Taehyung vio la telaraña en el techo, la dueña había sido asesinada de forma rápida e indolora. Siendo (como la mayor parte de insectos terminaban) devorada por Federico.
Por el momento era lo más interesante que ver, porque no tenía dinero para pagar su plan, no había descargado ningún capítulo de su serie en Netflix y tampoco podía bajar porque lo llevaba evitando desde hacía... casi veinticuatro horas, alimentado por Seok Jin que le llevaba comida a la habitación y le ayudaba a que nadie entrara.
Cuando su hermana y Hoseok aceptaron por fin que nada de eso era una jodida mentira y que tampoco estaban cerca de ser una broma, le explicaron que había varias versiones para evitar que el supuesto encantamiento acabase de una vez y él pudiera ser libre y miserable como antes, porque eso significaba que los antiguos gillipollas iban a volver a serlo, sobre todo Jungkook.
Eso explicaba porque cuando su hermana le devolvió las monedas en su mano, acariciando su puño cerrado con las cosas metálicas dentro de él, Taehyung terminó por huir a su habitación no estando muy seguro de si iba a cumplir con la promesa que le había dado a su hermana. En realidad el castaño no quería hacerlo, no iba a hacerlo, al menos no con alguien en especial.
No era justo, estaba seguro de que la maldición era de alguna deidad o espíritu, creía más en fantasmas que en dioses griegos, dudaba que Océano estuviera castigandole por haber perturbado la Fontana.
Taehyung se debatía en si se arrepentia o no de haber entrado en la fuente, estaría libre (de alguna forma) de su enamoramiento por Jeon y si no hubiera entrado sería su miedo por Jungkook el que le seguiría acompañando. Prefería un corazón roto, pero no sabía lo que podría conllevar enamorarse de su agresor.
Jungkook le quería por culpa de una moneda, así que sus sentimientos no eran verdaderos, lo que le llevaba a ser la rata de biblioteca de nuevo, aún más en la vida del pelimorado, se negaba a salir de su habitación y encarar a Jeon.
Más si su mundo se detenía cada vez que le observaba, odiaba la sensación de estar enamorado de alguien, era lo peor que le podría pasar a un ser humano (al menos a los no correspondidos), porque se sentía miserable cada vez que se daba cuenta de que en realidad nada de lo que había pasado con Jungkook era algo verdadero, sólo una ilusión que le dejaba por completo roto y perdido en ese sentimiento de decepción e incluso repudio a su mismo. Sabía que el ser humano debía de tener un amor propio, el cual debía de ayudarle en esa clase de momentos donde un rechazo de una persona debía de importar poco en su vida. Eso mismo había llevado como ley de vida, no le interesaba si ese grupo de chicos lo odiaba, se había cansando de intentar saber que lo único importante en su vida era no salir demasiado lastimado como para seguir a su día a día.
La puerta se abrió cuando él estaba por seguir con su monólogo interno, viendo a Seok Jin entrar por la puerta pudo respirar con normalidad.
"Estás despierto ya" le saludó su mayor al cerrar la puerta tras su espalda. Su hyung creía que no se había levantado como de costumbre, en realidad lo había hecho, pero estaba evitando hablar con él o con su hermana, incluso con Hoseok. Aunque le empezaba a caer bien, lo último que deseaba era hablar de su gran problema.
"Hace poco desperté" le iba a crecer la nariz como a Pinocho, porque llevaba más de una hora despierto.
"Que bueno que descansaste" Jin se mantuvo de pie en la entrada de la habitación recargado en la puerta, eso hasta que colocó el seguro y se dirigió cerca de Taehyung, sabía que estaba evitando a su hermana.
"Supongo, una vez que regresemos a Corea la escuela y los exámenes van a consumir nuestro tiempo" Opinó rodando en la cama, dejándo su esposa contra la superficie suave.
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Tʜᴇ sᴏᴜʀᴄᴇ ᴏғ ʟᴏᴠᴇ ⃟Kᴏᴏᴋᴠ
FanfictionTᴀᴇʜʏᴜɴɢ ᴄʀᴇɪ́ᴀ ϙᴜᴇ ᴇsᴇ ᴀɴ̃ᴏ ɪʙᴀ ᴀ sᴇʀ ɪɢᴜᴀʟ ᴀ ᴛᴏᴅᴏs. ᴇɴ ᴠᴇᴢ ᴅᴇ ʀᴇᴄɪʙɪʀ ᴜɴᴀ ʙᴏʟᴀ ᴅᴇ ᴘᴀᴘᴇʟ ᴇɴ ʟᴀ ᴄᴀʀᴀ, sᴇ ᴇɴᴄᴜᴇɴᴛʀᴀ ᴄᴏɴ Jᴀᴄᴋsᴏɴ ᴅᴀ́ɴᴅᴏʟᴇ ᴜɴ ʀᴀᴍᴏ ᴅᴇ ғʟᴏʀᴇs, ᴀ Jᴜ Hᴀ-ʀɪɴ ᴄᴏɴ ᴜɴᴀ ᴄᴀɴᴄɪᴏ́ɴ ᴅᴇ ᴀᴍᴏʀ, Kɪᴍ Yᴏᴜɴɢ-ᴊᴏ ᴄᴏɴ ᴜɴᴀ ᴄᴀᴊᴀ ᴅᴇ ᴄʜᴏᴄᴏʟᴀᴛᴇs ʏ ᴀ Jᴇᴏɴ Jᴜɴɢᴋᴏ...