PRÓLOGO

10 3 0
                                    

El sol toca mi piel, tostandola con un color dorado y bonito que podré presumir a mis recientes amigas.

Mike, mi guardaespaldas de toda la vida, está un poco más atrás que yo, con un traje negro y la cara más seria y larga que he visto jamás.

—¡Vamos ven! —Le grito por lo que me gano una mirada cansada— ¿Oh te da miedo? vamos que a esa linda cabeza pelona le hace falta sol

Pero él solo hace un amago de sonrisa para negar y volver con sus manos enfrente y una posición de estatua.

¡Bien me rindo! Es imposible mover a ese hombre de su sitio, aunque lo quiero y lo aprecio puede llegar a ser muy aburrido como mi padre, que viene caminando con elegancia hacia mi.

—Hola princesa — Es un señor mayor, de pelo negro como la noche y de traje tan elegante que le hace parecer tan malo como es posible

—Hola papi — Me levanto para darle un beso en mejillas— ¿Hay trabajo? —
el asiento mientras que yo hago un puchero— Ni vacaciones puedo tener.

El ser ríe por lo bajo, yo obediente me voy a quitar el traje de baño para ponerme el común traje negro con pasamontañas en la cabeza.

Cuando termino bufo en molestia pues estoy cansada de esto aunque tampoco tengo opción alguna.

Algunos pensaran que soy una niña malcriada, grosera y consentida de papi, y si lo soy, y hasta ahora pensé que lo era, que entre nosotros no habían más secretos de los acordados, que me quería pero...

Es mejor contar la historia desde el principio, y justo en este momento parada, viendo mi reflejo frente al espejo antes de salir de casa, es donde todo empezó, es donde todo se fue a la mierda es donde el imperio de mentiras de mi vida se empezará a desmoronar.

Porque nada nunca es sincero y tan puro como te lo prometen, como quieren que lo creas. Como el siempre me quizo hacer creer

Imperio De Mentiras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora