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¿Asi que Nathan es el responsable de todas tus ilusiones? Me preguntaba a mi mismo.
Pero es lindo y tier... Espera, no. Asi no. No. No. No. No eres asi. No no puedes hacer esto. No. No.
No me habia dado cuenta de cuanto tiempo llevaba en el baño, cuando vi la hora y llevaba mas de 20 minutos adentro sin hacer nada. La maestra me regañaria.

Al entrar al salon de clases, la maestra me dio un sermon de los que aburren a cualquiera y me senti la peor persona del mundo. Mi futuro estaba siendo aventado por el abismo gracias a ese chico guapo de ojos azules con cabello negro y un cuerpo tan... No. No otra vez.

-Perdon maestra, pero no me siento bien- menti -He estado en el baño todo este tiempo- eso no era mentira.

-Si gustas, puedes retirarte a tu casa. Que mañana te pasen los apuntes, aunque no creo que te haga falta, en fin, vas muy bien en lo que vamos del curso (un dia, pff)  y veo que eres muy aplicado. Aparte hoy sera un dia de resolver dudas.- me contesto con una risa en la cara.

-Gracias maestra. Pedire los apuntes-

-Adios... Oh, por cierto. ¿Ha hecho la tarea sr. Herrera?-

-Claro, aqui esta.- le dije mientras entregaba mi tarea. -Recuerde: "muy aplicado" - le conteste recordandole lo que me habia dicho.

-Que se mejore, sr. Herrera-

~*~

Siempre causaba esa impresion en la gente. "muy aplicado". Era una de las caracteristicas que me describian. Soy alto pero no tan alto, algo mas alto que la estatura promedio. Tenia unos ojos ámbar que le iban a la perfeccion con mi cabello rubio. No tenia musculos pero tampoco estaba gordo. Soy muy inteligente y tenia una memoria escrita y pictografica. Me acordaba de todo. Y mas del dia que asesinaron a mi madre. Ese dia nunca lo iba a poder olvidar. Fuimos de compras en una ciudad poco confiable. Era de noche, pasadas las 10 cerca de una tienda de abarrotes y la tienda habia cerrado. Ibamos a comprar unos materiales para una practica de laboratorio que se me habian olvidado comprar, pero la tienda estaba cerrada.  De regreso, estaba buscando una excusa perfecta para decirle al profesor de biologia y bromeaba con mi madre acerca de ello. Pero el calido ambiente de la calle al cabo de algunos segundos se torno sobrio, frio y oscuro.
Entonces un estruendoso sonido de bala emergio de la sombra de un callejon, dandole justo en el corazon de mi madre. Me tumbe al suelo con mi madre para intentar captar su pulso, aunque fue inutil. No me pare ppr seguridad mia. Habia visto en una pelicula que al tirarse al suelo en un tiroteo podian confundirte con un cadaver y por suerte, no me vieron. Quede llorando en el frio asfalto y en la oscura noche de un viernes , recordando los mejores momentos con mi madre. Pero seguia sin moverme. Al pasar el tiempo, decidi pararme y correr hacia la casa. Pense que todo mejoraria, pero simplemente la cosa empeoro.

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