Jimin estaba de pie, al lado de la cama, contemplando a _____.
Estaba rodeada por una multitud de colores. Una sábana rosa de satén bajo ella, una cascada de cabellos rojizos alrededor de sus hombros y una manta esmeralda cubriéndola. La visión era intoxicante. Parecía más relajada de lo que había estado en su visión. Durmiendo apaciblemente, lánguidamente, su expresión era suave e inocente. Desde la primera vez que la vió, sus pensamientos habían estado unidos a ella. Como añoraba extender la mano y acariciar la pálida delicadeza de su piel. Sumergir los dedos dentro de la sedosa nube de su pelo.
Quizás debería hacer honor a su juramento aquí y ahora, reflexionó, simplemente para acabar con esa extraña fascinación que tenía con ella. Pero sabía que no lo haría. Era un hombre de estrategias. No le gustaban los hechos ante él, y muchos eran todavía un misterio. Necesitaba saber más sobre esos moradores de la superficie y sus armas. Sólo entonces, su ejército irrumpiría en el Palacio de Doyoung y conquistaría a todo el que estuviese en el interior.Jimin había pasado varias horas buscando a ______, siguiendo las huellas mágicas del hechizo de entendimiento. Ya que los Atlantes no podían sobrevivir fuera de Atlantis durante mucho tiempo, debería haber estado lleno de un sentido de urgencia ahora que la había encontrado.
No lo tenía.
Estaba aliviado.Con respiración desigual, Jimin continuó bebiendo de la visión de su atormentadora. Ella llevaba una delgada camiseta blanca, dejando sus hombros al descubierto y brillantes a la luz de la luna, dejando sus pechos claramente perfilados.
Sus pezones formaban círculos sombreados que se moría por trazar con su lengua. Observó el subir y bajar de su pecho, contemplando la vida que irradiaba de ella. Cuanto más la estudiaba, más hambriento y desesperado se volvía. ¿Cómo sonaría el latido de su corazón bajo sus palmas? ¿Estable y suave? ¿O apresurado y errático? Su sangre cantaba con vitalidad, precipitándose hacia su pene y endureciéndolo dolorosamente.No quiero lastimar a esta mujer, pensó él. Quiero saborear cada momento en su presencia.
Sacudió la cabeza contra tales deshonrosos pensamientos.
Había vivido tanto tiempo para su juramento y destrucción, que no sabía qué hacer con esos adquiridos nuevos deseos —deseos que no se habían silenciado con la distancia entre ellos. Anhelos que podían expulsar a un hombre de su camino elegido, empujándole y azotándolo hasta colapsar por la pena. Frunció el ceño cuando se le ocurrió algo. Quizá los dioses habían creado a ______ simplemente para castigarlo. A menudo pensaba que podía soportar cualquier castigo que se le impusiera. Si sólo supiese lo crueles que podían ser los dioses…______ murmuró algo en voz baja, entonces gimió suave y deliciosamente. ¿Qué estaba soñando? Se estaría engañando si negase que deseaba que soñase con él. Le fascinaba de tantas formas. Su ingeniosidad. Su valentía desafiándolo como ningún hombre se había atrevido a hacer. Su desafío. ¿Qué haría si se tendía a su lado en la cama? ¿Si la desnudaba y saboreaba cada centímetro de su dulce y lisa piel, acariciándola, probándola, hundiéndose profundamente en el caliente almizcle de sus muslos? ¿Deslizando, bajando y repitiéndolo lentamente?
Arrancó su mirada de ella. Endurécete contra ella. Distánciate de la situación. Permanece cuerdo. Seguro.
Esta mujer planteaba una amenaza más grande que cualquier ejército. Había surgido de la niebla y había destruido completamente su sentido del orden. Había violado sus más íntimos pensamientos, ignorando sus órdenes y atrayéndolo a la deshonra con su belleza.
Y todavía vivía.
No podía recordar la última vez que había tenido una mujer, pero sabía que había sido primitivo, salvaje y rápido, como todos sus encuentros sexuales. Con esta mujer, Jimin deseaba algo lento y fácil. Algo suave. Al igual que sus besos.Cuando observó el resto de la habitación, vió cortinas florales colgando sobre ambas ventanas, cada una, una sinfonía de color. Rosa, amarillo, azul, púrpura… Colores más hermosos de lo que recordaba.
Un espejo ocupaba una de las paredes, mientras que flores y vides decoraban la otra. Hojas verdes y uvas doradas iluminadas por la fingida luz del sol. ______ era una mujer que disfrutaba de la sensualidad de la vida. Cosas que él, también, disfrutaba antes.
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드래곤의 심장 [Aԃαρƚαƈιóɳ] »»--★PJM y _____★--««
FantasíaEl mundo de ______ Hudson estaba a punto de cambiar... Internándose en la selva tras el rastro de su desaparecido hermano, ______ nunca esperó encontrar un mundo secreto poblado por monstruos mitológicos... ni guardado por un espadachín cuya belle...