⃝⃕IV

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Taehyung apenas podía tener uno de sus ojos abiertos mientras que no dejaba de ver al techo de su hogar, se suponía que Seok Jin tardaría menos de diez minutos en hacer las palomitas de mantequilla, ya llevaba casi quince esperando y nada, incluso tenía a Ponyo sobre su estómago amenazando con sus patas y enterrando sus uñas filosas en su piel.

"Ponyo, ponyo es un pequeño pez" cantó poniendo su mano en el trasero de su gata recibiendo un zarpaso como respuesta. "Auch..." jadeó al ver que por suerte sólo era una pequeña línea roja, no muy abierta, había peores que esa.

"Creí que Ponyo era una gata gorda, amargada, vieja y grosera" recalcó Jin al entrar al lugar con el bote de palomitas y repleto de frituras picosas y de queso en la otra mano.

"La Ponyo original es un pez"

"Es una sirena"

"Lo que sea" dijo al estirar su mano para que Seok Jin colocará algo de comida en ella y pudiera llevarlo a su boca, perdiendo una en el camino, la cual terminó en su ojo.

"¿Qué vamos a ver?" Preguntó el rubio al subirse a la cama de su amigo, poniéndose en la cabecera y tomando un cojín para su espalda y luego colocando uno bajo la cabeza del castaño que no podía moverse por culpa de la cosa peluda en su estómago, la cual ronroneaba y parecía tener micrófono incluido.

"Lo que sea, menos romance" suplicó el castaño soltando el aire contenido.

Se había cansado de ver películas que contarán historias estúpidas de amor, Taehyung estaba decidido a que el amor no existía, al menos en su caso, estaba tan ocupado en velar por sus estudios que jamás había puesto sus ojos en alguien de manera romántica, no deseaba amar a nadie, no quería sufrir como lo miraba en las películas, hasta las que más le habían gustado eran las que más le habían dolido en el alma.

¿Por qué Ellen no se quedó con Noah?

¿Por qué Lara Jean se alejó de Peter?

¿Por qué había visto esas películas? Eso era por culpa de Seok Jin.

"Sólo una y luego vemos lo que quieras" pidió el mayor al tomar el control.

Ya no había vuelta atrás, así que cuando su amigo puso una película americana, vieja de romance donde narraban la historia de una chica nerd -como él- que jamás había besado -era su viva imagen de Taehyung-, al final había tenido su final cliché donde ella se quedaba con el profesor guapo de literatura y él la besaba por primera vez, se quedaba con el profesor que tanto le había gustado y el final feliz no faltaba.

Las tramas de las películas románticas era el mismo, había una chica o mujer en una situación complicada, solitaria o no, tenía complicaciones que de alguna manera el protagonista arreglaba y generaba en su vida en color que tanto faltaba. Tal vez Taehyung estaba en una situación parecida, tal vez en realidad deseaba que su amor predestinado llegase, que llegará esa persona que le hiciera sentir especial y único, que le bajará las estrellas y la luna con tal de que Kim se sintiera especial. Que sólo tuviera ojos para él y le tratase como lo más delicado, lo más importante y le viera como lo que no era, alguien hermoso y singular, posiblemente por eso el castaño no aguantaba ver películas románticas que le regresarán a su realidad.

Había dejado de leer novelas románticas cuando entró al instituto, pues en ese lugar había aprendido que no siempre lo que se espera es verdad o se hace realidad, no se podía vivir en una utopía con el como protagonista donde las cosas fueran perfectas, así que seguiría siendo siempre el nerd o la rata de biblioteca que tanto le decían, al menos tendría  dinero y una gata gorda y anciana que le amase.

"¿Tienes hambre?" Apagando el televisor el rubio le observó, luego a Ponyo la cual no tardó en ponerse de pie una vez escuchó el sonido de comida, viniendo de la voz del chico.

Tʜᴇ sᴏᴜʀᴄᴇ ᴏғ ʟᴏᴠᴇ   ⃟KᴏᴏᴋᴠDonde viven las historias. Descúbrelo ahora