agresivo.

seventeen

Un pequeño rizado de ojos verdes miraba con lágrimas y ojos llorosos a su pequeña mascota muerta, su conejo Pelusa, su primera mascota. El pequeño SooBin de siete años lloraba mientras sostenía al animal entre sus manos, su padre cavando de mala gana una tumba.

"Maldito conejo, en Agosto se tenía que morir.." maldijo NamJoon, cavando un hoyo en el jardín delantero "Con la puta calor del sol.." SooBin sollozó aún más, el mayor gruñó "Y tú deja de llorar como una niña"

"P–Papá, ¿por qué Pelusa ha muerto?" hipó el niño de ojos verdes, sus ojos rojos e hinchados de tanto de llorar mientras su padre lo había obligado a tener a su animal muerto entre sus manos.

"Porque es débil SooBin, y eso es lo que le pasa a los débiles, ¿lo entiendes?" continuó NamJoon, tirando la pala a un lado cuando el hoyo estuvo hecho "Dame al conejo"

SooBin solo lloró más al ver cómo su padre lo tiró sin valor alguno al hoyo.

"N–No entiendo por qué murió, papá..."
 
"Porque nada en esta vida es para siempre, SooBin" gruñó irritado por el llanto del niño "Siempre vendrá alguien y te quitará lo que más amas y quieres, SooBin. Siempre, ¿no lo ves?"

"¿A–A ti te ha pa–pasado, papá?" el rizado sorbió su nariz, tratando de limpiar las lágrimas de su rostro.

NamJoon  relamió sus labios, mirándolo "Naciste tú, y me quitaste la jodida tranquilidad"

Su padre se fue de allí y le dejó la pala para que SooBin enterrara a Pelusa. NamJoon fue a beber o fumar tal vez, y su madre seguiría igual de amargada en casa, tratando de aparentar que estaba bien.

SooBin también enterró a su primera mascota él solo.

SooBin aprendió a no dejar ir a las cosas que más quería, a luchar por ellas, a aferrarlas a su lado y ser egoísta.

Daba igual, sea persona u objeto.

🥀

BeomGyu se mantenía en silencio, y SooBin simplemente se limitaba a conducir. A BeomGyu le sorprendió ver que SooBin aún guardaba en la guantera los CD's de BeomGyu que ambos ponían en caminos largos o para cualquier ocasión. O la foto de ambos que estaba doblada allí, o unos sobres de azúcar porque BeomGyu los amaba coleccionar por sus frases tan bonitas en la parte de atrás, o unas entradas al cine caducadas...

BeomGyu simplemente no quiso saber más, porque aquel auto estaba lleno de recuerdos dolorosos que, por más que negaba, echaba de menos.

SooBin carraspeó "Así que.. ¿qué tal has estado?" inquirió.

"He estado bien" asintió BeomGyu, sonriendo suave y sin mostrar sus dientes. SooBin se limitó a sonreír amable "¿Y tú? Has estado faltando... bastante"

"Oh, mmh, simples asuntos, ya sabes.." titubeó "He estado algo enfermo y no me sentía bien, probablemente era un resfriado sin importancia"

"Ya, lo entiendo" BeomGyu contestó con amabilidad. Pero no le creyó ni una sola palabra.

El resto del camino fue en completo y total silencio. BeomGyu sentía picor en sus manos, nerviosismo. No podía evitar pensar en que SooBin estaba en problemas, en tal vez algún ajuste de cuentas como dijo JeongIn. No quería preguntar si necesitaba ayuda, porque SooBin lo mandaría  a la mierda por entrometido probablemente.

"Ya estamos" anunció SooBin, y su voz seguía siendo calmada.

"Gracias, SooBin" sonrió BeomGyu, y trató de desabrochar su cinturón.

SooBin lo detuvo con una mano, BeomGyu frunció el ceño desconcertado.

"Si yo.." comenzó, sin él mismo saber cómo demonios empezar. Relamió sus labios "Si yo te pidiera que te fueras conmigo durante tres días, ¿vendrías?"

"¿Qué?"

"¿Vendrías o no?"

"¿Por qué desaparecerías durante tres días, SooBin?" BeomGyu preguntó, ya estaba demasiado preocupado "SooBin, ¿qué está pasando? ¿Quién es ese hombre que fue al entrenamiento, por qué estás tan nervioso y pareces asustado, por qué has faltado toda una semana a clase? SooBin ¿qué está pasando?"

SooBin cerró los ojos, BeomGyu sintió su mano temblar y no pudo evitar que sus pequeñas manos fueran hacia su rostro para acunarlo cuando los labios del rizado temblaron. Los pulgares de BeomGyu acariciaron sus mejillas con suavidad y delicadeza, sus ojos azules evaluándolo atenta y preocupadamente.

"No te lo puedo decir aun" consiguió articular SooBin, y su voz sonaba tan cansada y devastada que el corazón de BeomGyu se hundió "Prometo decírtelo, lo prometo. pero necesito saber si vendrías conmigo"

"SooBin..." BeomGyu susurró. 

"Por favor," SooBin suplicó y sollozó, pero no había lágrimas. "por favor, dime si vendrías o no"

"Me estás asustando" admitió BeomGyu, y sentía un escalofrío recorrer su espina dorsal.

"Yo solo quiero estar contigo, en serio." SooBin dijo, y una fina capa de lágrimas bañaban sus ojos verdes. Acarició las pequeñas manos de BeomGyu, que acunaban su rostro aun "Yo quisiera explicártelo todo, pero aquí no. No puedo aquí"

"¿Adónde iríamos?" murmuró el ojiazul confundido.

"Y–Yo conozco un lugar, está a las afueras. Es un viaje largo, pero es genial" le aseguró SooBin,  sorbiendo su nariz "Sería un descanso, unas vacaciones para ti y para mí. Por favor, BeomGyu, por favor. Di que sí"

BeomGyu se mordió la lengua, conteniendo con su cuerpo y alma la necesidad de preguntar a SooBin qué lo perturbaba tanto. Qué hacía que ahora fumara, que ahora ojeras se instalaran bajo sus ojos, que se viera y sonara tan cansado..

Que SooBin pareciera tan destruido y devastado.

"Allí te lo contaré todo, por favor" continuó SooBin, desesperado por convencer a BeomGyu..Las lágrimas comenzaban a acumularse y eran más notables "Allí estaremos a salvo de él por unos días"

"¿Él?" repitió BeomGyu, desconcertado.

"Aquí no, BeomGyu" SooBin negó, y retiró las manos de BeomGyu de su cara "Aquí no. Él puede venir y no quiero eso.

"SooBin, ¿qué estás diciendo?" suplicó BeomGyu, demasiado confundido y asustado.

El rizado lo miró, tragando saliva "Él siempre encuentra, BeomGyu. Por más que huyas, él siempre te encuentra..."

🥀

BeomGyu le había jurado a SooBin que iría con él esos tres días.

Se marcharían el viernes por la noche, dadas las doce. Nadie sabría dónde estaban, nadie sabría nada, el hombre del que SooBin parecía huir no tendría manera de encontrarlos. BeomGyu miró a su madre, que hablaba animadamente con su hermana mientras ambas coloreaban un dibujo de Winter. Su padre estaba cerca de ellas, leyendo un interesante libro sobre la mecánica.

JiHyo lo saludó con un amoroso 'Hola, cariño' como siempre. Besos los saludó con la mano y sin una sola palabra, aun afectado por lo que minutos atrás había sucedido en el auto de SooBin.

Subió a su habitación, excusándose de que tenía que hacer tarea y estudiar para un supuesto examen de biología.

En realidad, él metía y preparaba ropa en una pequeña mochila.