》Capítulo 9《 | Se acabó.

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⥇ "El amor es un ardiente olvido de todo" ⬾


La bala sale disparada del arma, provocando ese sonido tan no familiar y terrorífico que hace que los huesos de ______ tiemblen, iba a morir.

Gritos y desesperación inundaron el lugar, ______ soltó un lloriqueo y se encoge al escuchar el disparo.

Le punzan la cabeza y los oídos y no puede identificar nada bien.

Sabe que está viva. Alguien se había entrometido para salvarla, alguien había recibido la bala por ella.

Cierra los ojos con fuerza, pidiéndose calma y atención, pero no logra hacerlo, se siente mareada.

–Bill —murmura con horror.

________ empieza a sollozar fuerte y esconde la cara entre sus brazos al escuchar un quejido de parte de Bill, pero no se atreve a mirar, teme que si lo hace vea su cuerpo tirado en el suelo, con la mirada perdida y sangre emanando de alguna parte vital en su organismo.

–¡Carajo! —escucha y no puede creer que sea su voz.

______ levanta la mirada con los ojos hinchados de lágrimas, creyó que Bill agonizaba muerto.

Capta rápidamente un gemido fuerte, y ve el cuerpo tirado en el suelo con un charco de sangre formándose a su alrededor. Era Tom.

—¡No! —chilla y con pocas fuerzas logra levantarse.

En la zona ya habían arribado algunos policías y paramédicos, tal vez alguien de entre la multitud los había llamado asustado, temiendo lo peor.

Un paramédico se acerca como otros tantos lo hacen unos metros más allá con el herido. Pero no se lo pueden llevar sin que Erika hable con él.

–¡Suéltenme! ¡No! ¡Necesito saber si él va a estar bien! ¡Yo no quería eso! ¡¿Ves lo que provocaste, ______?! —grita Erika mientras se retuerce con rudeza entre los brazos de dos policías, gritándole a ______.

______ se acerca a Tom y comienza a hablarle, estaba muy mal.

–Tom —dijo entre sollozos.

–Perdóname ______, perdóname por todo el daño que te hecho, tenía que salvarte.

–No, no hables, vamos al hospital.

–No, escúchame, por favor.

–Tom, no te esfuerces, tienen que llevarte al hospital, estarás bien. —habló esta vez Bill.

–¡No! Déjenme hablar —el cansancio lo estaba dominando, pero tenía que hacerlo.

Él tomó su mano y la pegó a su pecho.

–Tom, yo iba a recibir esa bala...

—Sí, eso lo sé. ¿Por qué crees que te saqué como un desquiciado del camino? Si no lo hubiera hecho hubiera llegado justo a tu corazón.

–Señor, debería dejar de hablar. Está perdiendo mucha sangre, tenemos que llevarlo al hospital —advirtió un paramédico que había llegado a atenderlo.

–Cuando te vi aquella noche en la playa con Bill —prosiguió, haciendo caso omiso de la indicación —supe que ya te había perdido y enloquecí, me convertí en lo peor del mundo—dijo mientras rompía en llanto...

–Tom, ya basta, te tienen que llevar al hospital —dijo un Bill asustado y preocupado.

–Bill, mírame, acércate, por favor. —tomó su mano— perdóname por lo que te hice, lo que te pasó no fue un asalto, yo soy el culpable —hablaba cada vez más lento, la vida se le estaba yendo de las manos.

Bill estaba sorprendido, no entendía nada, en ese momento no logró procesar lo que Tom le dijo.

–______ dime que me perdonas, por favor, te lo suplico. —estaba respirando ya muy agitadamente.

El vestido de novia pasó de ser blanco, a rojo. Estaba cubierto de sangre, era una forma de representar todo el dolor que se estaba viviendo en ese momento.

–Te lo suplico, perdóname. Sólo necesito tu perdón, Dios me dará lo que me corresponde. —estaba muriendo.

_____ tomó su cara entre sus manos, Tom le había causado mucho daño, muchísimo. No podía negar que ya no era la misma mujer, y si, tal vez nunca lo volvería a ser. Pero al ver a Tom a los ojos supo que era sincero y que estaba arrepentido, ella no podía ni quería guardar odio y rencor en su corazón.

–Si Tom, te perdono. Lo juro —tomó su mano y la llevó hacia su pecho— sabes que mi corazón no miente.

–Gracias.

Tom dirigió su vista a Bill.

–Bill, esa bala tenía mi nombre marcado. Era mi destino.

–No, Tom.

–No entiendes, Bill. De verdad, no me importa si me muero. Sólo quiero que me perdonen y que me prometan que serán felices. Prométemelo.

–Te lo prometo.

–Te lo prometo, Tom. —dijo ______.

Él esbozó una pequeña sonrisa, dio un último suspiro y murió.

Bill cerró los ojos con fuerza cuando escucha un fuerte sollozo de parte de ______.

Tom lucía pacífico y eso le parecía sorprendente a ______ considerando la manera en la que falleció.

Pero las memorias le chocan provocándole un nudo en la garganta.

Recordó cuando lo conoció en la universidad y lo feliz que habían sido hasta que él la abandonó. En contraparte, su mente se inundó de los momentos más tristes y desgarradores que le había provocado en sus últimos días. Era un choque de emociones tan fuerte y no sabía como sentirse. Lo perdonó de nuevo y dejó su alma en manos de Dios.

Días después, las cosas estaban retomando su curso. Bill y _____ habían hablado y ella le explicó todo lo que había pasado. De como la amenazó y atentó contra su vida.

–No puedo creer que Tom fuera capaz de todo eso, ¡maldita sea! —Bill dio un fuerte golpe en la pared.

–Bill, tranquilízate, ya todo terminó. Yo lo perdoné y lo mismo deberías hacer tú.

–¿Por qué arriesgaste tu vida así por mí?

–¿Es en serio? Lo hice por salvarte, Te amo Bill. Estoy enamorada de ti. Lo descubrí hace poco, aunque debo ser sincera y decirte que fue el mismo Tom quien me abrió los ojos. Estaba celoso y me dijo que yo te amaba. Fue ahí cuando todo comenzó...

–______, querida _______ ...

–Dime que ya no amas a esa otra mujer, Bill. Yo te amo inmensamente. Si ella no te corresponde, te pido que nos casemos. Haré que la olvides.

Bill no pudo más y la abrazó.

–Te juro que voy a poner todo mi esfuerzo para que la olvides. Tal vez algún día puedas corresponder a mis sentimientos.

Bill de pronto, se echó a reír.

–¿Qué te pasa, Bill? Te estás burlando de mi? —le preguntó _______.

–No, _____, amor mío. ¿Cómo voy a burlarme de la mujer que amo con toda mi alma ahora más que nunca?

–Bill... esa mujer, ¿soy yo?

–Claro, mi amor, por eso siempre he estado para ti.

Ella lo miró fijamente y levantó sus brazos y cruzó el cuello de Bill.

Empezó a besarlo con ternura, después con una pasión estremecedora.

–Ahora nada ni nadie podrá separarnos.

Sus labios volvieron a encontrar los de ella. Se separaron por falta de aire y se dirigieron a la playa, ese lugar que había sido testigo de todo, de sus más íntimas confesiones, hasta presenciar el inicio de su amor.

Se acurrucaron y así permanecieron, unidos, juntos. Sintiéndose los seres humanos más afortunados en el mundo. 

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Sólo un capitulo más y esta historia se termina. 😢

"𝑬𝒍 𝑨𝒎𝒐𝒓 𝒆𝒏 𝒕𝒖 𝑴𝒊𝒓𝒂𝒅𝒂" (𝐁𝐢𝐥𝐥 𝐒𝐤𝐚𝐫𝐬𝐠𝐚𝐫𝐝)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora