso sus conversaciones eran interesantes, fluían y a pesar de ser muy diferentes en muchas cosas, tenían los mismos principios con los que regían su vida. Ayudó mucho a escalar un nivel más en su reciente amistad. Fue algo que al pelinegro le hizo mucha ilusión, el peliblanco por su parte sentía que tenía un amigo idiota pero honesto.

Algo muy precioso a pesar de no haberlo mencionado jamás.

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Ahora podía entrar a su habitación sin sentirse intimidado o algo por el estilo, incluso agradecía que su amigo le dejara descansar de su incómoda posición de vez en cuando.

Hablando del rey de Roma.

La puerta de la habitación se abrió y el de cabellos negros se asomó para llamarlo de forma educada y no levantar la atención de nadie, puesto que habían un par de mucamas terminando de hacer la limpieza del pasillo.

El albino, acostumbrado, simplemente entró en silencio y cerró la puerta a sus espaldas de forma elegante.
Al estar en privacidad, suspiró y relajó su pose para dejar de fingir profesionalismo sintiéndose ligeramente irritado esa tarde. Aflojaba su cuerpo frente al príncipe y este reía acostumbrado también.

Geno: Uuuggghh.... No sé por cuanto tiempo podré seguir con esto.

Reaper: Jeje, recuerda que te pagarán por tu trabajo y yo también con cien monedas más como acordamos~.