Tʜᴇ sᴏᴜʀᴄᴇ ᴏғ ʟᴏᴠᴇ ⃟Kᴏᴏᴋᴠ

⃝⃕III

Taehyung vio el plato de panqueques bien emponjosos en la mesa, la música sonaba alta y su mamá se movía de un lado a otro feliz, amaba sus días libres y se notaba, pues también había tocino, rissoto, lasaña y un pequeño pastel.

¿Qué día era?

Taehyung miró su celular, notando que era esa fecha, así que se golpeó en la cabeza, las bromas pesadas de Jungkook y sus amigos le habían hecho olvidar un día tan especial e importante para su familia. La comida olía igual de bien que en esos años, aún se preguntaba cómo su madre mejoraba cada vez con la comida Italiana de antes.

"Buenos días, mamá" saludó al dejar su mochila casi vacía junto a la puerta de la cocina, regalandole una sonrisa a su madre la cual no dudo en lanzar la espátula a la mesa y lanzarse a abrazarlo.

Sus manos le rodearon de manera cariñosa, para luego poner sus manos en sus oídos y besar sus mejillas una tras otra, repitiendo dos veces, tenía una sonrisa en sus labios mientras que Taehyung trataba de aguantar la suya por la manera en que lo hacía tan rápido que lo estaba mareando.

"Mio adorato figlio" dijo la mujer, cada vez teniendo más fluidez, Taehyung no pudo evitar sentir sus ojos picar y humedecerse por los recuerdos, el aire atorado en su garganta y pulmones, no se dio cuenta de cuándo estaba llorando ya sino hasta que su madre le empezó a limpiar sus mejillas  con sus dedos pulgares mientras le daba una casta sonrisa en sus labios.

"Lo extraño, mamá" el pequeño Kim soltó, sintiendo el maldito nudo en la garganta que le dejaba la voz ronca. "M-me duele ya no verlo, olerlo o abrazarlo" jadeó está vez soltando por fin el sollozo que estaba avisando desde el inicio en salir.

Era verdad, extrañaba cada detalle de él, sus extrañas palabras, sus acciones que aveces le gustaban o le asustaban, sus besos melosos y molestos en sus mejillas, las nalgadas que para su cultura era normal y además de eso su comida y sus lindos apodos. Se sentía tan culpable de haberse avergonzado de él algunas veces, de molestarse por algunas acciones o incluso de ignorarlo, odiaba ese sentimiento de ardor cada vez que veía que su ropa en la habitación de su madre o sus lociones con un poco de líquido aún.

"Lo sé, cariño" le trató de consolar, sus manos acariciando su cabeza, pasando su mano derecha en su espalda y dando palmaditas, incluso en esos momentos su madre era más alta que él.

"Tengo que comer o se hará tarde" le dijo limpiando sus mocos con una delas servilletas del rollo gigante de papel, sus ojos habían sido limpiados, luego de hacer un leve ruido como el de un elefante bebé, Kim tenía la nariz roja, pero limpia de mocos.

"Trabajaré hasta tarde en la empresa, así que puedes cenar con Seok Jin aquí o en su casa" le aviso su madre acomodando en un toper de color verde con figuritas de lagartos algo de comida para su almuerzo.

Taehyung se lo agradecía en silencio, porque amaba llevar ese toper, sin importar los comentarios de los demás o incluso de sus fanáticos acosadores -como llamaba a Jeon y sus amigos-, la mujer también agregó algo de café a un termo, amaba ese sabor que jamás le dejaba olvidar esos hermosos recursos de su niñez.

"Te veo más tarde, cariño" su madre por fin se acercó a él, pasando su mano por su cabeza dando un leve beso en su nuca no sin antes abrazarlo de nuevo, la mujer de cabellos castaños se quedó unos minutos así, teniendo el calor de su hijo con ella y sin poder evitar sonreír por la imagen de su madre limpiando sus propias lágrimas. "Te amo, mio piccolo bambino"

Taehyung suspiró al verse sólo en el camino al colegio, Seok Jin tenía una de las millones de juntas que debía de dirigir, aveces le daba lástima su mejor amigo, pero se le olvidaba cuando recordaba que él mismo amaba tener esa clase de presión en su vida, así que lo único que podía hacer era apoyar a su amigo de lejos y no darle más cargas.