(Redactando) El perro del Mafioso / Hércules x Jack (Yaoi/BL)

Cap. 2: Los nuevos vecinos

Un día nuevo comenzó en esta ciudad nublada y para las personas que día a día despiertan con el sonido de sus alarmas.

A lo lejos, en una acogedora casa, un joven pelirrojo se levantaba somnoliento dejando sus abrigadoras mantas para ir en dirección a la cocina, con el objetivo, de ir por un vaso con agua, se había levantado con demasiada sed, así que sin perder el tiempo, salió de su habitación.

Él, por cada paso que daba al bajar las escaleras se arrepentía, sin embargo, aquello se lo merecía, no debió comer las últimas papitas de anoche con demasiada sal.

Al llegar a su destino un poco más despierto, comenzó a servirse el vaso con la dichosa agua mientras bostezaba, pero en eso, escucha un leve sonido que venía de la sala, Hércules pensó que sería su hermana Hrist, así que también llevó un vaso con agua para ella mientras que tomaba del suyo.

Después de refrescarse, salió de la cocina con el vaso en la mano, pero no vio a nadie así que comenzó a buscar con la mirada a su hermana, en eso, Hércules escuchó claramente un balbuceo, así que algo confundido, bajó su mirada y rodeó el sofá, por donde había escuchado aquel sonido, encontrándose así, sorpresivamente a un bebé gatear.

Este bebé, tenía un traje de oso y sus cabellos rubios sobresalían de la pequeña capucha, en dónde se encontraban las orejas de aquella ropa, incrédulo, dejó el vaso sobre el comedor y fue corriendo hacia la habitación de su hermana mayor en el segundo piso, una vez ahí, tocó con desespero su puerta, en donde a los segundos, fue recibido por una enojada Hrist.

—¡MALDICIÓN HÉRCULES!, ¡QUE ESTOY DURMIENDO!— dijo ella molesta.

Hércules sin hacer caso a sus gritos, comenzó a jalarle del brazo, ganándose así con ese gesto, una buena cachetada.

—¡AUUUCH!— se quejó Hércules —¡¿porque lo hiciste?!— preguntó él un poco molesto a su hermana.

—No lo sé, quizás porque son... ah sí, ¡LAS MALDITAS 5 DE LA MAÑANA!, además, estoy con una pijama corta en este ¡MALDITO FRÍO!, ¿cómo pensaste que reaccionaría a tal hora de la mañana?— el enojo de Hrist era intenso, así que Hércules le agarró de los hombros mientras la veía a los ojos de forma seria.

—Perdón por eso— se disculpó —pero tenemos un problema, hay... un bebé en casa— esto descolocó a Hrist, pensó que era una mala broma por parte de su hermano, pero sabía que Hércules no mentiría ante esa clase de situación y no con esa mirada, así que algo enojada, le tiró otra cachetada, aunque esta fue más leve que la primera, dejando así confundido a su hermano.

—¡Tonto!— exclamó ella —¡Y encima, ¿lo dejas sólo?!, anda, ve rápido con el bebé, no dejes que se lastime, bajaré enseguida— Hrist con aquello dicho, empujó a Hércules fuera de su habitación, para así poder cambiarse rápido.

Hércules al escuchar esa orden, bajo rápido a la sala de estar y de nuevo encontró al bebé, está vez parado y apoyándose con sus pequeñas manos en el sofá.

Rápidamente él lo cargó mientras que este pequeño reía, Hércules en sus adentros se preguntó ¿cómo era posible que un bebé pueda entrar aquí? y lo más importante ¿de quién era?...

Sin pensarlo más, él se sentó en el sofá y echó al bebé a un costado de él mientras jugaba con sus pequeñas piernas, haciéndolo reír en más de una ocasión, al rato, apareció su hermana Hrist y una somnolienta Holkk, que iba a ir a la cocina por un vaso con agua, pero se detuvo en seco, sorprendiéndose al ver a su hermano con un bebé.

—No puede ser...— dijo ella mientras se acercó a su hermano —Hércules, ¡¿acaso ya eres papá?!, HAh... ¡¿Porque no me dijiste que tenía ya un sobrino?!— exclamó Holkk un poco fastidiada ante la sorpresa.