Sheyline era una chica muy común de México, había estudiado diseño de imagen y moda. Era bella y exitosa, tenía el trabajo perfecto, y lo que parecía ser la relación perfecta. Luna, era su mejor amiga desde la secundaria, eran muy unidas, desde que se conocieron jamás se habían separado, cuando los padres de Sheyline murieron en un accidente y su pequeña hermana fue separa de su lado para vivir en otro país, Luna se convirtió en su única familia.
El día que Sheyline conoció a Big bang fue justo en el momento más triste y desesperado de su vida. El mundo que ella había considerado perfecto hasta ese momento, terminaría por derrumbarse antes sus ojos. Pero el fin de una vida, suele ser el principio de algo mejor, Sheyline aun no sabía, que la oportunidad, puede llegar en medio del sufrimiento y el dolor.
Había terminado sus últimos pendientes en la agencia mucho antes de lo que ella misma esperaba, así que decidió que aprovecharía el tiempo que le había quedado libre para darle una sorpresa a su novio. Esteban era no solo un hombre atractivo, también era super atento y detallista, era esa clase de hombre que todas las mujeres desean, y lo mejor era que le pertenecía (o por lo menos eso era lo que Sheyline creía). Esa tarde ella le había avisado que no podría verlo por que tenia mucho trabajo, así que Esteban realmente se sorprendería al verla. Era un plan perfecto, seguramente la noche sería mas que romántica y relajante, pero las cosas cambiaron totalmente cuando Sheyline entro al apartamento, lo que encontró fue realmente una sorpresa para ella, las luces de la estancia estaban apagadas y al entrar en completa oscuridad tropezó con lo que parecía una prenda ropa, (algo extraño considerando lo ordenado que solía ser Esteban) caminó por el pasillo que conducía a la pequeña sala de estar que ella misma diseño y ahí ante sus ojos la realidad le abofeteo fuertemente en la cara, al mirar aquella escena. El lugar estaba levemente iluminado, la chimenea se mantenía encendida, el tapete persa que Sheyline le había regalado cuando la remodelación del apartamento había concluido, en realidad se había convertido en el testigo de la mas grande de las bajezas, Esteban estaba acostado sobre el cuerpo desnudo de una mujer que ella conocía muy bien. Era una mujer alta y delgada, que solía vestir de una forma muy poco recatada para la oficina, aun que claro, en aquel momento se retorcía entre gemidos y besos, bajo el cuerpo viril de su novio.
Sheyline simplemente no daba crédito a que le estuviera ocurriendo tal cosa. Ya que su novio se encontraba tan sumido en su bajeza no se percato de su presencia así que ella simplemente salio de ahí sin que ellos se dieran cuenta. Abatida por el dolor y la sorpresa salio a la calle en un silencio que a quien la mirara le provocaría escalofríos. Una vez en la calle comenzó a caminar sin rumbo fijo. Perdida sin tener consciencia de lo que pasaba a su alrededor, muerta en vida de un modo que ni su corazón ni su mente eran capaces de entender. Era solo un cuerpo sin alma, que caminaba entre gente que no notaba su presencia. Después de un par de horas escucho sonar su celular.
- Hola!
-Sheyline... ¿Estas bien, porque lloras?
-Luna, por favor en este momento no quiero hablar con nadie.
- ¿Que sucede?
- Vi... a... Esteban... con su asistente... en la cama.
- ¿Como? ¿Fuiste a su casa?
-Si fui y ahí estaban revolcándose en la sala... Espera... ¿Tú como sabes que fue en su casa?
-¿Dónde estas? Iré a buscarte
- Te pregunte ¿Como lo sabes?
-Los vi hace un par de días saliendo de su apartamento, pensé que yo estaba exagerando por eso no te dije nada.
-¡¿QUÉ?! Tú ya lo sabías y ¡¿NO DIJISTE NADA?!
-Perdóname, no estaba segura, por eso lo calle.
- Se supone que eres mi amiga y aun así me traicionaste, tú eras como mi hermana, no lo puedo creer, no vuelvas a llamarme.
Sheyline ya no lloraba, era tanto el dolor que sentía en ese momento, que simplemente, no podía reaccionar, una vez terminada la llamada con Luna, arrojo su teléfono al pavimento, siguió caminando por un tiempo, pudieron ser minutos o incluso horas, justo en ese momento el tiempo era algo que no importaba, sin pensarlo subió a un puente que estaba cerca, permaneció observando los pocos autos que circulaban por ahí.
-Es increíblemente estúpido como pude permitir que las cosas llegarán hasta este punto, mi vida a llegado a su fin, ya no existe nada que pueda o quiera hacer, tal vez la muerte sea una mejor opción... justo aquí, justo ahora... estoy segura que nadie notaría mi ausencia y nadie me echaría en falta.
Estoy muy aburrido Ji, ¿Porque no nos escapamos un rato?
Seung no podemos, no conocemos este país, podríamos perdernos con mucha facilidad, y si eso sucede el CEO Yang nos asesina.
-Tienes razón, iré a la terraza a observar esta Ciudad que parece tan interesante.
-¿Quieres que te acompañe?
-No te preocupes Ji estaré bien.
Pero al llegar la terraza de aquel lujoso hotel Seung cambio de idea y sin pensarlo decidió salir a explorar la ciudad sin decirle a nadie, una vez fuera camino por las calles hasta darse cuenta de que no tenía idea de donde estaba ni como había llegado hasta ahí ya que no había prestado gran atención a las calles por donde había caminado.
-No entiendo ¿por qué decidí salir del hotel a escondidas? Tendré problemas por esto, y mi celular no se puede utilizar en este país, mi managger estará furioso cuando sepa que estoy perdido aquí.
Caminaba auto reprochándose por su irresponsable decisión y al levanto la mirada y no pudo creer lo que sus ojos estaban viendo, una joven en la orilla del puente justo a punto de saltar, sin pensarlo corrió a salvarla. Al llegar tras ella, la abrazo de la cintura y se tiro al suelo aferrado a ella, obligandola a caer sobre él.
-¿Qué intentas hacer?
-¿No es obvio? Estoy harta de esta vida ya no quiero estar en este mundo... además ¿Por qué te importa no sabes quién soy? Déjame quiero morir
-Cálmate, no sé porque te encuentras así, pero te puedo asegurar que cualquiera que sea la razón no es válida para que te intentaras quitar la vida.
-¿Tú qué sabes? Tú no has vivido en un mundo donde todo lo que amas te traiciona.
-Sí tal vez tengas razón pero te aseguro que sea quién sea la persona o las personas que te traicionaron, no merecen la pena para que tú te quites la vida.
-Eso no me importa, todo lo que quiero es acabar con esto de una vez, suéltame y lárgate.
Pero contrario a lo que dijo, Sheyline se abrazo de él y se puso a llorar, Seung no pudo si no abrazarla hasta que finalmente se calmo.
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Lies
FanfictionUNA HISTORIA DE AMOR. AMISTAD TRAICIONES INESPERADAS Y LA PRUEBA DE QUE EN EL AMOR LA LEALTAD LO ES TODO