7. Cambiar.

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—¿En dónde tienes la cabeza? —Jongin preguntó mientras caminaban de vuelta a casa.

Jongdae lo miró aún medio perdido en sus pensamientos. Su hermano menor en realidad parecía el mayor de los dos, era como diez centímetros más alto que él y aunque estaba bastante delgado, su complexión era más ancha, como la de un hombre musculoso en construcción, o al menos eso decía él.

—Acabas de pisar mierda de perro y ni siquiera te diste cuenta —Jongin le informó.

Jongdae gimió molesto e intentó limpiarse en la maleza.

—¿Tiene que ver con ese chico de cabello rosa con el que te entretuviste un rato? —Jongin preguntó, recostándose sobre el muro detrás suyo—. ¿Quién es?

—Es Minseok, el baterista de la banda —Jongdae murmuró, todavía limpiando su zapato.

—¿Y...?

—¿Y qué?

—¿Te gusta?

Jongdae abrió mucho los ojos, se detuvo y miró a su hermano, quien le devolvía la mirada con esa insistencia característica de sus penetrantes ojos oscuros.

—Sabes que no me gustan los...

—Sí, yo también pensaba eso —Jongin lo interrumpió—. Hasta que conocí a Kyungsoo.

Kyungsoo era el novio de Jongin; un chico de tez muy blanca, bajito, con ojos como de búho y un genio del demonio, que por alguna extraña razón tenía idiotizado a su hermano. Jongdae casi nunca lo veía, era Jongin quien se la pasaba todo el tiempo fuera con él, razón por la cuál, de hecho, técnicamente solo veía a su hermano durante la cena y los fines de semana, que sus padres los obligaban a hacerse cargo de la ferretería hasta las dos. Sí, ambos se quejaban de explotación y abuso de poder por parte de sus padres, pero la verdad era que ellos les pagaban bien por su trabajo, además de cubrir todos sus gastos.

—Es lindo, con su cabello magenta y todo —Jongin continuó.

Jongdae lo miró ceñudo.

—¿Por qué todos piensan eso? —protestó—. Se la vive molestándome y burlándose de mí. Apareciendo de la nada... ni siquiera le dije en dónde trabajaba... Y siempre está diciendo cosas estúpidas e inapropiadas...

—¿Inapropiadas? —Jongin lo miró divertido—. Eres tan ñoño.

—¡Sí, eso también! —Jongdae exclamó—. Se la pasa llamándome "ñoño" todo el tiempo, solo porque no soy un loco inadaptado como él.

Jongin sonrió, negando divertido.

—Tal vez lo hace porque le gustas. Lo vi cuando entró, iba a acercarme a él, pero era obvio que él estaba buscándote. ¿Cuántas ferreterías habrá visitado antes de encontrarte?

—¿Qué? —Jongdae murmuró dejando de lado su enojo.

Se lo pensó mejor, Minseok no había parecido sorprendido de haberlo encontrado tras el mostrador. Pero sí debió haber sido casualidad, no tenía sentido que Minseok se esforzara tanto por crear encuentros supuestamente casuales solo para soltar una estupidez al verlo.

—Si te gusta, tal vez debas darle una oportunidad —Jongin sugirió—, parece que se esfuerza, y a ver si así terminas con Leni de una vez, no la quieres, ¿por qué sigues con ella?

—Yo...

—Sé que, al principio, es difícil admitir que te guste un chico —Jongin continuó con seriedad—. Pero lo que importa es que seas feliz. Ser bi es solo como... ampliar tus horizontes.

GRAVITY [Chenmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora