❦Rutina de ejercicio❦NorEmma❦

❦Rutina de ejercicio❦

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Emma está cumpliendo por fin su anhelado sueño de ser actriz, y Norman no puede evitar ser feliz por ella.

Es algo simplemente inevitable, Emma ya le había dicho, desde que se conocieron en la universidad y formaron una amistad, que ese era su más anhelado sueño, aunque bailarina y cantante es lo que terminó siendo. Sin embargo, ahora, después de mucho tiempo, al fin su empresa le daba aquella oportunidad, y cuando Emma se lo dijo a él, dando saltitos descalza a su alrededor y regalándole mil besos en su carita blanca, los ojos de dulce cielo del muchacho brillaron.

Era sencillo para Norman entenderla, después de todo, si su novia estaba bien y feliz, él estaría de la misma forma, dándole todas sus fuerzas para ayudarla.

Aunque ahora el de cabellos plateados como la luna tiene algunos problemas con eso, pues después de un tiempo sin poder verla como es debido y extrañando su calor cada noche, los pensamientos negativos han invadido su cabecita. Norman trató de matar estos, pero cada vez habían más noticias de su novia, ella estaba siempre al lado del famoso actor y modelo Oliver Goldy, su compañero de trabajo, lo cual le ponía algo... Incómodo.

Pero lo peor de todo aquello eran los rumores, y aunque el de hebras pálidas sabía que debía ignorar estos ya que muchas veces eran tontos y exagerados, no podía evitarlo. Veía edits, publicaciones en instagram y fotos donde su novia lucía feliz al lado de ese tipo.

¿Y él? Él apenas tenía una o dos videollamadas por semana, y Norman realmente quería amor. Pero el amor se lo ganaba ese chico con su novia, junto a comentarios ridículos.

"Qué suerte tiene nuestra Emma, el actor es todo un sueño."

"¿Ya han visto su cuerpo? ¡Dios, es todo un bombón!"

"Definitivamente, nuestro solecito debe estar muy feliz."

"¡Listo! Nuevo ship desbloqueado, y este es el más real de todos"

"¡Ese chico es todo un dios! Emma es hermosa, pero ella como nosotras también tiene debilidades y ese chico es una de ellas ¡Su cuerpo es tan sexy!"

¿Cuerpo sexy? Norman refunfuña fastidiado, negando repetidas veces con su cabecita plateada, ¡Él también tiene un cuerpo sexy! Vale, quizá y él es sutilmente más delgado, y no tiene un abdomen tan marcado como el actor, o unos brazos que se ven fuertes y una espalda ancha, junto con piernas...

—Oh, dios...— susurró asustado, dándose cuenta de la diferencia entre ambas anatomías —. Debo volverme mamado para que Emma no me deje por puro saco de músculo.

—¿Nos hablas, Norman?— pregunta Anna de pronto, quien lo miraba atenta después de verle susurrar e, incluso, maldecir un par de veces a la pantalla de su celular.

—No no... Todo está bien.

—No pareces del todo bien.

—Lo estoy, pero... ¿Han visto al señor Yūgo?— pregunta, viendo rápidamente una manita alzarse con fuerza.

—¡Sí, aquí estoy fantasma!— exclama, devorando una galleta.

—Señor Yūgo, ¿cómo...— titubeó, ganándose la mirada confusa del mayor, y Norman, con todo el pesar del mundo y sus mejillas pintadas de un rojo intenso, suspiró, tratando de olvidar la vergüenza —. ¿Cuál es su rutina de ejercicio?

El azabache, al escuchar aquello, parpadea más confundido —¿Para qué o qué?

—Ya sabe...— habla abochornado —. Para tener un cuerpo como el suyo.