six

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BeomGyu pensaba que ir con JeongIn y HyunJin sería lo mejor que haría. Se había vestido con una camisa de cuadros de SooBin que, por alguna razón, estaba en lo más profundo de su armario; tomó unos vaqueros negros ajustados y de rodillas rasgadas que se aferraban bien a sus muslos regordetes y se abrazaban demasiado bien a su cintura. Una camiseta lisa blanca se cernió a su torso, con la camisa de cuadros negros y verdes de SooBin sobre sus hombros.

Hacía tiempo que no usaba sus Vans, pensó, así que se ajustó unos suaves calcetines blancos y se acomodó las Vans en sus pequeños pies. Peinó su flequillo hacia un lado y, como no quedaba conforme a pesar de llevar media hora frente el espejo y probando, terminó alocándose el pelo y dejándolo rebelde y natural.

Se veía radiante y joven, lo elogió JiHyo un millón de veces. BeomGyu normalmente se veía decaído en las fiestas a las que SooBin lo invitaba, porque aunque iba espectacular y con elegancia se sentí solo y deprimido. SooBin terminaba conversando con sus amigos mientras bebían y él solo estaba al lado de SooBin, sin hablar con nadie porque no conocía a nadie.

BeomGyu recordaba con asco cómo las chicas de allí lo miraban, con envidia y repulsión. BeomGyu también recuerda con orgullo y felicidad como SooBin les gritó sin vergüenza alguna que prefería estar con BeomGyu un millón de veces antes que con ellas, y BeomGyu lo besó con ganas por el amor inmenso que le tenía. Sin ser consciente, o tal vez sí, que eso enfadaba más a las demás.

JeongIn y HyunJin lo habían recibido con los brazos abiertos, y HyunJin lo había abrazado tan fuerte que BeomGyu creyó que moriría estrangulado.

JiHyo se había despedido de ellos y besó las mejillas de BeomGyu dos veces más antes de que él se fuera. JiHyo nunca le dio un horario a su hijo para volver a casa, porque BeomGyu era responsable y tampoco era muy fanático de emborracharse. Normalmente Choi BeomGyu volvía a las doce en punto a casa, como Cenicienta.

Era la Cenicienta de la casa, más bien.

"¡Hey, BeomGyu!" HyunJae llamó, vestido con su gorro en su cabeza como siempre. Los tatuajes en su brazo siempre eran visibles, y BeomGyu debía admitir que por muy simples que fueran le gustaban muchos "Me alegra verte aquí colega, en serio. Creí que después de todo ese rollo de JuYeon contigo, SooBin no te dejaría venir y ya sabes.." rió nervioso, sosteniendo dos vasos de plástico rojo de vodka "No me gustaría tener la nariz partida y, umh-, ¿vodka?"

BeomGyu asintió con una sonrisa, tomando el vaso agradecido "SooBin no es mi dueño, yo puedo tomar las decisiones que quiera, sabes"

"Claro, claro, es lo suyo" asintió de acuerdo el chico aficionado al rap, dando un sorbo al vodka para después tragar y hablar de nuevo "Es lo suyo, sí. Pero todos sabemos como es Choi.."

La frase quedó en el aire, y eso hizo tensar el ambiente. BeomGyu bebió un sorbo con incomodidad, relamiéndose los labios después y juguetear con el borde de plástico del vaso.

"Oye, en cualquier caso, me alegra mucho que estés aquí BeomGyu" sonrió HyunJae, palmeando su hombro y dejando su mano allí. BeomGyu le devolvió la sonrisa "Los chicos y yo queríamos verte de nuevo, ya sabes, queríamos ver a nuestro viejo amigo de vuelta. HyunJin dijo que te lo pensarías, y mentiría si te dijera que no estaba que me comía las uñas de los nervios" se rió de su propia broma, BeomGyu lo acompañó "Pero estás aquí, y estoy muy feliz. Como en los viejos tiempo, Beomie"

"Gracias HyunJae, es agradable estar de vuelta" sonrió con pena BeomGyu, algo desanimado.

"Hey, jamás te fuiste, Gyu" aclaró HyunJae su mano en su hombro alargándose hasta su otro hombro para atraerlo a un abrazo "Ven aquí, hombre" BeomGyu lo abrazó fuerte y con sentimiento, igual que HyunJae. El mayor palmeó de nuevo su espalda cuando se separaron "JuYeon y los demás están emocionados de verte, puedes ir a buscarlos"

agresivo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora